MÁLAGA EN FLAMENCO
Ciclo: Siete producciones
«Puertas Adentro»
Compañía de Antonio El Pipa
Domingo, 26 de agosto, 2100h. Teatro de Las Lagunas, Mijas
Texto: Ruben Gutierrez
Fotos: Rafael Manjavacas
LUCES Y SOMBRAS
Dirección, baile y coreografía: José Luis Montón y Pascual de Lorca. Cuerpo de Baile: Marta Fernández de Córdoba, Alejandra Gudí, Sandra Rosán, Marina Ayala, Ana Utrera.
Se estrenaba un nuevo ciclo de los siete que se compone Málaga en Flamenco. Es una de las novedades que presenta este festival, y es que hace unos meses se convocó un concurso para que los artistas presentasen sus producciones. Fueron cuarenta las que concursaron, cinco las seleccionadas y dos invitadas, una de ellas, el último montaje que ha puesto en escena Antonio El Pipa. Auspiciado por la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco y el Ministerio de Cultura, el jerezano ha querido mostrarnos su mundo interior, esa vida intima de un artista, que ni siquiera aparece en la prensa rosa.
Macarena Rámirez/Christian de los Reyes
De una manera muy atrevida comienza el espectáculo, el cual esta influenciado por los versos de Miguel Hernández en su poema “Las tres heridas” que comienza cantando Montse Cortés, con música de José Luis Montón. Se presenta El Pipa con sombrero para bailar por peteneras una vez que el cortejo fúnebre nos sitúa en la primera herida, la de la muerte. Podemos observar un Pipa más evolucionado, saliéndose del corsé del baile de Jerez, donde predominan los giros y el braceo antes que el taconeo, aunque el baile se ve deslucido por una mala iluminación. Este número trae el recuerdo del fallecimiento de su madre que tuvo lugar no hace mucho tiempo. Entre la Tía Juana en el escenario para hacernos recordar la infancia de El Pipa, que se transfigura en el baile de Christián de los Reyes, un niño de nueve años que ya apunta maneras de bailaor, junto con el cuerpo de baile, que luce coloridos vestidos como así nos tiene acostumbrados esta compañía, para bailar por bulerías, e irán apareciendo el resto de los cantaores del atrás. Nos llevamos una grata sorpresa con “El Boquerón”, cantaor de avanzada de edad, pero con mucho gusto, que nunca antes habíamos escuchado. También toma parte en el baile Maria del Mar Moreno. La jerezana ha sido nuevamente invitada por Antonio para que exhiba su dominio del baile parao de Jerez. Tras un apunte por alegrías en un paso a dos entre Christián y el Pipa, se cierra por cabales esta primera herida.
Su mundo interior, esa vida intima de un artista, que ni siquiera aparece en la prensa rosa
La segunda, la de la vida, es un tránsito por el aprendizaje que ha realizado, el del barrio de Santiago desde su nacimiento. Con letra del cantante David de María, también de la ciudad del vino y los caballos, Monste Cortés cante un preciosa nana a ritmo binario y vestida de blanco inmaculado, mientras mece la cuna que simboliza el nacimiento del segundo hijo de El Pipa. El júbilo llega con la guajira, donde otra jovencísima Macarena Ramírez, de tan solo quince años de edad, y que se ha hecho famosa tras interpretar el papel de la adolescente Lola Flores en su reciente biografía filmada. Dejó detalles de buena colocación en el escenario, y su gracejo juvenil, con falda corta incluida, nos deleita en este sensual baile. Igual de emotivo es el baile que ejecutan El Pipa y Christián al son de la Fiesta en el Barrio de Santiago del disco “Canta Jerez”. El Pipa instruye a su alumno en el baile de la bulería por soleá, con las soberbias voces de Diamante Negro, Sernita o Tío Gregorio el Borrico. Este año se cumplen cuarenta de la edición de este magistral disco.
La última herida, la del amor, nos introduce de lleno en una fiesta jerezana, con los cantaores alrededor de una mesa haciendo nudillos al más puro estilo de un antiguotabanco. Se suceden las coreografías y los bailes al compás de la amalgama con los colores rojo y blanco como protagonistas del vestuario. Las puertas que configuran la escenografía del escenario se abren de par en par para recibir la esencia del flamenco de la milenaria Astia Regia. La desgarradora voz de la Tía Juana es el complemento ideal para un último baile de El Pipa por soleá, aunque esta última parte nos recuerda demasiado el anterior montaje de la compañía, “ De Tablao”, que precisamente se estrenó en la pasada Bienal y que ha recorrido los mejores auditorios del orbe flamenco. Tras una ovación cercana a los diez minutos la compañía ofrecería su fin de fiesta donde tanto la Tía Juana como el Pipa se encontraban muy emocionados con lágrimas en los ojos. Si nadie es profeta en su tierra, EL Pipa ha encontrado en Málaga una patria de adopción que le entrega el pasaporte que le abrirá nuevamente las puertas del éxito con este espectáculo.