José Manuel Gómez Gufi
Victor Monge Serranito. El guitarrista de guitarristas – José Manuel Gamboa (LIBRO+DVD) por José Manuel Gamboa – Reseña
Si me preguntan cual es el trabajo más difícil y complicado de todos los que hay alrededor del flamenco diré que “trasladar la cultura oral al papel”. No se trata de recoger los testimonios, además hay que contar con la voz del que escucha y recopila que casi nunca es neutral. A José Manuel Gamboa le debemos mucho porque nunca se arruga en sus opiniones y nos las deja “claritas” para que sepamos distinguir el grano de la paja.
Y no hay paja en estas 456 páginas. De hecho me crucé con el autor y le previne sobre sus trabajos, que eran cada día más voluminosos, le dije que convenía resumir. Lo retiro, ese comentario es una bobada. A este libro no le sobra nada, ni siquiera la humildad que luce Víctor Monge Serranito. Me explico, el guitarrista narra su historia y la de muchos otros. De esa manera reconstruimos la historia del flamenco detrás de cada capítulo. Las vivencias de Serranito contadas por Gamboa. Así revivimos como Víctor fue el primero en imponer la guitarra de concierto ¡en los tablaos! y como anda fetén de memoria (y de facultades) detecta cuando ha contado una historia antes y así avanzamos en sus experiencias.
Se cuenta con mucha guasa sus principios guitarrísticos gracias a los dos acordes que le enseñó Carlos Montoya al padre de Víctor Monge. Carlos Montoya, sobrino de Don Ramón Montoya, hizo carrera en los USA (se le puede considerar uno de los pioneros del flamenco- jazz en sus improvisaciones en el “St Louis Blues”).
Y sigue Serranito con la guasa al contar cómo pudo aprender una falseta de Niño Ricardo en el proceso de una apuesta tabernaria. Gamboa reivindica las tabernas frente al aserto de Andrés Segovia: “He redimido a la guitarra sacándola de la taberna”. Y en 1970 Andrés Segovia hace una crítica de Serranito de su puño y letra en la que se viene a decir que: “pertenece a la noble tradición del flamenco sin salpicarlo con demasiadas impurezas inframusicales”. Aclara Víctor que el maestro le dio a entender que “era un animal. ¿vamos me dijo que las personas se rigen por la inteligencia… y sólo los animales nos regíamos por la intuición. Y yo era intuitivo. ¡ja ja ja!”
Así el libro es una reivindicación de la guitarra frente a la música clásica. Y Serranito se convierte en los años setenta en uno de nuestros primeros espadas de la guitarra solista formando triunvirato con Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar.
CON PACO
El lector ya sabe que medirse con Paco de Lucía puede ser un suicidio para cualquier guitarrista y ese es uno de los asuntos recurrentes -que no principales- en el libro, inevitable por cuanto la carrera de Paco es luz y referencia para el asunto que se trata, el de la guitarra de concierto.
A punto de firmar por Philips en los años sesenta, Serranito concluye que si sus grandes colaboraciones del momento estaban en Hispavox, no tenía sentido irse a Philips; y se fue a Hispavox. Poco más tarde Paco ficha por Philips. Si el lector quiere hacer “flamenco-ficción” puede imaginar qué hubiera pasado si se intercambian los papeles. Serranito reflexiona y se arrepiente de no haber seguido acompañando al cante “me equivoqué” dice contundente sobre ese asunto.
Y llegamos al momento crucial. Paco había lanzado “Fuente y caudal” en 1973 que apenas tiene repercusión hasta que Jesus Quintero “el loco de la colina” elabora un agresivo plan de de marketing se lanza “Entre dos aguas” como single en 1974, 27 semanas en el número 1, el segundo disco más vendido de 1975 como single que tiene un éxito descomunal, en mayo de ese año se lanza “Caballo Negro” de Manolo Sanlúcar también con excelentes resultados comerciales ¿y Serranito?.
“Vino Jesús Quintero a buscarme, quería lanzarnos a Paco y a mí” pero Serranito se va a México a un compromiso anterior justo el día en que se va a firmar la estrategia… y a la vuelta está todo resuelto. Paco es un estrella pop y su alternativa está decidida. En 1976 Serranito lanza su single con Columbia “Junto al mar” con menor gancho popular.
Sin embargo no hay que dejarse deslumbrar por el éxito. Paco estuvo huyendo de aquella estrategia toda su vida y Sanlúcar sufrió lo que no está en los escritos porque la discográfica de turno quería “singles”, quería repetir aquellos éxitos que ahora serían virales. Jorge Pardo le quita trascendencia al hecho de estar en el ojo del huracán con Paco: “Estábamos ahí y nos sabíamos las canciones.”
Así que hacer “flamenco ficción” es inútil y nos encontramos con que Serranito sigue en activo y que casi todos los guitarristas que hablan al final del libro destacan las contribuciones que ha hecho a la guitarra. Treinta páginas de adoración y respeto.
Durante la presentación en el Corral de la Morería subieron al escenario un batallón de guitarristas presentes: Cañizares, José Antonio Rodríguez, El Amir y un larguísimo etcétera y quisieron que Víctor luciera otra de sus habilidades: el baile. Y ahí vimos a grandes de la guitarra de palmeros para que Serranito diese su pataita. Inolvidable.
La procesión iba por dentro, la noche anterior había fallecido Miguel Rivera guitarrista y compañero de giras y batallas. Al libro lo acompaña un DVD que contiene Recital de guitarra 1987 con la segunda guitarra de Miguel Rivera y Oscar Herrero. Paralelamente Warner ha editado sus grabaciones para Hispavox/Emi (1962/1975) en 4 CD´s.
Video presentación Corral de la Moreria – octubre 2017:
