Miguel Poveda, Lámpara Minera en 1993, y uno de los indiscutibles referentes del flamenco en la actualidad, ha protagonizado la última de las intervenciones de la segunda jornada del I Congreso Internacional de Flamenco sobre los Cantes Mineros de La Unión.
El cantaor catalán ha alabado a figuras como “Pencho Cros, Encarnación Fernández o los Piñana, responsables, junto al propio Festival, de la conservación de los cantes mineros”. Poveda ha hecho un repaso de su participación en el concurso de La Unión, “no quería participar, no estaba preparado, pero Juan Ramón Caro me convenció. De él y de Mayte Martín aprendí los cantes mineros”. Miguel Poveda, cercano, distendido y visiblemente emocionado, ha seguido comentando, en interrelación con el público, su relación con La Unión, “me impresionó el silencio con el que la gente me escuchó en aquella prueba selectiva en la Peña Flamenca de La Unión. Por primera vez, me escuchaban fuera de Barcelona”. El catalán ha dedicado unas emotivas palabras para Pencho Cros, “aprendí mucho de él, me enseñó todo su legado”. “Siempre estaré unido a La Unión y defenderé sus cantes allá donde vaya”.
Tras las palabras de Miguel Poveda, se hizo la magia en el Salón de Actos de la Casa del Piñón. El genial cantaor, acompañado a la guitarra por José Manuel Gamboa, ha interpretado dos mineras, la primera de ellas, con letra inédita de Enrique Hernández Luike. El Rojo El Alpargatero El público, puesto en pie, ha agradecido a su idolatrado artista, la generosidad y derroche artístico en su paso por La Unión.
PONENCIAS La segunda jornada del Congreso comenzó con la intervención del profesor de la Universidad de Murcia, José Martínez. El Vicedecano del Colegio de Abogados de Cartagena, Juan Francisco Pérez Avilés, protagonista de la segunda ponencia del día, ha expuesto la situación de los cantes mineros en el período comprendido entre 1900 y 1960. Avilés ha destacado “el importante papel jugado por los cafés cantantes para la consolidación de los diferentes estilos”. El abogado unionense ha puesto de relieve “el antiflamenquismo existente en los ámbitos intelectuales de la España de finales de siglo XIX y principios del XX, opinión que acabarían cambiando al final de sus vidas. Ejemplo de esto fueron Azorín o Eugenio Noel”. Avilés ha señalado como clave “el concurso de Granada de 1922. Gracias a este certamen, los intelectuales se acercan al flamenco por primera vez”. Tras la ponencia de Hidalgo, se ha proyectado el cortometraje “La caldera”, emitido por el programa de TVE “Ventana Abierta” en 1970. La jornada de tarde ha comenzado con la ponencia de José Manuel Gamboa, quien ha glosado la figura de Miguel Borrull, “un gitano levantino a quien se debe la creación de la rondeña como hoy la conocemos”, ha afirmado el flamencólogo madrileño. Tras Gamboa, ha tomado la palabra Norberto Torres Cortés. Durante su intervención, ha hecho un repaso por las primeras aproximaciones a los cantes mineros, que aparecieron en el año 1874 en el cancionero de Eduardo Ocón, a través de los toques por granaínas o murcianas. “Sería a partir de 1930 cuando se consolidan los toques solistas con Ramón Montoya, que hablaba de toques por tarantas, toques por mineras y toques por rondeñas. Hasta entonces sólo se hablaba de toques por medios y por arriba”, ha relatado Torres, quien terminó su intervención citando como ejemplo de “nuevo flamenco”, entendido como “la aplicación de sonoridad de levante encontrada en el disco ‘De mi corazón al aire’ de Vicente Amigo donde al principio de una alegría combina con perfección un ritmo de levante”. La jornada ha finalizado con la participación de Miguel Poveda y la brillante actuación de Gema Jiménez, cantaora que con diecinueve años, se convirtió en la artista más joven en conseguir la Lámpara Minera. El I Congreso Internacional de Flamenco sobre los Cantes Mineros, que finalizará mañana, está co-organizado por la Fundación Cante de Las Minas y la Universidad Internacional del Mar.
|