15 FESTIVAL FLAMENCO CIUTAT VELLA
|
||||
Agustín Carbonell “El Bola” – Fernando Terremoto – Rafaela Carrasco – Los Manolos Falló. Afortunadamente falló la predicción meteorológica que anunciaba lluvias el sábado e incluso algún chubasco tormentoso a última hora de la tarde. Y eso es algo casi milagroso, porque antiguamente las predicciones meteorológicas eran más que nada orientativas, pero hoy, con tanto satélite pululando sobre nuestras cabezas, una predicción meteorológica es una sentencia… Sin embargo, en el caso de ayer, el cielo desafió a los meteorólogos y quiso esperar a que terminara de bailar Rafaela Carrasco. Todo un acierto.
Antes de Rafaela, Fernando Terremoto había templado el ambiente. Con las bulerías por soleá se sacudió los nervios y se ganó al público. Después, hizo un temple magistral a media voz para preparar la granaína y malagueña del Mellizo, que cantó con un gran envoltorio emocional, si bien se reservó un poco en el segundo cante. Lo que sí notamos es que dentro de su clasicismo jerezano, Fernando Terremoto va siendo cada vez más personal: sus giros y sus modos propios van asomando cada vez con más descaro, y eso siempre es una buena señal. En las siguiriyas fue llevándonos de fuera a dentro y de dentro a fuera con enorme dramatismo, pero sin llegar a romperse. Donde sí echó el resto fue en los fandangos, cantados de pie y sin micrófono. Y donde el público gozó definitivamente fue en las bulerías, cantadas también sin micrófono y acompañadas por unas pataítas del cantaor. Alfredo Lagos: como siempre, es decir, espléndido en la guitarra. Y destacar también el soniquetazo de Bobote y Eléctrico. No tuvo tanta suerte Agustín Carbonell “El Bola”, cuyo recital en el Hall a las 20:00 quedó un tanto plano y deslavazado. Conocemos el talento de este guitarrista madrileño, pero ayer quedó bastante difuminado. No lograba sacar un sonido limpio de su guitarra y tampoco ésta llegaba a tener profundidad. Y además, el sonido del cajón empañaba también la escasa nitidez de ideas que presentó el de Lavapiés.
Y como fin de fiesta, Los Manolos, aquellos experimentados y famosos rumberos del boom lolailo de hace algunos años y que ahora volvemos a ver nuevamente en televisiones y escenarios. Desde luego, tienen una marcha increíble y todas las tablas del mundo, así que el personal se lo pasó pipa con ellos. Y cuando finalizaba la actuación de Los Manolos, la lluvia se dejó caer por Barcelona. Esa Barcelona exuberante, clásica, cambiante, antigua, vanguardista, diversa y atractiva que nos ha acogido estos días y que ha logrado arrancarnos la promesa de volver. El Festival Flamenco Ciutat Vella es un buen motivo, pero siempre puede encontrarse una buena excusa para venir a la Ciudad Condal. Especial Ciutat Vella 2008 «CARAMA» – Programación – Reseñas – Fotografías |