|
Salomé supone el regreso de Aída
Gómez a los escenarios tras su salida del Ballet Nacional.
Ya presentó este montaje de su propia compañía
en el pasado Festival de Jerez, lo ha paseado por San Sebastián
de los Reyes y lo ha estrenado en Madrid capital dentro del ciclo
Madrid en Danza. Para esta nueva aventura, Aída ha contado
con la estrecha colaboración de Carlos Saura que se ha encargado
de la dirección escénica y que también ha rodado
una película cuyo estreno no tiene fecha fijada aun, quizás
para después del verano. La coreografía de José
Antonio es otro de los alicientes de esta obra en la que sus creadores
han querido mostrar a una Salomé sensual y apasionada.
La función comienza con una introducción
que no tiene nada que ver con la obra, pues se muestran los ensayos
de la compañía. Se intuye como una especie de dedicatoria
a las academias.
En la obra es omnipresente el estilo del
director Carlos Saura, una decoración de gamas cálidas,
como ya hizo con Storaro en su película «Flamenco»
o figuras bajo una luz intermitente que dan un efecto muy cinematográfico.
Son algunos de los efectos propios del director.
El vestuario y especialmente la música
de Roque Baños con la colaboración especial de Tomatito,
tienen un marcado carácter oriental, desde las bulerías
hasta las sevillanas que bailan toda la compañía.
También la coreografía fundamentalmente basada en
el clásico español dentro del campo interpretativo,
tiene un estilo arabesco.
Aída demuestra ser una bailarina polifacética
y con mucha capacidad resolutiva: hace un paso a dos con San Juan
Bautista en estilo clásico o un solo por bulerías
también de corte clásico, pero sin duda su número
más destacado es una danza de los siete velos, donde logra
momentos de gran intensidad. La bailarina lleva el erotismo de Salomé
a su máximo exponente haciendo un desnudo, que todavía
sorprende en la danza española.
Sabido es que el narcisismo de Salomé
conduce al desenlace de la obra, la decapitación de San Juan
Bautista por Herodes, resuelta de una forma un tanto surrealista
donde vaga con la bandeja.
Salomé, la leyenda bíblica
llevada a obra teatral por Oscar Wilde, encuentra en el lenguaje
del baile español un excelente medio de transmisión
y la compañía de Aída Gómez con profesionalidad
hace de la mano de Carlos Saura y José Antonio su renovada
visión del personaje.
.