Texto: Estela Zatania
Fotos: Jean Louis Duzert
Jueves, 21 de enero, 2016. 20h. Teatro Bernadette Lafont, Nimes (Francia)
Dos facetas del maestro Cañizares
Ayer hizo un frío de polo norte en Nimes, al menos eso le ha parecido a una más acostumbrada al clima andaluz. Pero nada pudo enfriar el entusiasmo y ganas de flamenco generadas por el Festival Flamenco ya en su recta final, y aportando una oferta del más alto nivel.
A mediodía, dentro del ciclo de conferencias, el musicólogo Faustino Núñez habló de «Los palos del flamenco de A a Z», una introducción generalizada a las formas del arte jondo. Y a las ocho de la tarde, el Teatro Bernadette Lafont volvió a llenarse, esta vez para el recital del guitarrista, Juan Manuel Cañizares y su «Cuarteto flamenco interpreta a Falla». Grandes hitos y colaboraciones marcan la trayectoria del maestro catalán. Premio Nacional de la Guitarra en 1982, Premio al Mejor Intérprete de Música Clásica en 2008, colaboraciones con Enrique Morente, Camarón, Diego Carrasco, María Pagés, Manzanita o José Mercé entre muchos otros, además de seis grabaciones en solitario y solista con la Orquesta Filarmónica de Berlín en el Teatro Real de Madrid. Pero quizás lo más notable de su carrera son los diez años al lado del mismo Paco de Lucía.
Hoy en día el culmen del virtuosismo, Cañizares ha querido aplicar su enorme capacidad a reproducir la obra de Manuel de Falla. En el Congreso de la Guitarra celebrado en Córdoba en 2014, el guitarrista habló del laborioso proceso de adaptación de este tipo de música a la guitarra. La primera parte del recital de anoche fue el resultado de este trabajo. Es sorprendente cómo logra comunicar toda la riqueza musical de Falla, un mundo de imágenes inconfundiblemente españolas, armonías siempre melancólicas, el rico folklore de este país hecho identidad y expresión. Cañizares reproduce el sonido de una gran orquesta, y por mucho que busques por el escenario, el único apoyo musical es la segunda guitarra de Juan Carlos Gómez. La Danza ritual del fuego, especialmente bien lograda, la Canción del fuego fatuo, la Vida Breve bailada por Charo Espino, la Danza del Molinero, con el baile de Ángel Muñoz, (que también toca el cajón en varias piezas): bellísima música, banda sonora de un país y su cultura.
Después de un descanso, dejamos atrás a don Manuel de Falla, para ponernos al día con las composiciones de don Juan Manuel Cañizares. Ahora es un sonido contemporáneo con acordes extendidos, formas flamencas y otras de libre conformación. Destacable, la guajira bailada por Charo Espino, y unas alegrías musicalmente exóticas, bailadas por la pareja de Charo y Ángel.
Una rumba «a lo Paco», refrescante y desenfadada, cerró el programa, no sin un bis exigido por el entusiasmado respetable.
