Rocío Molina refleja en ‘Vinática’ su época 'más conflictiva' en su relación con el baile

La bailaora malagueña, Premio de Danza 2010, expresa su propia visión del flamenco «desde el análisis» interior

Carrete de Málaga presenta ‘Carrete en vivo’, una propuesta en la que «voy a entregar mi corazón»

«Vais a ver mucha lucha, pelearme con mi cuerpo, con mi sonido. Os vais a encontrar con todo eso», aseguró la joven bailaora malagueña Rocío Molina ante los medios de comunicación en la presentación de su espectáculo ‘Vinática’, que mañana domingo día 4 de marzo se pondrá en escena en el Teatro Villamarta, dentro del XVI Festival de Jerez.

La casualidad ha querido que en la jornada de mañana la oferta del certamen tenga como protagonistas a dos bailaores malagueños. Además de Rocío Molina, la segunda propuesta –‘Carrete en vivo’- cuenta con la presencia de Carrete de Málaga, un veterano bailaor que ocupará el espacio escénico de Sala Compañía. «Voy a entregar mi corazón», aseguró el bailaor.

Esa «pelea» con su cuerpo y con el sonido al que hace mención Rocío Molina a la hora de explicar ‘Vinática’ corresponde con la época «más conflictiva» en su relación con el baile. Antes, había experimentado «muchos cambios», fruto, entre otras cosas, de la edad, la ciudad en la que habitaba o el mismo fluir de la vida. Sin embargo, en esta ocasión el conflicto se ha desatado en toda su dimensión hasta los límites de la «pelea». En cualquier caso, se trata «de una parte distinta de mí» que no había mostrado en otros montajes. Aún así, mantiene la misma constante en su carrera: «muestro cada vez la época que estoy viviendo».

Ese conflicto interior de ‘Vinática’ alcanza hasta el silencio. «No lo encontraba» y la fórmula que ideó es meter mucho ruido. La sensación de agobio que genera el tiempo lo relaciona con la seguiriya y la pugna se establece entre quién domina a quién: si el ritmo a la bailaora o viceversa. En la zambra de Pepe Pinto que interpreta busca «sacar percusiones de su cuerpo» y, entre otros recursos, utiliza una pandereta. En las cantiñas rinde homenaje a Carmen Amaya, al tiempo que ensalza la guitarra de Sabicas. Y, en cuanto a las bulerías, utiliza una letra militar para transformar el palo «en unas bulerías de caminante, amenazadora, de más tristeza».

«No deja de ser flamenco», aclaró Roció Molina. La diferencia estriba en que necesitaba «expresarme de esta forma». De algún modo, su flamenco parte «desde el análisis» interior, como ya sucediera en otros espectáculos anteriores.

«Habrá mucho cante y baile», dijo la bailaora. En el cante ha echado mano de los sonidos de esta tierra y de su «compromiso con la gente joven». De ahí la presencia del cantaor jerezano Jesús Méndez. El elenco lo completa la guitarra de Eduardo Trasierra –autor además de la música- y las palmas y compás de José Manuel Ramos ‘Oruco’ y Miguel Ángel Ramos ‘El Rubio’.

«No sé la edad que tengo»

«Yo no sé la edad que tengo», confesó José Losada, conocido artísticamente como Carrete de Malaga. Puede que sean más de 70 años. Por ahí debe andar la edad de este veterano bailaor que despuntara en los tablaos de la Costa del Sol en el «boom» turístico de los años 70 y que ha exhibido su arte ante príncipes y reyes.

La biografía de Carrete de Málaga es tan larga como su edad y está llena de anécdotas, recogidas ya en un libro. De lo que el bailaor malagueño se acordó ayer ante los medios de comunicación es que ya estuvo en Jerez allá por los años 1946 ó 1947. En aquella época «bailaba descalzo en la Feria y en las tabernas», afirmó.

En esta ocasión, no estará privado del calzado en Sala Compañía y presentará su espectáculo ‘Carrete en vivo’. «Voy a entregar mi corazón. Voy a hacer lo que me salga de dentro», explicó, porque «estoy enamorado de Jerez».

Dpto Comunicación Festival de Jerez

 

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