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CLASE BAILAORA A BOCAJARRO
El nuevo espectáculo de Blanca de Rey
«Flamenco a Bocajarro» es un montaje de corte clásico
basado en una sucesión de palos que interpretan los miembros
de la compañía, el bailaor invitado Diego Llori y
la propia Blanca. Es un montaje sencillo, donde sin duda contemplar
el baile de Blanca del Rey es el gran aliciente pues es inevitable
darse cuenta al contemplarla que sé esta ante una de las
primeras figuras de la danza flamenca.
Blanca presenta con un recitado este «Flamenco a Bocajarro»
que da paso a un martinete terminado en seguiriyas por cabales realizado
por los bailaores y bailaoras de su grupo muy bien conjuntados.
Posteriormente Diego Llori ejecuta una farruca con un personal estilo,
muy varonil, a veces con algún toque chulesco. Blanca sale
al escenario con su bata de cola para realizar unas alegrías.
Su baile lo tiene todo, es elegante, tiene pellizco, un bellísimo
braceo y un justo zapateado. Muchos serian los jóvenes que
desean dedicarse a este arte los que deberían tener como
uno de sus modelos el baile de esta cordobesa. Maneja el traje con
una maestría fuera de serie construyendo una lucidos movimientos.
Es un baile que engloba lo más clásico de este arte
y que por la forma de ser interpretado resulta siempre fresco y
moderno. Sin música y con las palmas de los cantaores su
baile adquirió una gran expresividad.
En la segunda parte Blanca y Diego Llori hicieron un paso a dos
por tarantos, ambos se compenetran muy bien y realizan una coreografía
donde se mezcla el flamenco con muchas notas de clásico español,
con sobriedad y profundidad. También se da protagonismo a
los cantaores del grupo cuando se arrancan por tonás y a
la guitarra con el toque del joven Leo de Aurora, un prodigio de
técnica. Tras una colombiana interpretada por la compañía,
Blanca baila su personalísima «Soleá del mantón».
Es un clásico cada vez que Blanca se sube al escenario y
nunca sobra: sí ya se ha visto no importa repetir y si no,
es una grata experiencia para todos los sentidos. Es su sello de
identidad bailar con ese mantón que envuelve su cuerpo, se
enrolla en sus brazos y al que convierte en un capote torero. A
ello se une ese baile de Blanca sentido, rico en formas y registros
que definen a esta gran maestra.
Para terminar no faltó la patadita por bulerías donde
Blanca con gracia y su clase bailaora despide junto a Diego Llori
este espectáculo que el público aplaude con fervor,
pues es fácil reconocer en él un flamenco bien hecho.
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