Texto: Estela Zatania
Fotos: Ana Palma
Ana Morales «Los pasos perdidos»
Domingo, 21 de febrero, 2016. Jerez de la Frontera
Especial XX Festival de Jerez – Toda la información
El domingo en el Festival de Jerez, pudimos ver las nuevas propuestas de tres artistas, jóvenes pero experimentados, que siguen luchando para encontrar su camino y ampliar horizontes.
ANA MORALES «LOS PASOS PERDIDOS»
Teatro Villamarta, 2100h
Idea original, coreografía, dirección artística, baile: Ana Morales. Cante: Juan José Amador, Miguel Ortega. Guitarra: Rafael Rodríguez. Piano: Pablo Suárez. Percusión: Daniel Suárez. Colaboración especial: Salvador Gutiérrez. Artist invitado: David Coria. Participación de la Escolanía de Los Palacios. Director musical de la Escolanía: JJuan Manuel Busto.
En el Teatro Villamarta, escenario principal y cuartel general de este venerable festival, la joven catalana, Ana Morales, vino con su más reciente trabajo, «Los pasos perdidos». La bailaora ha ido afrontando retos y cosechando la admiración del gran público y de la afición desde hace unos quince años, y anoche en el teatro ha escalado otro peldaño.
«Los pasos perdidos» sigue la línea de las obras «negras», escasa iluminación y abundante conceptualidad. Está estructurada en tres escenas de libre configuración, sin argumento explícito. En la primera sección, fue notable la serrana respaldada por las angélicas voces de la Escolanía de Los Palacios, muy bello.
En la segunda parte, Rafael Rodríguez interpretó danza mora donde no faltaba su inconfundible pizzicato, y acompañó la larga soleá de Morales que lucía bata de cola. Es de las pocas bailaoras que logra dominar la bata sin saltos continuos, como las antiguas.
La falta de luz se mantiene para unas guajiras y una vidalita, y Rafael toca la farruca de Sabicas para el baile de Ana, seguida de tangos del Piyayo.
Como ocurre a menudo, la clave principal es el excelente atrás. Las voces de Juan José Amador y Miguel Ortega no necesitan mis elogios porque todo aficionado conoce la capacidad de ambos. Y otro tanto para la guitarra de Rafael Rodríguez con su delicioso sonido vintage, dicho en el mejor sentido, además de Daniel Suárez y la colaboración de Salvador Gutiérrez.