Dentro de un par de semanas tendrá lugar una nueva edición del Festival Internacional del Cante de las Minas que se celebra en la murciana localidad de La Unión. Una serie de conferencias, presentaciones y galas de artistas consagrados dan paso a unos días de concurso que dirimirá el ganador de la prestigiosa Lámpara Minera. Recordemos que en las últimas base redactas, para conseguirla hace falta ganar la categoría de mineras y cualquier otro cante minero.
Los ganadores de dicho trofeo han visto como sus carreras se han beneficiado del nombre de tal galardón, y han despegado como la espuma. Entre las muchas aportaciones de este concurso, amén de un trabajo discográfico, es la posibilidad de girar por distintos espacios escénicos del orbe flamenco. De este modo, el festival, recientemente declarado de interés turístico nacional, en colaboración con el Ministerio de Cultura, apoyándose en las infraestructuras de los centros del Instituto Cervantes que hay repartidos por el mundo, lleva unos años acercando a las distintas sedes a los ganadores de las últimas ediciones.
Rocio Segura & Paco Cortés
Este verano uno de los escenarios elegidos ha sido Marruecos. Nuestro vecino sureño ha acogido sendas giras por todos los centros establecidos en su territorio, a saber, Casablanca, Fez, Rabat, Tánger y Tetuán. Los artistas para esta ocasión han sido el bailaor David Pérez Almagro y su cuadro flamenco, durante la primera quincena de julio, y la cantora Roció Segura acompañada de Paco Cortés a la sonanta.
Gratos recuerdos de cuando Tetuán era una de las capitales del flamenco
Pudimos asistir al recital que Roció Segura ofreció el pasado lunes 16 de julio en la sede del Instituto Cervantes de Tetuán. El coqueto salón de actos se encontraba abarrotado por un público mayoritariamente marroquí, algún turista europeo y algunos de la colonia española que viven en Tetuán. Colaboraron en la buena marcha del espectáculo el director del centro Don José Manuel Toledo Jordán, y la coordinadora cultural del mismo Doña Josefina Matas. Durante la velada se vivieron diversos momentos emotivos; el recuerdo del Protectorado Español de Marruecos estuvo presente en la memoria de los marroquíes de mayor edad que guardan gratos momentos de esa época, cuando Tetuán era una de las capitales del flamenco.
Las grandes compañías y los artistas de la ópera flamenca desfilaron por los escenarios de los diversos teatros de la ciudad. Hasta siete llegó a contar junto con otros tantos cafés cantantes, en particular en la Calle Luneta. Desde Pastora Pavón, Don Antonio Chacón hasta Rosario, Juanito Valderama, Antonio Molina o Pepe Marchena, muchas han sido las veladas de buen arte flamenco en esta localidad.
Precisamente el Instituto Cervantes se encuentra situado pared con pared del Teatro Español, espacio escénico que ha acogido el mayor número de actuaciones flamencas. Tales ingredientes no podían sino dar lugar a un buen recital donde la almeriense empieza por tientos tangos generosos de literatura mora. Por soleá y alegrías la guitarra de Paco Cortés supo acompañar con la delicadeza necesaria la melodiosa voz de Roció, que no le impidió entonar los tercios más gitanos. Vallejo es un referente clave en esta joven cantaora ganadora de la Lámpara Minera en el año 2000, y ya lo puso de manifiesto en el disco que grabara hace unos años en memoria de los grandes maestros, tales como Don Antonio Chacón, La Niña de los Peines, El Carbonerillo o el propio Vallejo, cuya versión fue la que interpertó de la granaina.
En las bulerías Rocío nos muestra también su agilidad de voz y su capacidad tímbrica, lo que se verá refrendando en la serie de fandangos. El público agradeció la interpretación de ambos con una larga ovación, reflejando el interés del público marroquí por el arte flamenco, del cual cada vez tienen mas oportunidades de degustar gracias a iniciativas como esta que ya han acercado en otras ocasiones a Carmen Linares, Antonio El Pipa o Miguel Poveda con Chicuelo.