Alonso El Purili, Manuel de la Tomasa y Manolo Franco «Contrastes»– Flamenco Madrid
Si Ava Gardner levantara la cabeza
José Manuel Gómez Gufi
“Cuanto más y mejor flamenco haya en Madrid, mejor nos irá a todos” repite Juan Manuel del Rey, director de El Corral de la Morería, el local que ve pasar a la flor y la nata del flamenco desde los años cincuenta. Años en que Ava Gardner cerraba todos los garitos flamencos de la ciudad , de 1952 a 1967, y si se quedaba con ganas se llevaba a los flamencos a su casa, aunque subiera a quejarse el mismísimo Perón, el expresidente de Argentina.
Ava se fue a vivir a Londres y cuando la llevaron unos discos para curar la nostalgia dijo aquello de: “no es lo mismo”. Hay gente que piensa que el flamenco es como las drogas duras en un sentido: sea como sea la manera en que te hayas aficionado, es muy difícil salir. Así que hay gente que bromea con que hay que prohibirlo: “como los toros en Cataluña, a ver si así ponen un programa en TVE y le dedican un montón de páginas los periódicos”. Y ahí vuelven los aficionados a tirar de ironía: “desde que Rosalía ha puesto de moda el flamenco, los periódicos no hacen otra cosa que… hablar de Rosalía”.
Si Ava Gardner levantara la cabeza… se habría llevado al Purili y a Manuel de la Tomasa… a cantar hasta reventar. Alonso Purili y Manuel son dos de las grandes promesas del cante jondo, estudiosos y curtidos en las esencias del cante. Ambos frisan los veinte años pero llevan media vida en el arte (literal, desde antes de tener sentido común flamenco) y los profetas han dicho que son el futuro, porque lo suyo es interpretar el pasado, así que han pasado por los cenáculos madrileños (la sala García Lorca y el Círculo Flamenco) donde se reúnen los mejores aficionados que conoce el cronista.
Comenzaron mano a mano cantando a palo seco, luego apareció Manolo Franco, una institución de la guitarra.
El Purili se anunció por taranta y al rato estaba cantando:
“Ay mi muchacho
que hace tres días que yo no lo veo
a dónde andará mi muchacho
si estará bebiendo vino
y me lo traen a mi borracho
ay si alguna mujer me lo ha entretenío”
Ya se ve, por el contenido, que la copla es vieja; lo grabó Bernarda con Juan Habichuela en los tiempos en que la Gardner andaba de tablao en tablao por los “madriles”. Ahí es donde uno mira a su alrededor pa ver quién se identifica con el relato y se ve que no, El Purili está cantando fetén pero ¿quién se cree la copla? ¿los guiris?
Repetimos: NO hay guiris pa tanto flamenco. Los guiris (entendido como las personas que vienen de fuera del flamenco) son el mejor público que conozco. Hay gente que te ve tomar notas y pregunta:
-¿Qué ha dicho?
– No tengo ni idea.
Total, que si hubiera estado Ava presente le hubiera metido un meneo al Purili, que siguió cantando cosas de su bisabuelo:
-“diez céntimos le dí a un pobre…”
¿Cómo te identificas con algo así? ¡Está hablando en pesetas! ¡Un chaval que ha nacido en el 2000!
Se supone que aquí lo que no hay que hacer es un comentario de texto, que hay que hablar de cante, pues lo que se dice cantar, cantó “sobrao”.
Y llegó Manuel de la Tomasa con un traje color vino para salir a triunfar en donde sea, y también cantó añejo. Empezó anunciando cambios en su guión, iba a cantar por malagueñas “pero Alonso me ha inspirado y lo voy a hacer por soleá” y nos encajó una de toros:
“Sevilla tiene a Curro/ Jerez a Rafael” lo cual quiere decir que la copla tiene unos años porque el que se juega el arte y el tipo en esta feria de San Isidro viene del Perú.
Cantó por alegrías y se entonó por seguiriyas, empezó sentado y las acabó mejor al aire, a pleno pulmón. No es algo habitual cantar las seguiriyas de pie y fue lo mejor de la noche con la sobriedad de la guitarra de Manolo Franco.
Videos:
Fotografías (MJ. Lara)