Antonio
Canales
«CARMEN, CARMELA « Teatro Albéniz, Madrid
13-enero al 13-febrero de 2005
Baile: Lola Greco, Diego LLori,
Antonio Canales. Cante: Herminia Borja, José de Lebrija. Guitarra: José Jiménez El Viejín,
Daniel Méndez. Percusión: José Carrasco
Coreografía: Antonio
Canales
Texto:
Sonia Martínez Pariente
La
carmen flamenca
Una nueva revisión del mito de Carmen es el
nuevo espectáculo coreografiado por Antonio Canales,
bajo la dirección de Miguel Narros. Carmen Carmela
es el título de este montaje, porque según palabras
del bailaor sevillano se le quería dar un guiño
racial.
Y respecto a otras versiones lo tiene por la fuerza y garra
del baile flamenco que ponen sus interpretes. A Canales en
esta ocasión le acompañan dos bailarines- bailaores
de talla: la versátil Lola Greco y el sobrio Diego
Llori. Carmen, Carmela es una versión flamenca de la
obra de Merimée. A través del baile y en 14
cuadros se centra en expresar como Carmen se debate entre
el amor de dos hombres Don Jose- Antonio Canales y el torero
Escamillo- Diego Llori.
La música de Bizet la bailan los artistas con el
aire más flamenco y se entremezcla con diversos estilos
como nanas, fandangos, rumba, bulerías, farruca, tanto
en el baile, como en el cante de Herminia Borja y José
Valencia que aportan mucho a la obra con sus voces jondas
y con mucho rajo. Los pases a dos, a tres y los solos se suceden
para expresar las diversas emociones: el amor desgarrado entre
Carmen y Don José y el más folklórico
entre Carmen y el Escamillo.
Los toques clásicos y contemporáneos en el
baile de Lola Greco, bailarina completa donde las hayas, se
fusionan a la perfección con su forma tan especial
de bailar flamenco. Su baile siempre resulta cautivador. Canales
le da bien la replica con su baile siempre sofisticado y luciendo
su vena dramática, también hace un solo por
rumbas, muy flamenquito y se recrea en unas bulerías.
Con castañuelas, abanico se luce Lola Greco, porque
todo lo maneja con maestría, demostrando su amplia
gama de registros. Diego Llori baila en solitario una farruca,
se impone con elegancia y señorío, en el escenario.
Todos los pasos a dos y a tres son atractivos, pero especialmente
en el que Llori y Canales se sirven de la capa de torero para
intercambiarse frente a Carmen.
Es esta una versión con un envoltorio sencillo, casi
minimalista, sin despliegue de luces, decorado o de gente,
pero todo está muy cuidado. Aunque muchas veces se
ha visto la Carmen de Merimée, la historia adquiere
otra dimensión, la del baile flamenco, con una coreografía
con muchos matices y tres estilos distintos de baile, de tres
artistas que merece la pena contemplar .