José Manuel Gómez Gufi
Me paso el día con el productor Fernando Vacas rodeado de rockers, indies y flamencos y cuando se abre el telón del festival Madrid Flamenco aparecen al menos diez mujeres transformando “La violetera” en unos tangos. Ahí te das cuenta que no has hecho los deberes y que no puedes fardar del master en jondura. Hay artistas que no has visto en años sobre un escenario caso de Aurora Losada, heredera del sonido caño roto, otros son reconocibles por su juventud y por su metal de voz caso de María, hija y nieta de los cataclismos de Jerez (esos Terremoto). Imposible no distinguir a Tia Juana la del Pipa, a la que le falla el micro y cuando le llevaron uno de repuesto estaba en su duelo particular con María Terremoto y se colocó el micro entre los pechos por que necesitaba las manos para rematar la solea por bulerías (pero ni Wynton Marsalis ni yo hemos acabado el master de palos flamencos, se lo pregunté a Morente y me lo convalidó por una copa y un abrazo).
Total que del sonido no hay que hablar excepto cuando falla y volvió a fallar con Maui, en el sketch más desternillante que se recuerda en el flamenco contemporáneo (Pericón y Chano Lobato juegan en la liga de los clásicos). Maui aparece por detrás del público, descalza, vestida con uno de esos trajes de fantasía de corral y llegando tarde al ensayo, en esas aparece Naike Ponce vestida de flamenca, detrás de una reja con sus claveles mientras que la Shica se negaba a enseñar su peinado hiperpop y su barriga de embarazada. Total que ensayan una ¿soleá? con el cello de Maui, el baile de la Shica y Naike leyendo un papelito detrás de los claveles de la reja (que se la trajo de casa, pero esa es otra historia) y están así con el personal desmayado de la risa, cuando hacen el chiste de la temporá. -¿Y qué hacemos? ¿una del Niño de Elche? Maui es muy de comentar las modas modernas y decía en una de sus canciones “vamos a echarle una mano a Pablo Alborán”. Ella es así de generosa y sus comadres también y deciden cantar la de “La Noche Perfecta” una canción pop del disco de Maui para Nuevos Medios y Naike y La Shica hacen lo que siempre hicieron los grandes flamencos, cantar con personalidad propia. A esas alturas Naike se ha quitado el traje de flamenco para lucir el vestido de Senegal de rojo (ilusión pop) que combinaba perfecta con las carcajadas y con una foto en blanco y negro de los Pegamoides. Genial.
Por Lola Flores
La cosa había empezado por la violetera, símbolo de Madrid y de la mujer. Hablo el director Rojas y dijo que se cumplían 23 años de la muerte de Lola Flores y uno recuerda que estuve en aquel velatorio, mismo lugar, rindiendo memoria a una mujer que fue libre y faro de la libertad y hasta el maestro de ceremonias Enrique Pantoja se puso serio y se santiguó frente a su retrato. Total que un pianista de la nueva generación Pablo Rubén Maldonado introdujo la primera escena con Enrique Pantoja en el papel de maestro de ceremonia. Tras la primera impresión entran por seguiriyas María Vargas y María Mezcle embarazadísima, luego Montse Cortés y Aurora cantaron una, o dos baladas, María La Coneja tocó las castañuelas y Blanca del Rey se hizo un monólogo sobre lo bueno del ir al teatro y marcarse unos pasos de baile con tacón de calle, algo que luego ocurrió en las bulerías en que la mayoría de las artistas estrenaron traje para la ocasión sin que tuvieran en cuenta la célebre patá y lo mejor fue ver a Maria La Coneja con zapato plano y un moño coronado de flores del campo dando una lección legítima de sabor y seguridad al pisar con garbo, completaron Encarna Anillo y Rocio Bazán y el telón se cerró sobre la última patada de Enrique Pantoja y y Tia Juana.
Fotografías & video: Rafael Manjavacas
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