Texto: Curro Velázquez-Gaztelú
Fotos: Marta Vila Aguilà
Éxito del Ciclo Nocturno dentro de la programación del Festival Flamenco on Fire de Pamplona.
Especial II Festival Flamenco on Fire 2015 – Toda la información
Ningún Festival sería lo mismo sin los trasnoches flamencos, ya que aquí, aparte de disfrutar de una velada más acorde con la propia filosofía del propio flamenco, se puede ver los espectáculos más en contacto con los artistas, sin esa barrera del gran escenario, en un formato más al unísono con el origen, en donde se puede compartir con las personas del gremio un rato de tertulia, cante, toque y baile: artistas, periodistas, organizadores del festival, talleristas, aficionados, grupis, neófitos, etc…
El “Hotel los Tres Reyes”, que es donde pernoctan los artistas y donde se hacen las ruedas de prensa, es el escenario idóneo para una propuesta de esta índole. Al estar cerca de Baluarte, que es donde se concentra el groso de la programación y también del casco histórico de Pamplona- Iruña, hace que el ambiente y las ganas de continuar la fiesta después de los espectáculos, no se difuminen y así se esparza por otros lares de la ciudad.
El miércoles 26 empezó el llamado Ciclo Nocturno de “Flamenco on Fire”, con un a “mano a mano” entre dos portentos del baile. Dos maestros, que pese a su diferencia de edad, los dos han demostrado ser unos bailaores en donde los pies, son el punto en común entre ambos. Uno más actual, otro más clásico. Uno de Sevilla, otro de Badajoz, aunque nacido en Mérida. Juan Manuel Fernández Montoya y Juan Navas Salguero, conocido por Juan Ramírez. Mucha tela que cortar… Juan y Juan. Juan Ramírez grabó taconeos en discos de grandes del flamenco como Morente, Camarón y Paco de Lucía, y también grabó su propio disco, “Más flamenco que el tacón”, algo inusual en un bailaor y que los actuales deberían tomar nota. Ramírez iba para el cante y al final encontró en sus pies su nuevo instrumento en el que deleitar a propios y extraños. Con un lleno a rebosar en la Sala principal del Hotel “Los Tres Reyes”, salió primero al escenario Farruquito haciéndonos de las suyas. El formato consistía en un baile alternados cada uno y al final un baile conjunto entre ambos. Con Juan Ramírez estuvo Javier Ruz a la guitarra, El pamplonés Joly Muñoz al cante, Juan Antonio “El Bollita”, hijo de Juan Ramírez al compás y Keko al compás y percusión. Un baile sin concesiones, el del pacense, a la antigua usanza, recio, y sin salirse del tiesto. El público estaba encantado de poder tener tan cerca a dos portentos del baile de ayer, de hoy y de siempre.
Al día siguiente Iván Vargas nos hizo de las suyas. De la familia de los Maya del Sacromonte granaíno, nos presentó en este Ciclo Nocturno, su espectáculo “Savia Nueva” y eso fue precisamente lo que nos encontramos, una simbiosis perfecta entre las nuevas formas de entender el baile flamenco y el baile más arcaico y de raza. A pesar de su juventud, ha recorrido medio mundo con formatos muy arriesgados y en otros más de corte clásico y es que este bailaor nazarí sabe conjugar estas dos disciplinas de una forma contundente. Al cante estuvo acompañado del portentoso cantaor David “El Galli” de Morón de la Frontera, Juan Angel Tirado, el Rubio de Santa Fé y Manuel Tañé. A la guitarra Luis Mariano y Cheyene a la percusión. Gracias a este apartado de la programación del Festival y de estar en un formato más relajado, se puede comer y beber. Los allí presente, sobre todo los oriundos de Pamplona-Iruña, empezaban a conocer una nueva forma de disfrutar el flamenco hasta ahora desconocida en la capital navarra. Una manera de acercarse a este arte sin el corsé del espectáculo al uso y eso lo agradecieron los allí presentes.
Al día siguiente, en el Baluarte, Jorge Pardo iba a presentar “Cumbre Flamenca Latin Jazz” con Javier Colina, Jerry González, Rycardo Moreno, Caramelo, Antonio Serrano y Piraña. Por ello aprovechó Josemi Carmona en esta propuesta con Colina y Bandolero en invitar a algunos de los del proyecto de Pardo para que se subiera al escenario. Ahí es ná…! Pudimos presenciar un encuentro de gran altura, de la que nos tiene acostumbrado el mayor de Pepe Habichuela. Generosidad, aperturismo. El pamplonés Javier Colina estuvo a la altura de los grandes, de los consagrados, de los que saben hacer con sutilidad todo aquello que le echen. Otro de los protagonistas fue Don Bandolero, que con ese saber estar y ese disfrute por lo que hace, logra trasmitir al respetable ese compás que lleva en el alma, Los tres hicieron un repaso por temas de su nuevo trabajo y de versiones de Lekuona, Consuelo Velázquez, etc… Jerry González puso su pincelada con su trompeta Miles Davidiana, al igual que Pardo con su travesera de palo. Y es que con estos portentos de la música en 10 metros cuadrado, el placer para los sentidos está asegurado. La organización estaba muy contenta con esta propuesta, ocupándose todos los días, excepto uno, el 100% de los asientos.
El último Ciclo y ya como despedida y fiesta fin de Festival: Juan Carmona “El Camborio”, Saúl Quirós Y Jose Enrique Morente…. Y es que no se puede pedir más…