Apoteósica inauguración de la Bienal de arte flamenco de Málaga
La cosa empezó mal, con discursos. Menos mal que le daban un homenaje y una estatuilla a Carrete, y es ver la estampa del bailaor y te cambia la cara. Carrete es lo que llaman en otras latitudes un excéntrico, un personaje que está dentro de un estilo que enfrenta con comicidad. Es probable que Carrete sea un ser humano de otro tiempo: Zapatos de dos tonos, levita de pachuco, sombrero de ala ancha modelo Pedro Navaja y -ojo al dato- todo envuelto en una gitanería de vértigo en un hombre que dicen que ha cumplido los 83 años.
Se abre el telón comienza la 8 Bienal de Arte flamenco de Málaga dirige la gala Manuel Liñán, aparece el elenco al completo que se abre para mostrar al homenajeado sentado en su trono. Tres bailaores de aúpa le rinden pleitesía con sus mejores artes. El Yiyo, Alfonso Losa y Manuel Liñan, lo mejor de cada casa. Canta Sandra Carrasco.
Todo parece medido cada posición y cada paso. Es noche de estreno de una gala que viajará allende nuestras fronteras. Una semana de ensayos, recuerden la ética de trabajo de Antonio Gades en las películas de Carlos Saura. Pero aquí no hay relleno, todos los bailaores son cabezas de cartel. Aquí no hay cuerpo de baile. Todos y cada uno de los interpretes, ayudan y jalean.
-como en un tablao.
Para nada. En un escenario inmenso y negro, limpio de micros y monitores donde nadie puede esconderse ni salirse de la marca. Donde no hay descanso si fuera una película sería un plano-secuencia, sin cortes, sin pausas. Rítmo, rítmo… pero a compás.
¿Recuerdan la primera secuencia de ”Apocalipse Now? (F.F. Coppola 1979) Martin Sheen tiene una pesadilla en una achicharrada habitación de Saigón, las aspas del ventilador se confunden con las de los helicópteros. El sonido atraviesa de izquierda a derecha, la sala de cine. Se acabó eso de tú tocas, yo canto, el otro baila. Ahora hay que ser cantaor, actor y un poco acróbata y sostenerse en la marca debajo del foco y aguantar el tipo y cantar…¡y cómo canta Sandra Carrasco!.
Y la escena se mueve como un reloj pero falta algo, que entre el movimiento de sillas y de gente la música brote con el mismo músculo de los bailaores. Y la cosa va creciendo, el sonido se ajusta y ¡por fin! El arte nos llega entero como en el sueño de un niño que un día quiso ser Fred Astaire y que tenía más espectadores que cualquiera que estuviera en la calle buscándose la vida, alguno se quejó de que le birlaran clientes y monedas y terció la compañera de Carrete:
-Ese niño tiene más arte que tú
Aparece el Yiyo y le hace un homenaje a Carrete y al sueño flamenco de Fred Astaire bailando claqué a un compás que da vértigo contarlo. Y la escena su mueve y se llevan las sillas y de pronto aparecen al borde del escenario Kike Terrón, el cajón y los tocaores y el cante se hace presente, cuando llega el turno de las guitarras de Francisco Vinuesa y Javier Ibáñez se ponen de pié y tocan frente a frente una pieza que soy incapaz de distinguir si es un palo flamenco u otra cosa. No importa, es muy bonito. ¿Se acuerdan de cuando Paco de Lucia salió al escenario y se quitó la corbata y la chaqueta y cruzó las piernas? Se armó la de Vietnam ¡Apocalipsis! Gritaron los apocalípticos.
A Carrete lo olvidaron en Málaga y en Malagón hasta que en el 2007 lo recuperó José Luis Ortiz Nuevo y ya desde entonces le hacen homenajes casi todas las temporadas y me cuenta Rafa que Carrete ya hacía lo de andar con las rodillas que heredó Tomasito, otro excéntrico memorable.
Total, que después de la apoteosis de El Yiyo, subimos un peldaño con un dueto entre Alfonso Losa y Manuel Liñan. A esas alturas el cante de David Carpio y Antonio Campos le daban las replicas masculinas a la Carrasco que se había quedado cantando sola al borde del escenario cuando apareció Alfonso Losa por el otro lado con bastón y mirada desafiante. Lo que vino después fue una lección de baile indescriptible, así que lo mejor es que lo vean.
¿Qué podía llegar después? ¿Cómo subir el escalón? Y salió Manuel Liñán con mantón y bata de cola, con la cara lavada. Nadie baila así ¡qué arte! Si quieren una razón para llorar se pueden fijar en los tobillos que parecen de bailaora de la posguerra. Lo demás es sublime.
Y quedaba cerrar el homenaje a Carrete en el que el protagonista jugó con la idea que tenemos de los abuelos, que en cualquier momento se van a romper algo. Y sin embargo, se quitó la levita, se ajustó la faja y el refajo, se hizo un nudo con sus limitaciones y sacó su ombligo a pasear.
Por la mañana, olía a ¡Victoria!
Gala Flamenca. Bienal de arte flamenco de Málaga.
Baile: Manuel Liñán, Alfonso Losa, El Yiyo y Carrete de Málaga.
Cantaores: Antonio Campos y David Carpio
Artista Invitada: Sandra Carrasco
Guitarras: Francisco Vinuesa, Javier Ibañez
Percusión: Kike Terrón
Equipo técnico: Alvaro Estrada y Ángel Olaya
Dirección: Manuel Liñán
Coreografía: Manuel Liñán, Alfonso Losa, El Yiyo. Diseño de Iluminación: Álvaro Estrada
Producción: FLAMENCO FESTIVAL
Fotografías & vídeo @Manjavacas.flamenco
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