Manuel Agujetas, Manuel Moneo, Fernando de la Morena, Luis El Zambo, Capullo de Jerez y El Torta trasladan al escenario un disco conjunto
El bailaor Eduardo Guerrero presenta ‘’De Dolores’ dentro del ciclo Los Novísimos No obstante, el baile seguirá siendo protagonista en la jornada de mañana en el certamen, con la presencia del gaditano Eduardo Guerrero que, en el ciclo Los Novísimos de Sala Compañía, pondrá en escena su primera propuesta en solitario: ‘De Dolores’. ‘VORS Jerez al cante’ convierte el proyecto patrocinado por BBK en “una suma de homenajes”, en palabras de José María Castaño. El primero de los reconocimientos es hacia una generación de artistas cuya “escuela natural del cante han sido las calles”. Una forma de decir el flamenco entendido como “vehículo de la emoción”. El segundo de esos reconocimientos es hacia la cultura de la ciudad, personalizada en el vino. De ahí que, tanto el título del disco como del espectáculo, hagan referencia a los “vinos añejos y excepcionales” expresadas en las iniciales inglesas VORS (Very Old Rare Sherry). “Cantes hechos vino”, que diría José María Castaño. Asimismo, se palpa en este trabajo el recuerdo emocionado a artistas que “iban a estar en la grabación” como Fernando Terremoto y el guitarrista Moraíto, pero a los que la vida se les truncó de forma aciaga y repentina. Y, finalmente, el último de los reconocimientos corresponde a uno de los impulsores del proyecto, Alfredo Benítez, quien ha tardado más de 20 años en ponerlo en pie hasta que ese sueño ha sido posible merced al apoyo de una entidad financiera bilbaína. “Me parecía importante que Jerez no perdiera esa forma de decir el cante”, explicó Alfredo Benítez. “Es como un recordatorio de cómo se manifiesta, no mejor que en otros sitios, pero sí de forma diferente. Aquí se habla cantando y se canta hablando”, añadió. En su opinión, una cosa es el flamenco –que pertenece al mundo del intelecto- y otra el cante –que anida en el mundo de las emociones-. “Si no es por el misterio del cante, el flamenco hubiera desaparecido”. ‘VORS Jerez al cante’ cierra la trilogía que, bajo el patrocinio de BBK, se inició con el disco ‘La nueva frontera del cante’ y continuó con ‘Mujerez’. Al igual que con ‘Mujerez’, ‘VORS Jerez al cante’ se convierte ahora en un espectáculo que pretende llevar al escenario “lo que hemos vivido en el estudio”, aseguró José María Castaño. Biografía Como muy bien señaló Capullo de Jerez en la rueda de prensa de presentación de esta propuesta, los cantaores reunidos “nos hemos criado juntos”. No sólo muchos de ellos pertenecen a una misma generación, sino que tienen en común haber compartido las experiencias vitales de los mismos barrios. Manuel Agujetas abandonó la fragua para dedicarse al cante con el apodo paterno como nombre artístico. Agujetas defiende el cante antiguo y la memoria oral, además de reivindicar la escuela de Manuel Torre, El Marruro y Tío José de Paula. La grabación de su primer disco data de 1970 y su larga carrera está llena de premios. Manuel Moneo Lara, patriarca de la dinastía de los Moneo, tiene un eco que rememora los tonos de sus antecesores, definiendo cada tiempo, cada tercio. Destaca en la soleá al golpe y la seguiriya, sin olvidar el canon festero de su tierra, la bulería. En pequeñas reuniones, su hábitat es capaz de alcanzar y atravesar cotas insospechadas, elevando su cante a la máxima jerarquía. Si un documento retrata fielmente el arte de Manuel Moneo es la película ‘Flamenco’ de Carlos Saura. Un impresionante primer plano recoge un mano a mano por martinetes junto a Agujetas. Su hermano Juan, apodado “El Torta”, es uno de los cantaores más geniales y profundos que ha dado el flamenco durante las últimas décadas. El inconfundible eco de El Torta recoge la más pura tradición cantaora de su tierra y también la herencia de grandes maestros de otras cunas flamencas de primer orden, como Juan Talega o Antonio Mairena. Fue precisamente en el concurso de Mairena del Alcor donde Juan recibió, en 1972, uno de los más importantes premios que ha cosechado a lo largo de su carrera, el de mejor cantaor por soleá. Conserva el torrente de voz que le permite dotar, como nadie, de enorme tragedia a los cantes. La dedicación profesional al cante de Fernando de la Morena es tardía, aunque lo traía aprendido de familia desde su infancia en el barrio de Santiago. Esporádicamente participaba en diversos espectáculos compartiendo cartel con figuras como El Lebrijano y Manuela Carrasco, entre otros. Al centrarse por entero en el flamenco, comenzó a recorrer peñas y festivales, además de grabar discos en solitario como ‘Jerez de la Morena’. Al margen de las actuaciones en solitario, su colaboración ha sido requerida en espectáculos de baile como ‘Jerez puro’. Descendiente directo de las principales sagas cantaoras, Luis El Zambo, cuyo apodo procede de su padre Joaquín, ha bebido en las fuentes mas señeras de su tierra natal participando desde muy temprana edad en aquellas míticas fiestas del barrio de Santiago, junto a su tío El Borrico, Tía Anica la Piriñaca, El Sordera y Terremoto. Se ha convertido en uno de los exponentes más raciales, junto con su primo José Mercé o Manuel Agujetas, del cante de su tierra destacando principalmente en la bulería corta, la seguiriya, la soleá y la denominada soleá al golpe, genuinamente jerezana. El eco de Miguel Flores, Capullo de Jerez, encierra los secretos del flamenco más rancio. Es un intérprete absolutamente personal, a quien se puede identificar, sin la más mínima duda, casi antes de que empiece a templarse. Aborda los cantes de una forma que le diferencia con claridad de todos sus paisanos. Como los grandes creadores, ha acuñado un sello propio. En el panorama flamenco de comienzos del siglo XXI, cada vez más monocorde, Capullo resulta un personaje felizmente incatalogable. Otros ciclos De otro lado, ‘De Dolores’ es el título de la propuesta que el bailaor Eduardo Guerrero pondrá en escena en Sala Compañía, dentro del ciclo Los Novísimos. El joven artista gaditano se inspira en el recuerdo de su abuela, “la persona que me crió, que me introdujo en el arte, que me regaló mis primeras botas para bailar, que me acompañó allá donde actué y que confió en mí”. Sobre estas premisas hace su debut en solitario. Y es ese recuerdo de ayer el que “nos hace vivir hoy para triunfar en el mañana”, apunta el gaditano. Esa memoria flamenca se inunda de palos “con los que comencé a bailar” y que forman parte de su espectáculo: caña, tangos, bulerías, granaínas, fandangos y seguiriyas. Eduardo Guerrero los expresa sin hilo argumental, pues es el sentimiento “el que nos traslada a ellos”. Contará con el apoyo de Antonio El Pulga y Londro al cante, las guitarras de Andrés Martínez y Óscar Lagos, además de la percusión de Raúl Botella. El bailaor gaditano se convierte ahora en protagonista después de haber pasado por el proceso de formación que aporta estar a las órdenes de los grandes del baile. A este respecto, cabe mencionar su estancia en las compañías de Antonio Canales, Aída Gómez y Eva Yerbabuena, con quien lleva trabajando desde 2003. Dpto Comunicación Festival de Jerez |