Rafael Manjavacas
Entrevistamos en Radio4G DeFlamenco a Martin Guerrero, patrono de la Fundación Casa Patas para hablar del nuevo ciclo de Flamenco que comienza esta semana en la Sala García Lorca de Madrid y aglutina un elenco de artistas excepcional.
Ya en la tercera temporada, la Sala García Lorca de Madrid, -este fin de semana se ha cumplido el concierto número 85-, se ha consolidado como el principal referente de programación de Flamenco estable en Madrid.
Escucha la conversación que tuvimos con Martin Guerrero patrono de la Fundación Casa Patas, donde repasamos además de la programación, las características de la Sala García Lorca y las experiencias acumuladas en estos ya dos años de vida.
Entrevista a Martin Guerrero para Radio4G DeFlamenco
En estos dos meses la programación se abre este fin de semana con José Menese y Manuel Moneo, continuando el siguiente con el espectáculo ‘Lo Cortés no quita lo Gallardo’ de Miguel Ángel Cortés y José María Gallardo, con el que el granaíno fuera galardonado con el Giraldillo al Toque en la pasada Bienal de Flamenco. Por el ciclo pasará también el cantaor “Yeyé de Cádiz”, el cantaor Duquende y Jesús Méndez. El último fin de semana de noviembre lo cerrarán el gaditano David Palomar y el cantaor madrileño Paco del Pozo.
En el mes de diciembre, salvando el puente, será protagonizado por Capullo de Jerez y Antonio Reyes –que estrenará nuevo disco- en el fin de semana del 11 y 12 de diciembre y las jerezanas La Macanita y Tía Juana la del Pipa el del 18 y 19 de diciembre respectivamente.
El ciclo cerrará con la clásica Zambomba de Jerez, llamada “La Navidad de Terremoto” bajo la dirección artística de Manuel Valencia y con la participación de Felipa del Moreno, Sandra Rincón y María de Terremoto junto a Rafael el Zambo.
La Sala García Lorca se encuentra en la 2º planta del edificio donde está el tablao Casa Patas, en la calle Cañizares, 10, en el “salón de actos de la Fundación que se transformó y acondicionó con todo detalle pensando en las actuaciones de cante flamenco para los aficionados. Sin micrófonos y sin megafonía, como en una reunión de cabales».
