Backstage de lo jondo
Rafael Manjavacas
@rmanjava
Director DeFlamenco.com
Aprovecho las oportunidades que tengo cada día para disfrutar del flamenco y lo que rodea este arte.
Especial 57 Festival Internacional del Cante de las Minas
Alfredo Tejada obtiene la Lámpara Minera 2017 en una gran edición del festival del Cante de las Minas.
Alfredo Tejada, un brillante cantaor que cuenta con una larga trayectoria en el cante para el baile y también como cantaor p’alante, obtiene un merecido reconocimiento con la Lámpara Minera 2017, que representará sin duda alguna, un impulso merecido a su carrera artística. Consiguió el el premio por Mineras, Cartageneras, Soleá y Farruca. En el cante, otras dos finalistas optaban a la Lámpara Minera, la extremeña Esther Merino que se llevó el premio de Tarantas y Ana Isabel Rodríguez Rosado “Anabel de Vico” el premio por Malagueñas. Bien es cierto que quedaron demasiados premios ‘desiertos’ como el de seguiriyas, serrana, murciana, fandangos, levantica, cantes de Granada, Cordoba y Huelva y el especial para jóvenes cantaores, por lo que aparte del éxito de Alfredo Tejada no se puede considerar una final de gran nivel. Todas las quinielas daban ganador a Alfredo Tejada, pero la minera hay que cantarla y convencer al jurado y al público, como así fue, y es que las otras dos cantaoras finalistas gozan de una amplia experiencia en los diferentes concursos y dominan este tipo de cantes.
En la categoría de baile flamenco, disfrutamos enormemente, tanto en las semifinales como en la final. El bailaor sevillano Fernando Jiménez se alzó con “El Desplante” con un baile por tarantos y una magnifica farruca, quedando el segundo premio para la joven chiclanera Macarena Ramírez que aportó aire fresco en su baile por taranto y estuvo inmensa por alegrías con mantón y bata de cola. Un concurso de baile flamenco de un altísimo nivel, hay que destacar el gran nivel de los otros bailaores en las semifinales, José Maldonado en su baile por tarantos y alegrías derrochó técnica, elegancia y aplomo, delicioso ver bailar una vez más a la jerezana Soraya Clavijo con una magnífica coreografía por tarantos. También tuvo mucho éxito entre el público la murciana Mayse Márquez y el cordobés Ángel Reyes, aunque tenían difícil pasar a la final por el alto nivel de los otros participantes. El baile más personal, el de pellizco, lo aportó la bailaora madrileña Vanesa Coloma en su baile por taranto y por soleá.
En los mentideros de La Unión se hablaba de Fernando Jiménez como claro finalista y había muchas dudas sobre quién debía de acompañarle a la final entre José Maldonado y Macarena Ramírez que finalmente fue la elegida por el jurado. En el concurso de baile del Cante de las Minas se percibe una gran intensidad y competencia, con excelentes coreografías y unos músicos ‘de atrás’ de auténtico lujo, no os perdáis los videos en nuestro canal de Youtube.
Para el ‘Bordón Minero’, las apuestas iban dirigidas hacía un nuevo ‘desierto’, ya que no era fácil determinar un claro favorito y los precedentes así lo presagiaban, finalmente pasaron tres finalistas y el jurado determinó que el alicantino Alejandro Hurtado debía alzarse con el preciado trofeo y Luis Medina e Israel Cerreduela como 2º premio compartido.
El trofeo “El Filón” en la categoría de Instrumentista Flamenco se vendía caro, son muchos los músicos que hacen flamenco a través de los diferentes instrumentos, piano, flauta, saxofón, marimba, violín y hasta un charango que ha participado este año. Los favoritos eran Sergio de Lope, músico ya con experiencia -fue segundo el año anterior- y Pablo Suárez que acudió con su grupo al completo ‘Camerata Flamenco Project’. Finalmente fue el flautista cordobés Sergio de Lope el que se llevó “El Filón” y Pablo Suárez un segundo premio, que sabe a poco.
Nuestras felicitaciones a los ganadores del concurso que -al margen de los premios económicos- tienen la oportunidad de poner los cimientos para impulsar una importante carrera profesional.
En esta edición parece que hubo consenso entre el jurado y el público que salió conforme con los resultados. La disconformidad del público estuvo en el retraso de la final, que estuvo precedido por la entrega de un Castillete de Oro al Principado de Asturias y la actuación previa de Marisa Valle Roso que hicieron que la final comenzará sobre las 23.00h y terminará cerca de las 3 de la madrugada, sumando la media hora de espera por la deliberación del jurado agotaron la paciencia de buena parte del público.
Y es que pese a los agoreros y desagraviados que siempre ponen en duda la necesidad y continuidad de los concursos, La Unión sigue siendo un lugar de peregrinación de cientos de aficionados al flamenco llegados de todos los rincones (y peñas) del mundo que llenaron el Antiguo Mercado Público “Catedral del Cante” en los días de concurso. También tuvieron éxito las galas flamencas, que gozan de un público estable que acude cada año, pero para llenar las más de 1000 localidades habilitadas depende en gran medida de la programación ofrecida y la difusión previa.
Pero no “todo es de color”, el Cante de las Minas es una marca muy consolidada y mediáticamente es el festival de flamenco más importante, pero no basta con parecerlo. El Festival adolece de la falta de un responsable artístico o director claro, sabemos que institucionalmente es el alcalde, pero ¿quién se encarga de la programación del festival, agenda cultural y resto de actos? Reconociendo el acierto en esta edición de las galas flamencas, tan sólo reprochar la inclusión del famoso “violinista flamenco”, aunque el público saliera encantado y fuera Juan Pinilla, que anunciaban como ‘artista invitado’ el que aprovechara la oportunidad para reivindicarse como un gran artista de lo jondo. Imperdonable también la inclusión de la obra “Aquel Silverio” del Ballet Flamenco de Andalucía que tuvo que ‘adaptar’ y ‘recortar’ su espectáculo en más de media hora por que el escenario no reunía las condiciones técnicas. Ignoramos si cuando se contrató se sabía que no cumplía las condiciones técnicas o se dieron cuenta la noche de antes.
En lo referente a las actividades paralelas, que todos los festivales flamencos importantes incorporan, en el Cante de las Minas no faltó la actuación en la mina Agrupa Vicenta a cargo de Antonia Contreras, ganadora de la Lámpara Minera en el año anterior. Bien es cierto que estaba programada para una ‘Madrugá Flamenca’ y rechazó actuar -con buen criterio- en la ridícula carpa habilitada. En el apartado dedicado a la formación un curso de Cantes de Levante a cargo de Juan Pinilla, del que los alumnos hablaban maravillas, taller de guitarra flamenca por el unionense Antonio Muñoz y de baile por Lucía La Piñona, además cursos de instrumentista flamenco por parte de Oscar de Manuel, el que fuera Filón hace unos años.
El ciclo denominado “Cante en la calle” creado para acercar el flamenco a los unionenses que no pueden asistir a las galas del festival, se creó con gran éxito en la pasada edición, pero en esta se ha completado con diversas actividades, algunas de interés, pero muy lejanas al título del ciclo. Pintura, desfile de faldas, trovo, cortes de jamón, cajón en familia y sí, al final una actuación de cante, que parece no estaba prevista. Una oportunidad perdida.
En la agenda cultural, se ha mirado a La Unión más que nunca, a las figuras de Pencho Cros y Asensio Sáez, que son una referencia en torno a la ciudad y al Cante de las Minas y todos los actos y conferencias han sido relativas en torno a La Unión, pero dado el carácter internacional y flamenco del festival, no debería de ser incompatible con otras actividades vinculadas al flamenco como podían haber sido Camarón en su 25 aniversario u otros artistas desaparecidos recientemente como Juan Habichuela, Menese o el Lebrijano. Hubo una presentación de un libro sobre fotografías históricas del festival, pero el libro no llegó a tiempo y también una presentación de disco, de nuestros amigos del Malacate Flamenco, que tampoco llegó a tiempo.
Al final, el brillo de la ‘Lampara’ y la foto de los ganadores es lo que queda en el recuerdo de cada edición, estos detalles de organización no llegan a transcender, más allá de las guerras internas entre los políticos locales. Unionenses, únanse y trabajen juntos para que su Festival vuelva cada mes de agosto a ser el foco del mundo del flamenco.