Víctor Monge ‘Serranito’ ha traspasado fronteras y culturas, llevando la esencia del flamenco a todos los rincones del mundo. Su guitarra no solo ha sido un instrumento, sino una extensión de su alma. A sus 82 años, su espíritu y su devoción por el flamenco continúan siendo un testimonio de la magia que reside en la música, y de cómo un hombre puede, con su arte, tocar la eternidad.
El maestro ha recibido la ‘Placa de Oro’ como reconocimiento a sus más de 70 años dedicados al flamenco en la 63ª edición del Festival Internacional del Cante de las Minas. El acto, celebrado en el marco de la Agenda Cultural, ha querido rendir homenaje al guitarrista que vuelve a La Unión casi 50 años después de recibir el ‘Castillete de Oro’. “Después de tantos años, es un regalo poder volver aquí”, afirmó sin poder contener la emoción.
Este galardón, otorgado por primera vez en la edición pasada a la cantaora Carmen Linares, destaca la dedicación inquebrantable del maestro, en cuya trayectoria destacan momentos memorables como su histórica actuación en la India, donde fue pionero en llevar el flamenco a ese país. “Fue usted uno de los primeros en recibir el ‘Castillete de Oro’ junto a Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar, para mis los tres guitarristas más grandes de la historia”, ha declarado Joaquín Zapata, que también ha confesado que Serranito es el último exponente de esta gran generación de guitarristas “que ha hecho evolucionar el instrumento y la forma de tocarlo como ningunos otros”.
Con un legado que sigue inspirando a nuevas generaciones y una carrera llena de éxitos y reconocimientos, Víctor Monge ‘Serranito’ es un testimonio viviente de la grandeza y la perdurabilidad del flamenco. Su regreso a La Unión para recibir la ‘Placa de Oro’ es un merecido homenaje a una vida dedicada a la música y la cultura. La ceremonia no solo ha celebrado su rica historia, sino también su presente, reafirmando su lugar como una leyenda del flamenco.