Presentar los discos a la prensa es algo relativamente reciente en el flamenco. Lo de reunir a los periodistas más o menos especializados ha sido un asunto muy de las instituciones, una cosa de alcaldes y consejeros que intentan parecer unos aficionados más o menos dignos cuando presentan su festival y eso. Ya saben, primero los discursos y luego al canapé y al vino español. Una vez pasé por el trance de escuchar mis palabras pronunciadas por un político. Mi primera reacción fue la de aplaudirle (era el primero con el que estaba de acuerdo) la reacción siguiente fue la de una vergüenza imposible de disimular, me pasé a la oposición y finalmente dimití. Lo cuento porque esta es una historia llena de contradicciones.
Juan Carmona presentó su disco Zyriab 6.7 en el Teatro Magno de la calle Cedaceros que fue cine hace décadas (ponían ciclos de los hermanos Marx y de Cine Negro). Es un lugar coqueto tapizado en rojo. Ahora alberga el espectáculo “Suite Gades” (doble sesión de jueves a sábados).
Juan Carmona vive en Francia y tiene una larga trayectoria discográfica. Yo lo conocí en el etnosur 2008 en el concierto de percusionista de la India Trilok Gurtu en el que estaba de invitado junto a Jan Garbarek entre otras estrellas del jazz y de las músicas del mundo. Juan es uno de los pocos guitarristas flamencos que hace giras por todo el planeta y con él siempre surge la pregunta ¿por que no toca más en España?
Esa respuesta me la sé.
Porque aquí no se programan conciertos de guitarra
-¿Y por que no se programan?.
-Ni idea.
La mayoría de los que entramos al flamenco en los últimos 40 años, lo hicimos por la guitarra de Paco de Lucía (ahí conocimos a Serranito y a Manolo Sanlúcar) a Gerardo Núñez, a Pepe Habichuela, a Cañizares, a Enrique de Melchor, a El Bola, a Vicente Amigo incluso a Moraito Chico que tardó lo suyo en grabar en solitario, lo mismo que Juan Carmona Habichuela que lo hizo tras anunciar su retirada. El caso es que Juan Carmona (el francés, nuestro protagonista) es uno de los que ha mantenido giras y conciertos por todo el planeta mientras hoy tenemos (al menos) a varios centenares de guitarristas de primera linea.
ZYRIAB 6.7
El nuevo disco de Juan Carmona está dedicado a Zyriab (Mosul, Califato Abasí, 789/Córdoba, Emirato de Córdoba, 857) uno de los mitos y antecedentes de la guitarra que hace más de mil años renovó su instrumento (un laúd) y revolucionó los usos y costumbres de su época. https://gladyspalmera.com/actualidad/siete-cuerdas/
Juan Carmona se enfrenta al personaje de Zyriab no como un extraterrestre (la forma en que probablemente imaginó Paco de Lucía) sino como una acumulación de saberes y culturas milenarias (esta vez sí). Las composiciones y arreglos de Juan Carmona transforman “Ya rayah”, célebre en la voz de Rachid Taha, con un coro gitano que entona su origen multicultural. Ya sé que suena a ciencia ficción, es la misma sensación que te llevas al escuchar al escuchar a Duquende por un lado y a Ptit Moh por el otro en la misma canción (Caravansérail) cada uno va tratando de llevarse el agua a su molino. Ocurre de otra manera con el percusionista iraní Bijan Chemirani y El Pele en “De Bagdad a Córdoba” en el que se unen todas las culturas por el lado emocional y nos descubre que Juan Carmona ha construido un disco de artista por encima del guitarrista. Total que para montar Zyriab en directo se requiere una superproducción o la firme voluntad de un festival como Etnosur.
“Zyriab 6.7” de Juan Carmona es uno de los discos del año, de la década y del siglo. Y ya si nos ponemos a exagerar… lo puede ser del milenio. Y estamos en esas cuando Juan Carmona visita España en un gira de promoción por una cadena de tiendas francesa y escoge un teatro madrileño de aspecto monísimo para ofrecer una pincelada de su arte junto a un grupo formado por Isidro Suárez, percusión; Domingo Patricio flauta y teclado. Paco Carmona, guitarra y Sergio di Finizio, bajo. Sin embargo, hay mucho ruido procedente de las entrañas del teatro y al rato estamos en unas bulerías y degustando una tortilla de patata. Han sido tres composiciones, una pincelada en un cuadro sin alma.
Durante el cocktail Juan Carmona me cuenta con cara de seguiriya que durante la década que estuvo viviendo en Jerez estuvo tocando durante dos años al Agujetas.
El lujo va por barrios.En resumen, todos hubiéramos estado más cómodos en la Academia Amor de Dios.
Fotografías @Manjavacas.flamenco
Debe estar conectado para enviar un comentario.