Texto: Estela Zatania
Fotos: Ana Palma
XVIII FESTIVAL DE JEREZ
Belén Maya «Los invitados»
Londro
Lunes, 24 de febrero, 2014. Jerez de la Frontera
Especial XVIII Festival de Jerez – Toda la información
BELÉN MAYA “LOS INVITADOS”
Teatro Villamarta, 2100h
Belén Maya. Artista invitado (baile): Manuel Liñán. Colaboración especial (cante): Carmen Linares. Artistas invitados (cante): José Valencia, Tomás de Perrate, José Anillo. Cante: Gema Caballero. Guitarra: Javier Patino; Rafael Rodríguez. Palmas: Laura González, Marina Valiente. Actor: Javier Centeno. Colaboración del Coro Polifónico Ars Nova dirigido por José Manuel García Martínez. Música original: Javier Patino. Coreografía: Belén Maya, Manuel Liñán, Chloe Brulé.
La actuación principal del cuarto día del Festival de Jerez, bien puede quedar como una de las más memorables.
Hasta los dieciocho años Belén Maya, hija de las grandes figuras Carmen Mora y Mario Maya, no soportaba el flamenco, según afirmaciones de la bailaora. Pero logró resolver ese conflicto interior, hizo las paces con el género, se inventó una identidad propia y así inauguró una nueva etapa del baile flamenco en la que existe una viable comunicación con la danza contemporánea. Si otros bailaores no siempre logran un feliz maridaje de lo clásico con lo novedoso, Belén tiene la virtud de ubicarse perfectamente, haciendo de catalizador.
El invento no para de dar frutos. Honesta y directa, siempre con un toque de atrevimiento y hasta travesura (en esta obra se pasa mucho rato llevando sillas de un lado para otro), jamás se olvida de aquella esencia que sus padres llegaron a defender tan brillantemente.
“Los Invitados” es el título autoexplicativo del trabajo que debutó anoche en el Teatro Villamarta. Belén hace de anfitriona y participante, turnándose en una serie de interpretaciones con un magnífico surtido de artistas invitados: Manuel Liñán, Carmen Linares, José Valencia, Tomás de Perrate o José Anillo entre otros. Y algunos de los intérpretes que no figuran como “invitados”, se destacan, como la cantaora granadina Gema Caballero, cuya voz agridulce nunca empalaga, o las sabias guitarras de Rafael Rodríguez que pone el sabor más acertado para la bulería romanceada que baila Belén.
El momento más impactante de la noche, sin la más mínima duda, fue la repentina apararición de Manuel Liñán en bata de cola rojo vivo, con mantón, vestido de pantalón negro, camiseta blanca y tirantes, así presentando una perfecta amalgama hermafrodita que pronto es contestada por Belén con su bata de cola blanca con top rojo. Bailan cantiñas al alimón (recordamos el fabuloso montaje de caracoles que creó Liñán para la obra “Mujeres” hace unos años), un dúo para la historia, electrizante, y los emocionados gritos del público apenas cesan en ningún momento. El aire huele a premios.
Otro gran momento fue la intervención de Tomás de Perrate que sigue su imparable camino, tardío pero acertado, hacia las alturas del mejor cante utrerano, heredado, si es que el arte se puede “heredar”, de su legendario padre el Perrate, y con claras referencias a otro maestro de la familia, Gaspar de Utrera. Nuevamente la guitarra de Rafael Rodríguez abriga sabiamente estas formas cantaoras del interior.
La travesura de Belén, de salir vestida de Ginger Rogers para bailar “Cheek to Cheek” con un actor vestido de Fred Astaire, es muy simpática, y Tomás hace las delicias del público cuando interpreta la canción completa con el Coro Polifónico Ars Nova en espanglish. Pero la broma se alarga demasiado, un claro caso de menos es más.
Del humor al drama. No vaya a quedar sin mención el martinete y siguiriya del siempre admirable José Valencia, o la soleá que le canta a Belén, rematándola magníficamente por Triana. El dolor, contenido y asumido flamencamente, siempre está presente en la persona de Belén. Su baile aparentemente sereno – no hay muecas ni despeines – está teñido de una dulce tristeza. El onirismo que colorea sus creaciones, en esta obra toma la forma de una larga bata de cola “acostada” que desciende desde lo alto y se queda allí suspendida como una “maja vestida”…sin maja. Hacia el final de la obra, se proyecta la imagen de su madre Carmen, magnífica bailaora en su época. En ese momento, el dolor tiene forma específica, y Belén hace que todos lo compartamos momentáneamente.
Carmen Linares interpreta granaína estilizada y cante minero para el baile de la anfitriona Belén, que termina con los tangos de su tierra a los que siempre aporta esa cosita “extra” que ponen los granadinos, y todo acaba así, con el reparto al completo coreando el final de los tangos.
Casi dos horas. Pocos momentos desaprovechados.
LONDRO
Palacio Villavicencio, 1900h
A las siete de la tarde, tuvo lugar la primera cita de este Festival con el cante acústico en la encantadora intimidad del salón del Palacio Villavicencio, con el jerezano Miguel Ángel Soto “Londro”. Es de los cantaores de atrás que sueña con triunfar “alante” en estos tiempos difíciles cuando muy pocos lo han logrado.
Hubo un caluroso recibimiento para el cantaor cuando entró en la sala donde apenas quedaba un asiento vacío, y ese entusiasmo se mantenía a lo largo del recital que incluía alegrías de Cádiz, malagueñas con abandolao, tientos tangos, soleá, siguiriyas y bulerías con inteligente mezcla de cuplé y estilos cortos. El joven guitarrista Jesús Guerrero, con un toque lleno de sensibilidad y discretos detalles contemporáneos, puso el acompañamiento, con las palmas de Carlos Grilo y Javier Peña.
El Londro – Festival de Jerez