El día 29, el marco del Patio de San Benito, será testigo excepcional del reconocimiento que, dentro de los actos de las Vº Jornadas Flamencas Ciudad de Valladolid se tributara a, Miguel Ángel Poveda León y La Peña Flamenca «La Siguiriya» de Valladolid de manos de Dña. Mercedes Cantalapiedra, Concejala de Cultura, Turismo. El Ayuntamiento de Valladolid, ha dado respuesta a la sugerencia del director y coordinador de las Jornadas Pedro Sanz.
Estos reconocimientos, que, nacen con la voluntad de perpetuarse, dentro de la programación de las Jornadas, en palabras de Pedro Sanz, “reconocer aquellas, personas, profesionales, instituciones etc., que han dedicado al dignificar y expandir el flamenco qué, junto a los toros, son los iconos más representativos de nuestra cultura. Los distinguidos este año tienen una sobrada trayectoria que les hace merecedores de ambas distinciones, Miguel Poveda, desde que en 1993, en el Festival del Cante de las Minas, con cuatro primeros premios incluidos la Lámpara Minera, el cantaor catalán a pesar de su juventud, se le considera un aventajado, ha puesto música a numerosos poetas, es ante todo un cantaor con una gran versatilidad. Ha cosechado numerosos premios, Grammy (2000, 2007), en 2008, recibe el Premio del Público en el Festival de Flamenco de Jerez, por su espectáculo “Sin frontera”, pero, es el Premio Nacional de la Música 2007, entregado por el Ministerio de Cultura, el que le confirma el cantaor flamenco más importante y con más proyección de futuro. La Peña Flamenca La Siguiriya, lleva cerca de 26 años desarrollando una intensa actividad en pro del flamenco en nuestra Ciudad, ha sabido abrirse al hermetismo que tanto daño hicieron al flamenco, facilitando, conviviendo y dando acceso a jóvenes aficionados, –fundamentales para transmitir la herencia de nuestros antepasados-, con el acercamiento a la afición vallisoletana. Desde sus inicios, La Peña, ha sido testigo de innumerables citas flamencas, han pasado lo más granado del cante y toque, la asistencia de cantaores y cantaoras, como Rafael Romero “El Gallina”, pasando por, el patriarca de la familia Soto “Sordera”, Tío Manuel , Carmen Linares y, todo un largo etcétera, o los más longevos, Manuel Cuevas, Arcángel, Miguel de Tena, etcétera . No olvidándose, de quienes las circunstancias les privaron de tocar el cielo de lo jondo; La Siguiriya, siempre tiene una silla, al lao de quien ahora y, por voluntad de sus socios es el Presidente, Pascual Cordero, cabal hasta el tuétano de los huesos, rezuma cante grande, de romero en el ojal de la chaqueta– dispuesta para oír el grito del desconsuelo, el cante por siguiriyas. Por la Peña, han pasado numerosos aficionados y aficionadas que, por respeto a olvidarme alguno, no menciono pero, en la mente y están, han hecho posible dar brillo flamenco en nuestra Ciudad, han sabido transmitir la herencia cantaora de los, Torre, Chacón, Fosforito o Camarón, de hablar, del misterioso que, tanto nos seduce los aficionados Silverio; sus trabajos de investigación, estudios que realizan, entre sus socios y aficionados, permiten descubrir muchos de los misterios de este “arte”. Pedro Sanz. |