Barceló: “Sevilla y el Flamenco como generador humano. Plantas prehistóricas en flores futuristas. Los frutos y semillas se llaman Camarón, Fernanda y Bernarda, Paco de Lucía…Como Altamira, lo más antiguo es lo más moderno. El Flamenco nos lo enseña”.
Miquel Barceló, el pintor mallorquín nacido en Felanitx, ha sido el artista seleccionado por el Ayuntamiento de Sevilla para que ilustre gráficamente la XXIII Bienal de Flamenco, que se celebrará del 11 de septiembre al 5 de octubre de 2024 en Sevilla. Barceló, considerado no solo como una referencia pictórica sino también escultórica, se acerca de este modo al flamenco ahora de la mano de la Bienal.
En palabras de la delegada de Cultura, Minerva Salas “tener la figura de un artista de la talla de Miquel Barceló entre la nómina de los cartelistas de la Bienal es para el Ayuntamiento de Sevilla todo honor. Es un artista internacional que le dará también realce e importancia a este acontecimiento cultural de referencia como es la Bienal de Flamenco”.
Miquel Barceló, aunque muy vinculado a Mallorca, ha vivido en diferentes lugares del mundo. Barcelona, París, Nueva York, el Himalaya o Mali son lugares íntimamente ligados a su experiencia creativa. Concretamente Mali, el país ubicado en el corazón de África occidental, fue el lugar elegido para establecer su taller resultando ser toda una experiencia formativa a lo largo de los años. Se fascinó por el mundo natural, por materiales no tradicionales como frutas, algas o pigmentos caseros.
Entre las obras más sobresalientes del artista destacan la cúpula del Mercat de les Flors de Barcelona (1986), la capilla de San Pedro de la catedral Mallorca (2007) y la sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra (2008). También ha ilustrado La Divina Comedia de Dante, el Fausto de Goethe y La Transformación de Kafka. Además, ha firmado las portadas de uno de los discos de Rancapino y el último disco de Camarón “Potro de rabia y miel”. Ha recibido numerosos premios y distinciones, entre los que cabe destacar el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2004) y la Creu de Sant Jordi (2020), además de haber sido investido doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca y la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.
Por su parte, la Bienal a lo largo de sus más de 43 años de historia siempre apostó por la imagen de autor para rubricar gráficamente sus ediciones, por grandes artistas, pintores y fotógrafos. La nómina de los cartelistas de la Bienal comenzó en 1980 con Joaquín Sáenz, al que siguieron Francisco Moreno Galván, Manuel Ángeles Ortiz, Emilio Sáenz, Rafael Alberti, Antonio Saura, Carlos Ortega, Juan Romero, Tato Olivas, Luis Gordillo, Juan Suárez, Antonio Tàpies, Carlos Saura, Ruvén Afanador; Suso 33, Seleka, San y el Niño de las Pinturas en trabajo conjunto; Guillermo Pérez Villalta, Rafael Canogar, Ricardo Cadenas, Pedro G. Romero, Lita Cabellut y la fotógrafa Antonia Moreno auspiciada por Colita en la última edición de 2022.
Barceló se suma a esta historia gráfica de la Bienal y ya se encuentra trabajando en su obra que será presentada en fechas próximas. Barceló afronta este trabajo con una reflexión: “Sevilla y el Flamenco como generador humano. Plantas prehistóricas en flores futuristas. Los frutos y semillas se llaman Camarón, Fernanda y Bernarda, Paco de Lucía…Como Altamira, lo más antiguo es lo más moderno. El Flamenco nos lo enseña”.
Por su parte, Luis Ybarra, director de la Bienal de Flamenco, opina que no es casualidad que la máxima figura de la pintura española sea un flamenco. “La obra de Barceló le avala para ser el cartelista más deseado para cualquier acontecimiento artístico, pero en ninguno estaría tan contextualizado como en este. Eso es lo genial de esta coincidencia nada azarosa. Lleva en sus manos lo contemporáneo y lo ajado a un mismo tiempo. Recuerdos de Camarón y de Paco entre los dedos. Un grito que parte de la cueva y termina por alumbrar un mundo. Y a la Bienal le pasa como al arte jondo: cuando se mira a sí misma se da de bruces con la excelencia. Sin pretenderlo. Entiendo que Barceló sería un acierto donde se proponga, para la Bienal es más que eso: quizá una obligación que le agradecemos con el corazón en la mano. Cuando dijo que sí me convertí en un potro de rabia y miel para los restos. Pensamos en el mejor y aquí está, que comience la función”.
Miquel Barceló, hoy en día, ocupa un lugar privilegiado en el panorama artístico internacional y es uno de los creadores más cotizados e influyentes. Barceló aportará un cartel a una Bienal que, como explica el director de la muestra, llevará una línea argumental basada en la recuperación de la sevillanía. “Sera una edición muy de flamenco. Muy de Sevilla”.