- Quijote en Nueva York, documental de Jorge Peña protagonizado por Carrete de Málaga, finaliza su rodaje esta semana en Nueva York
- La película aborda desde el presente cómo ha sido la trayectoria del bailaor malagueño y su sueño de bailar en Nueva York
- Artistas como Estrella Morente, Rocío Molina o Miguel Poveda y personalidades del flamenco como Francis Mármol o Paco Rojí participan también en el documental
Quijote en Nueva York, trabajo en que se encuentra inmerso el cineasta malagueño Jorge Peña, afronta la recta final de su rodaje esta semana en Nueva York. La película tiene como protagonista al bailaor malagueño José Losada, Carrete de Málaga, y transita por su vida, su baile y un deseo aún por cumplir: bailar en la gran manzana. El proyecto, que comenzó a gestarse hace algunos años, se encuentra en su última fase de producción.
El equipo de rodaje se traslada esta semana a Nueva York, donde rodarán distintas escenas en lugares emblemáticos de la ciudad como Broadway. Carrete de Málaga podrá finalmente su sueño de pisar las calles neoyorquinas por las que bailaba su ídolo, Fred Astaire, y cumplirá su sueño de actuar en la ciudad. Lo hará el próximo viernes sobre las tablas del Skirball Center invitado por el cantaor Miguel Poveda. La actuación se enmarca dentro de Flamenco Festival, que este año celebra su 20 aniversario de programación en tierras norteamericanas.
De Málaga a Nueva York
En Quijote en Nueva York, Jorge Peña se sumerge en esta “leyenda viva del flamenco, o de un bailaor que hoy es referencia obligatoria para los nuevos talentos contemporáneos” y refleja en este proyecto documental tanto «su historia y sus quiméricos sueños son también retratos de una España y de una Andalucía que pronto desaparecerán con personajes como él”. Toda la película pivota sobre la consecución del sueño de Carrete de bailar en la Gran Manzana, a la par que transita por la vida del bailaor, y aspectos como su edad, que no se conoce con exactitud y que ha formado parte de su anecdotario particular.
La película se ha rodado casi en su totalidad en escenarios malagueños: en la casa y el estudio del bailaor y en los lugares que frecuenta habitualmente, como la taberna de Pepe López o el Almacén del Indiano; así como en el Teatro Albéniz. Varias localizaciones de la Nueva York completarán la historia esta semana.
Los narradores de la película, irán conformando ella día al día del bailaor, por una parte, y pondrán en valor la figura del artista, en el mundo del flamenco en particular y en el de la cultura malagueña. La cinta cuenta así con la participación de familiares cercanos de Carrete, como su hijo Joaquín Losada o su pareja, Asunción; las voces de Francis Mármol, Andrés Barea o Paco Rojí, expertos en flamenco, y otros compañeros de profesión como Rocío Molina, Estrella Morente o Miguel Poveda
Quijote en Nueva York
Quijote en Nueva York lleva gestándose más de dos años. Jorge Peña contaba recientemente cómo comenzó todo. Decía su padre le hablaba del Carretillo, el hijo de la Carreta, un niño bailaor que actuaba en la calle y al que su abuela pagaba con “un bocadillo de chorizo, una gorda chica, o ropa que ya no le valiera a mi padre”.
En la celebración de las bodas de plata del padre de Peña, Carrete participó ofreciendo un pequeño recital de baile “con el que mi padre quiso rendir un homenaje a mi abuela”. Tras esta actuación “realmente emocionante”, Peña supo que había una historia que contar: “encontré un gran personaje y una historia que me hacía suponer que su vida no fue fácil. Detrás de su mirada, había algo del mágico enigma que sólo encierran los grandes artistas.”
Aquí comenzó la relación entre ambos que le han llevado a crear esta película documental que “no es un biopic”, ya que el interés principal reside en “hacer un retrato de un bailaor en un momento muy concreto, el presente, viviendo prácticamente el final de su carrera aunque no quiera dejar de bailar”. Y en el que aún le queda un sueño por cumplir: bailar en Nueva York, que cumplirá esta misma semana.
José Losada, Carrete de Málaga, afronta este proyecto con el optimismo e ilusión que le caracterizan. La pasada semana recibía a los medios malagueños y les transmitía su alegría y con ganas de viajar a la ciudad de los rascacielos a cumplir su sueño. Decía sentirse “orgulloso de que un gitanillo limpiabotas” pueda llegar a cumplir sus sueños. Esos que tenía cuando, de niño, se refugiaba de la calle en los cines y se encandiló del baile de Fred Astaire “pensando que bailaba bulerías”. Haciendo un balance de toda su carrera, contaba Carrete que “ha tenido una vida muy bonita”. Este documental será un regalo y un reconocimiento a toda su carrera.