XL
FESTIVAL DE ALMERÍA
Habichuela en Rama, Arcángel
Miércoles, 23
de agosto, 2006. 2300h. Patio La Salle, Almería
Texto: Ruben Gutierrez
Tras el paso de Estrella Morente y José Mercé,
la cuadragésima edición del Festival Flamenco
de Almería se vestía con sus mejores galas para
recibir un buen colofón a estas jornadas flamencas.
Como suele ocurrir en la localidad cuando no se anuncia en
el cartel a algún artista de tintes más comerciales,
el público no llenó ni el medio aforo del recinto,
y eso que en las anteriores noches no había billetes,
una lástima para aquellos que comienzan en la afición
flamenca, porque el espectáculo “Habichuela en
Rama” junto con la actuación de Arcángel,
y los locales Alfonso Salmerón y Hércules Heredia,
ofrecieron una velada de esas que ya no quedan.
Tras la amable y elocuente presentación de Luis García
Yepes, periodista y aficionado local, comienza la noche con
el espectáculo “Habichuela en Rama”, del
cual carecíamos de antecedentes, y se nos presentó
en el escenario una chiquillería, a la que rápidamente
asociamos la palabra Química, y es que estos “habichuelicas”
son los miembros del citado grupo que están pegando
fuerte en la escena del denominado flamenquito, como ya hicieran
sus mayores con el grupo Ketama, pero, como es obvio, han
bebido de los caños del Sacromonte para conservar sus
raíces. Carlos Carmona, como tercera guitarra, José
y Antonio Carmona, junto con el Bandolero a las percusiones,
acompañaron a Josemi Carmona y su bajañí.
El menor de los Ketama interpretó varios temas de su
último trabajo discográfico junto con el bajista
Carlos Benavent, temas frescos bien arropados por sus músicos,
pero que en las falsetas Josemi nos demuestra que es un tocaor
flamenco.
Josemi & Pepe Habichuela (foto Rafael Manjavacas)
Por tangos y bulerías creemos
estar en la Calle Nueva o la Plazuela
Llegaría el turno para uno de los patriarcas de la
familia Habichuela, en esta ocasión Pepe, el cual precisamente
comenzó su carrera artística profesional en
la ciudad de Almería cuando contaba con dieciocho años,
el añorado Mesón Manzanilla. Él solo,
sin hijos, nietos o sobrinos, para deleitarnos por unas soberbias
tarantas, al que se añade posteriormente el “Bando”
para acompañarle en la soleá por bulerías.
Remata con todo el grupo, su hijo incluido, por alegrías
y bulerías, y nos regala un tema más, “Yerbagüena”,
una de las composiciones del disco que grabara con los músicos
hindúes de los Bollywood Strings. Es que Pepe nos ha
demostrado más de una vez que es una de las más
grandes y versátiles guitarras de los últimos
tiempos – Josemi ha tenido el privilegio de tener un gran
maestro. Un buen espectáculo que esperemos volvamos
a ver pronto por la geografía flamenca, aunque algo
escaso de cante, pero esta noche este particular no se hizo
notar con lo que nos esperaba.
Era el turno para un cantaor almeriense, gitano de pura cepa
y del barrio de Pescadería. Vive en una cueva con las
mejores vistas de la ciudad, escribe letras para Potito o
Montse Cortés, compadre del Tomate, hijo del Pirri,
y lleva muchos años cantando en los diversos grupos
de baile flamenco que van surgiendo en la capital almeriense.
Nos referimos a Hércules Heredia, acompañado
del también almeriense Antonio Luis López a
la guitarra, de la cual es un gran estudioso, como lo corrobora
el hecho de haberse graduado en la primera promoción
del Conservatorio Superior de Guitarra Flamenca de Córdoba.
Como no podía ser de otra forma, escuchamos el primer
taranto de la noche, y una soleá de ecos añejos,
que nos recordaba al barrio de Santiago o a la mismísima
Utrera, templada, sin artificio alguno. Posteriormente se
hace acompañar por Pescaíto y Rilete a las palmas,
y de esta manera por tangos y bulerías, creemos estar
en la Calle Nueva o la Plazuela, pero sencillamente no hemos
salido del flamenco barrio de La Chanca y Pescadería.
Un recital de facultades técnicas
y gusto musical
Llegará el plato fuerte de la noche. Lo viene demostrando
en los últimos tiempos, y si en esta ciudad era ya
una realidad, confirmó su alternativa, y de qué
manera. Arropado por Miguel Ángel Cortes y Dani Méndez
a la sonanta, y Chico Fargas al djembé y el cajón,
el onubense volvió loco al personal allí congregado
con sus coplas, soleá por bulerías, y por qué
no decirlo, por la malagueña de Arcángel, porque
hacía tiempo que no escuchábamos algo así,
con permiso de Don Antonio Chacón y Enrique El Mellizo,
con Dani Méndez al toque, y con su inseparable compañero
de fatigas Miguel Ángel Cortés por seguiriyas.
Arcángel & Miguel A. Cortés (foto: Paco
Sánchez)
Descansó Arcángel para que el granadino interpretara
un tema de su trabajo “Bordón de Trapo”
en el que los tres músicos ofrecieron un recital de
facultades técnicas y gusto musical. Una vez repuesto
el cantaor, todos juntos nos llevaron a Cádiz por tangos
y alegrías. El publico está a gusto, pero Arcángel
más, y el final será una serie de cantes de
su tierra que, recorriendo tanto la sierra como recordando
a Paco Toronjo, puso al público y a él mismo
en pie.
Cuando Alfonso Salmerón subió al escenario
se encontró con una papeleta difícil de solventar,
Arcángel lo había hecho magistralmente, pero
el almeriense afincado en Madrid desde hace muchos años,
donde ha grabado nueve discos, justificó por que ha
actuado en los principales tablaos, destacando las largas
temporadas en el Torres Bermejas. Acompañado por el
tocaor madrileño Rafael Andujar, y su hijo A. Salmerón
en la sección rítmica, interpretó con
gran maestría alegrías, soleares, tangos y bulerías
de Cádiz, para despedirse por fandangos. Aunque era
bien entrada la madrugada, la mayor parte del publico congregado
esa noche aguardó hasta el final del recital de Alfonso
Salmerón para agradecerle su buen hacer y saber flamenco.
Un buen broche para el festival pero en el que se sigue echando
en falta el baile, el cual no se ha prodigado lo que debiera
a lo largo de su historia, pero nos fuimos con un gran sabor
de boca que nos hizo dormir plácidamente esa noche,
como si no quisiéramos despertarnos para no enterarnos
de lo ocurrido. Mi humilde respeto y admiración, descansa
en paz Fernanda de Utrera.
