El bailaor japonés Shoji Kojima narra su experiencia vital con el flamenco.
En 'A este chino no le canto' cuenta con la colaboración especial de Eva Yerbabuena y Miguel Poveda
El guitarrista Javier Patino presenta su disco 'Oro negro' en Sala Paúl, dentro del ciclo 'Toca Toque'
'A este chino no le canto' narra la experiencia vital con el flamenco del bailaor Shoji Kojima. El artista nipón estrena su nueva propuesta en el Teatro Villamarta, mañana miércoles día 2 de marzo. Para ello, cuenta con la colaboración especial de Eva Yerbabuena y Javier Latorre, al baile, y Miguel Poveda, al cante. De otro lado, el guitarrista Javier Patino presenta su disco 'Oro negro' en Sala Paúl, dentro del ciclo 'Toca Toque'.
Con 76 años, Shoji Kojima sigue en activo porque “el flamenco y bailar es vivir”. Y, así, con 'A este chino no le canto', continúa la senda personal de vinculación con este arte singular desde que en los años 60 quedara 'atrapado' por el encanto de compañías como la de Pilar López con Antonio Gades y la de Luisillo que llegaban a Japón.
Desde aquel instante, Kojima cambió sus estudios en la universidad para ser cantante de ópera y emprendió un viaje hacia España con la firme convicción de convertirse en bailaor profesional de flamenco. El camino para lograrlo no fue fácil. De hecho, su espectáculo 'A este chino no le canto' toma el título de una anécdota de un cantaor que dijo semejante frase poco antes de una actuación en la que participaba.
Asimismo, es fiel reflejo del ambiente desfavorable que se encontró Kojima en sus inicios. “Siempre hay de todo, pero eso sirve de experiencia. Todo sirve de enseñanza”, explica el bailaor. “Era un mundo muy cerrado y costaba entrar. Recuerdo que siempre usaban la expresión '¿ustedes entienden?' y cosas por el estilo”, añade. Sin embargo, Kojima tuvo la suerte de que Rafael Farina lo enrolara en su compañía y “eso me abrió el campo”. Bautizado por Farina como El Gitano Japonés, fue fichado por el empresario Pulpón en la década de los 70 y bailó en prestigiosos tablaos como Los Gallos de Sevilla y La Taberna Gitana de Málaga. Por aquella misma época, participó en el Potaje Gitano de Utrera y, en 1973, bailó ante el Príncipe Naruhito y la Princesa Michiko en la fiesta de bienvenida que les ofreció la Casa Real Española en el Alcázar de Sevilla.
Respecto al título del espectáculo, Kojima dice que “lo eligió Paco López', autor del libreto y director de escena. “Yo le conté alguna de las cosas que me pasaron al llegar a España y le pareció buena idea, aunque puede sonar un poco duro”, matiza.
Guión
El guión del espectáculo va narrando su historia, desde la emoción y la poesía, en diez estaciones: 'Un mundo silencioso y mágico: el latir de las olas', 'El alma herida', 'Vivir, tal vez soñar…', 'Viajando hacia dentro. El flamenco', 'A este chino yo no le canto', 'A veces, tengo miedo y tiemblo', 'Presentimiento: la mujerzuela de Cádiz', 'Soledad, misterio', 'Eternidad' y 'Luna'.
Como en otras obras estrenadas en el Festival de Jerez -'La Celestina' (2011) y 'Fatum' (2014)-, cuenta con el equipo creativo que forman el director Francisco López, el coreógrafo Javier Latorre y el músico Chicuelo. “Latorre es una persona importante en mi carrera. Desde que lo conocí hemos trabajado juntos”, señala.
A las colaboraciones especiales de Eva Yerbabuena y Miguel Poveda, se suma un plantel artístico de la calidad de David Lagos, Londro, José Valencia y Enrique El Extremeño, al cante; la guitarra de Paco Jarana. En cuanto al baile, además de Kojima, Eva Yerbabuena y Javier Latorre, podrá verse en escena a Christian Lozano y Tamara López al frente de un nutrido cuerpo de baile.
El motivo de reunir a semejante plantel obedece al interés de Kojima de “disfrutar de esta experiencia con gente con la que he trabajado como Miguel Poveda y Eva Yerbabuena”. Dos figuras del flamenco actual que, antaño, fueron sus invitados en espectáculos producidos por él.
Una obra dinámica
“'Oro negro' es todo lo bonito que me ha pasado en mi vida”. Así define el guitarrista Javier Patino su último disco, que mañana presenta en la Sala Paúl dentro del ciclo 'Toca Toque'. “Un disco muy pensado. Es una obra en sí misma, que tiene un hilo conductor. Una obra con mucho dinamismo”, añade.
Siete años han pasado desde que el guitarrista jerezano accediera por primera vez al mundo discográfico con 'Media vida'. Y, entre el primer y segundo trabajo, ha transcurrido un tiempo de madurez en la musicalidad de su guitarra, curtida en las giras por medio mundo y formando parte de las compañías de las primeras figuras del baile.
En Sala Paúl, el peculiar sonido de Javier Patino y su 'Oro negro' reinará en perfecta armonía con la percusión de Cepillo y Raúl Botella, el saxo de Diego Villegas, el violonchelo de José Luis López y el cante de La Macanita y Jesús Méndez.