Esta vez, la Sala Joaquín Turina del Centro Cultural
El Monte tuvo la agradable visita de Arcángel. Fue
el pasado jueves a eso de las nueve de la noche. Un grupo
muy nutrido de personas se agolpaba en la puerta cuando sólo
quedaban cinco minutos para que empezara el espectáculo.
Completamente abarrotado, hasta el punto de que había
que medir cada parcela de aire para no robarle el respiro
al vecino.
Aplaudimos la aparición del cantaor onubense, que
acalló las palmas con toná, martinete y debla,
doblando cantes y haciendo una mezcla confusa o inusitada
que fue preciosa. Su voz laína y melódica se
columpiaba dando tonos inesperados hasta llegar al que a todos
nos suena ortodoxo y reconocible. Fue un cante largo que se
hizo corto para el que escuchaba atento e intentaba descifrar
el destino de las notas que entonó. Aunque eso importa
poco cuando se siente, pero desconcierta al que espera lo
habitual. «Se salió del tiesto».
La malagueña. El cante de Arcángel pesaba,
a veces quebrando sin llegar a perder las riendas. La ternura
y el coraje se alternaron en los tercios adueñandose
de la interpretación del joven flamenco. La ausencia
de programa llamó nuestra atención. La forma
tan peculiar de llevar el cante y el gusto con el que se esperaban
los remates casi no permitían distinguir el palo. Malagueñas
de Chacón y de la Peñaranda, también
una rondeña.
En las cantiñas rebuscó por Utrera e incluso
por Córdoba, magnificando esas interpretaciones que
Curro de Utrera hace con dominio y soltura. Una «ristra»
de fandangos, donde los del Gloria no faltaron, corroboraban
que Arcángel es virtuoso en melismas y conoce el cante.
Otra cosa es que lo reforme a su gusto, muy bueno por cierto,
pero al menos lo hace desde dentro y sin recurrir a otras
formas musicales.
Arcángel sabe dónde tiene que volverse y mantener
el respeto, sin que por ello renuncie a la innovación.
La seguiriya le valió para lucirse aún más,
ya que no hay palabras que describan la maestría con
la que las cantó. Yo me evadí preso de lo que
entraba por mis oídos, hipnotizado. Será por
eso por lo que soy incapaz de explicarlo.
Juan Carlos Romero hizo disfrutar al público con
un sólo de guitarra, cosa que vino haciendo durante
toda la actuación como si riñera con el cante:
coqueteando y a ver quién de los dos podía más.
No cabe duda de que su toque es admirable, limpio, sin excesivas
incursiones que se alejen de lo que suena flamenco, pero también
es cierto que en él se confirma que el papel que hoy
tiene la guitarra no es sólo el del acompañante
relegado a un segundo plano, sino que se luce por sí
misma. Es de agradecer si saca a relucir las maravillas que
salieron del instrumento, aunque se pueden hacer virguerías
y acompañar sin destacar tanto como lo hizo. Pongamos
por ejemplo a Juan Habichuela o al de Morón, entre
otros. Claro que cada uno tiene su estilo y enfoca su labor
desde perspectivas diferentes. El tocaor busca a la guitarra
pero el que canta se apoya en ella para aliviarse y no perderse.
En la soleá por bulería tanto de lo mismo,
hasta el punto de que sólo dos intervenciones fueron
las que acompañaron al toque. Arcángel emocionó,
Juan Carlos también.
Y por tangos siguió la noche. El joven artista continuaba
columpiándose y retó fructuosamente a los compases
del palo. Hizo de este cante otra bulería en tanto
que por su son cuadró letras que estamos hartitos de
escuchar por otros estilos. De veras que estuvo precioso y
asombró con su demostración. Paladeaba cada
tercio haciendo esperar al que venía, recreando el
flamenco, cosa que hace con todos los palos.
Su tierra debe estar orgullosa de haberlo visto nacer para
que luego lleve su nombre por las cimas del arte. Se despidió
por fandangos de Huelva retorciéndose en la silla,
dejando su sello entre palmas, en el eco de la sala.
El guitarrista y compositor José Almarcha publica el álbum "Un nuevo paseo" tras lanzar los sencillos "Raíz y Paloma”, una Soleá a Manolo Sanlúcar, “Baladilla de ...
Letras. José Esteban Rodríguez CosanoCante. Juan SotoGuitarras. Antonio Carrión y Luis Calderíto.Edita: Antequera Record S .L Por Antonio Nieto del ...
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario y obtener estadísticas en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo. Más info:Estoy de acuerdoLeer más