La razón por la que amamos el flamenco

Pepe Habichuela desencadena una noche mágica en Ponferrada

Hay momentos en la vida en los que es necesario recordar por qué nos dedicamos a la cultura en lugar de ejercer otra actividad seguramente más lucrativa. Te pasas el día recordando la historia de los artistas y sus vínculos. Te pasas el tiempo imaginando como suena una voz sin micrófono o el lugar desde donde se escucha la mejor mezcla de sonido. Lo maridas todo con los ricos vinos de la tierra sabiendo que la verdad no está en el fondo del vaso. Se discute, se analiza y se comparten recuerdos y ansiedades y de pronto aparece y se manifiesta algo indescriptible… un bicho al que se le nombra poco porque aparece cuando le da la gana y que algunos describen como un PELLIZCO y otros llaman DUENDE y te deja una sonrisa en la cara que hace que te duela la mandíbula de gusto.

Estaba Pepe Habichuela en el escenario y por la mañana había protagonizado junto a su hijo Josemi Carmona una elocuente charla con José María Velázquez Gaztelu en la que aparecieron influyentes abuelos que alimentan una tradición forjada en el talento y el arte. Se habló de la antigüedad de cuando debutó Josemi en Nueva York siendo un niño y luego le tocaba las falsetas del tío Sabicas al propio Sabicas. Se habló de aquellos tiempos en que TVE rodaba “Rito y geografía del cante” y que ahora empieza a ser reconocido como uno de los grandes documentos televisivos de la música universal y se habló de los abuelos y del siglo XX entero y de Morente… siempre nos acordamos de Morente cuando pensamos en el futuro que viene.

CAJONES CON SORDINA

Así que sí, estaba Pepe Habichuela sobre el escenario y apareció Sandra Carrasco y se desencadenaron las musas, luego se subieron Josemi y Javier Colina y había algo diferente. Un sonido distinto procedente de Bandolero, el percusionista que estaba tocando con sordina para que no se dispersara el arte. No había artilugios añadidos con la actitud era suficiente.

Empezó a cantar Javier Colina con su contrabajo y encontraba respuestas en Pepe Habichuela y en Josemi Carmona, padre e hijo dispuestos a rasgar la historia del flamenco para mantener la ventana del futuro abierta. El asombro recorría la sala de turbinas y el público estaba al borde del éxtasis mientras los muy veteranos abrían los brazos para medir las dimensiones de la soleá y la venturosa interpretación de la granaina. Detalles ajenos a un público que compartía con los músicos la sensación de algo que se escucha por primera vez.

Ya hemos dicho que Sandra Carrasco está cantando maravillosamente y protagonizó una guajira de inspiración cubana junto a Javier Colina que te dejaban todos los sentidos mirando para La Habana, todo en un ambiente de delicadeza extrema, de belleza absoluta.

Y cuando sonó la última nota todo el personal, los debutantes y los veteranos del flamenco reconocimos en Pepe Habichuela como el responsable de poner en marcha el mecanismo ahora que se está retirando de los escenarios. “Me estoy apartando un poco” dejó dicho por la mañana con sorna y buen humor.

La noche había empezado con el espectáculo de la bailaora Macarena López una sorpresa estupenda con un espectáculo bien construido con buenas voces y una elegante puesta en escena que ayudó a completar una noche inolvidable. La espuela la puso dj Vallellano que contó con la colaboración de Arcángel y la propia Macarena López entre otros. En definitiva, en el Bierzo ahora crece una nueva generación de flamencos.

Vídeos & fotos – @Manjavacas.flamenco

 
 
 

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