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Cante: Ana Salazar. Piano: Pepe Rivero. |
Por Edith Piaf
Tras el disco “Chansón Flamenca”, un
homenaje flamenco a la canción francesa, una de las artistas
que participaba en el espectáculo que se montó a raíz
de este trabajo, la cantante y bailaora Ana Salazar ha grabado “Ana
Salazar canta a Edith Piaf ”. En la misma línea
que el anterior, con aires flamencos, el disco es un homenaje a
la mítica cantante francesa coincidiendo con el cuarenta
aniversario de su muerte. El disco ha recibido numerosos reconocimientos
en el país galo, como el Gran Premio Sacem (la SGAE francesa)
2003 de la Chansón Francesa.
idea de llevarlo a escena ya es un hecho. El Instituto francés
de Madrid acogía la presentación de este espectáculo
en el que Ana Salazar va dando su punto flamenco a once temas de
Edith Piaf traducidos al castellano, desde “Padam”
a “La vida en rosa” pasando por “El
acordeonista”, “No me arrepiento de nada”
o “Himno de amor”, entre otros. Ana Salazar
hace su primera aparición a lo garçon en un escenario
a modo de los cafés cantantes franceses. Con su voz dulce
y cálida va reinterpretando las canciones de Edith Piaf metiendo
no sólo su acento flamenco, sino también una pincelada
de baile en aquellos momentos que para ella lo requieren. Un baile
flamenco sentido con toques contemporáneos en su braceo,
entre los ritmos de tangos, bulerías, tientos, rumbas y soleá
por bulerías que se entremezclan sutilmente con la balada
y el jazz, obteniéndose una bonita mezcla en los temas que
llevan la dirección musical del percusionista Guillermo McGill,
con una conseguida interpretación por un buen plantel de
músicos. La pena es que en ocasiones el sonido de los instrumentos
tapaba la voz de Ana Salazar, especialmente en los temas más
movidos y con micro inalámbrico, haciendo que algunos fragmentos
de su interpretación no se percibieran con claridad.
Imágenes de Edith Piaf y el sonido de su voz en tributo
a la artista dan lugar a un segundo bloque en el que Ana vestida
de rojo aborda los temas más intimistas, donde consiguió
momentos muy emotivos, como en la pieza “Himno de amor”.
Con “La vida en rosa” por rumbas se cierra
el concierto que fue muy aplaudido por el público.
Una gran entrega de Ana Salazar que no para de cantar y bailar
durante más de una hora, en este espectáculo envuelto
en aires flamencos, apto para todos los públicos, especialmente
para los amantes de Edith Piaf que quieran disfrutar de otro punto
de vista de las canciones de esta gran dama de la canción
francesa.
Texto: Sonia
M. Pariente