Texto: Estela Zatania
Fotos: Ana Palma
XVIII FESTIVAL DE JEREZ
Ballet Flamenco de Andalucía «En la Memoria del Cante: 1922»
Antonio Rey «Camino al Alma»
Viernes, 28 de febrero, 2014. Jerez de la Frontera
Especial XVIII Festival de Jerez – Toda la información
ANTONIO REY “CAMINO AL ALMA”
Sala Paúl, 1900h
Festival de Jerez 28 de febrero, Día de Andalucía, día festivo, día de luto por Paco de Lucía. Antonio Rey, uno de los más brillantes guitarristas jóvenes del panorama actual, Premio de La Unión, Premio del Concurso de Córdoba, Giraldillo de la última Bienal de Sevilla, es uno de sus muchos hijos espirituales. El músico salió al escenario de la Sala Paúl, se quedó en pie y sin decir palabra agachó la cabeza durante un minuto. Aplausos.
Aunque sale solo, el escenario está preparado para un sexteto, uno de los muchos legados del Maestro. Cuando Rey acordó venir al Festival de Jerez para presentar su nuevo disco “Camino al Alma”, poco podía imaginarse que su recital serviría como homenaje a Paco de Lucía. Abrió con taranta, como a menudo hacía Paco, y cada nota rezumaba el sonido del genio, recordándonos lo mucho que le debemos. Entre otros temas, interpretó “Cuando canta el gallo”, basado en la primera soleá que grabó Paco según nos explicó, un homenaje montado ex profeso el día anterior.
Después de tres piezas en solitario, se reúne el resto del grupo en el escenario para interpretar temas de la nueva grabación: la segunda guitarra de Manuel Urbina, los percusionistas Ané Carrasco y Ález Fernández, el bajo eléctrico Pepe Pulido y Mara Rey con el joven José Triviño para cante y palmas. Antonio se dirigió al público entre temas: “Es muy difícil tocar con lo que ha pasado…Paco siempre ayudaba a los jóvenes…está en cada nota”.
El extraordinario recital quedó redondo con las bulerías del artista invitado, el cantaor Jesús Méndez.
BALLET FLAMENCO DE ANDALUCÍA “EN LA MEMORIA DEL CANTE: 1922”
Teatro Villamarta 2100h
Dirección artística: Rafaela Carrasco. Solistas: David Coria, Ana Morales, Hugo López. Bailaoras: Alejandra Gudí, Florencia O’Ryan, Laura Santamaría, Paula Comitre, Carmen Yanes. Bailaores: Eduardo Leal, Antonio López, Alberto Sellés. Cante: Miguel Ortega, El Londro. Guitarra: Juan Antonio Suárez “Cano”, Jesús Torres. Coreografía: Rafaela Carrasco, David Coria, Ana Morales, Hugo López. Música: Antonio Campos, Juan Antonio Suárez “Cano”, Jesús Torres. Voz en off: Francisco Suárez.
Al entrar en el Teatro Villamarta y notar humo en el aire, pregunté a una acomodadora si no habría un incendio, pero me informó que era parte del espectáculo. Es que la nueva producción del Ballet Flamenco de Andalucía, bajo la dirección de su flamante directora Rafaela Carrasco, pretende evocar el Concurso de Cante Jondo que fue celebrado en Granada en 1922.
También se escucha música grabada que evoca la época, y el hermoso vestuario de los bailaores hace juego. Pero cuando empiezan a moverse, es con movimientos geométricos robóticos a lo contemporáneo que tanto le gustan a Rafaela. Una voz en off explica el motivo del concurso, pero con el abundante taconeo del cuerpo de baile se escucha poco.
El siguiente número es más creativo, pero igualmente fantasioso. Se representan a Chacón, Torre y Pastora Pavón bailando sus cantes más representativos…los caracoles o cartageneras de Chacón, la bulería por soleá o bamberas de Pastora, bulerías o siguiriyas de Torre. Es lo que se llama la “suspensión de la incredulidad” que forma la base de toda obra teatral; aunque no corresponde a ninguna realidad, la música y el baile entretienen. Otro tanto con la famosa rondeña de Montoya interpretada por Jesús Torres…y bailado por tres hombres y tres mujeres, cuando la rondeña de baile es otra.
Un recitado de Lorca que no falte; parafraseando el mismo verso, es imposible callarrrrlo. Y a continuación, unas siguiriyas energéticas bailadas por Hugo López. Pero descuiden, a partir de aquí la cosa empieza a tomar cuerpo. El primer aplauso fuerte es para una especie de suite granadina donde no faltan la cachucha, fandango del Albayzín, la mosca o un breve taranto como pretexto para tangos de Granada.
Ana Morales baila la saeta de Pastora con siete bailaores, otro número curioso aunque no acaba de molestar. A todo esto, el cantaor Miguel Ortega hace un trabajo estupendo, y el Londro se defiende bien. Ambos se turnan por tonás, y hay mucho mucho mucho muchísimo taconeo, otro sello de la nueva directora de la compañía.
Otra curiosidad, una malagueña de Chacón es bailada por Alberto Sellés, luego, granaína, y no veas lo raro que suena “Engarzá en oro y marfil” por abandolao. Miguel Ortega representa que canta la caña con soleá apolá con un “público” que le escucha atentamente. Se supone que es el viejo Tenazas, uno de los ganadores del Concurso.
Rafaela Carrasco se reserva para el final, y ofrece el mejor momento de baile de la obra. Con un retrato de la Macarrona como telón de fondo, baila las alegrías de ésta, y logra hacerlo sin que parezca parodia. Una bella representación de la lluvia que les sorprendió ese día, mediante la proyección ingeniosa de luces, provoca la admiración del público y así acaba esta obra del Ballet Flamenco de Andalucía.
Ballet Flamenco de Andalucía – En la memoria del cante 1922
Antonio Rey – Festival de Jerez