‘SÍ, QUIERO’, el nuevo espectáculo se estrena en el Festival de Jerez el próximo 4 de marzo en el Teatro Villamarta acompañada de cuatro bailaoras, la guitarra de Juan Campallo, las voces de Pepe de Pura, Jesús Corbacho y Enrique el Extremeño, Paco Vega a la percusión y El Oruco a las palmas
Con el convencimiento de que bailar es “una urgencia orgánica” y “un destino inevitable”, Mercedes de Córdoba regresa al XXVI Festival de Jerez para estrenar el próximo viernes 4 de marzo en el Teatro Villamarta ‘Sí, quiero’, una propuesta entusiasta y reveladora donde declara su amor por el arte y reivindica el compromiso como acto revolucionario.
La personal artista, que ya obtuvo un importante reconocimiento de crítica y público con su anterior espectáculo ‘Ser. Ni conmigo ni sin mí’, propone aquí un viaje liberador en el que expone los sentimientos y emociones que afloran en cualquier relación, desde la euforia, la atracción o el desvelo hasta el miedo o la incertidumbre, pasando por la euforia, la alegría o la satisfacción que produce entregarse incondicional y libremente a lo que se ama.
Así, arropada por la guitarra de Juan Campallo, el cante de Enrique El Extremeño, Jesús Corbacho y Pepe de Pura, la percusión de Paco Vega, las palmas de El Oruco y un cuerpo de baile de cuatro jóvenes bailaoras que le sirven de espejo, Mercedes de Córdoba decide sucumbir a la aventura de esta pasión desatada que es para ella la danza, defendiendo una actitud vital y una estética artística que pasa por la idea de que “sólo vive quien arde”, como apunta el poema Una mujer que muestra su verdad del poeta Braulio Ortiz Poole que sirven de hilo conductor de la obra.
De esta forma, usando como sutil metáfora elementos, escenas y recursos de los tradicionales enlaces nupciales, la bailaora y coreógrafa construye un espacio propio donde dar un paso al frente y firmar definitivamente su compromiso con el flamenco que le conmueve y le impulsa, con la promesa de amarlo y respetarlo hasta el fin de sus días. En este sentido, la obra parte de un análisis sobre el vínculo del artista con su arte (¿qué estoy dispuesto a dar? ¿cuál es el coste de la entrega? ¿es mi decisión libre? ¿dónde está mi límite?), el papel que quiere o debe asumir éste en la sociedad (¿puedo/quiero vivir al margen de lo que me rodea? ¿cómo afecta lo que vivo a mi arte? ¿cuál quiero que sea mi relato?) y la relación más orgánica, escuchando al propio cuerpo.
Además, como apunta la sinopsis, ‘Sí, quiero’ nace como “una respuesta categórica que no admite dudas, un anacrónico juramento y un grito contundente y necesario” en el que la bailaora, considerada una de las más poderosas y auténticas de su generación, ha querido explorar nuevos territorios creativos e invitar a una intensa ceremonia victoriosa que pretende ser también una celebración colectiva del amor y de la vida.
Como explica la propia creadora, que cuenta con una sólida trayectoria a sus espaldas como destacada solista de compañías como la de Eva Yerbabuena, Javier Latorre o la Compañía Andaluza de Danza y que se encuentra en plena efervescencia creativa, este nuevo espectáculo supone un punto de inflexión por lo que tiene de ejercicio consciente y de reafirmación personal y artística. De hecho, el proceso creativo, le ha servido a Mercedes de Córdoba para afrontar nuevos desafíos como ampliar su compañía con el cuerpo de baile que componen las bailaoras María Carrasco, Cristina Soler, María Reyes y Águeda Saavedra (cedida por el Ballet Flamenco de Andalucía), seleccionadas a través de una convocatoria de audiciones que la artista abrió el pasado año a través de sus redes sociales y en la que participaron más de 140 candidatas, cuyas preseleccionadas realizaron un emotivo taller en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla.
En cualquier caso, la idea de las audiciones nace de su inquietud de renovar los procesos creativos habituales, “más aún ahora que la pandemia nos obliga a pararnos y tener tiempo para plantear los proyectos desde otras perspectivas”, explica De Córdoba, y de la necesidad de “dar una oportunidad a todas esas bailaoras con talento que están ahora mismo en sus casas y no saben hacia dónde tirar”.
La obra, por tanto, supone un importante salto en la carrera de la cordobesa que, tras hacerse con el Premio Nacional de Córdoba y el segundo Premio en el Festival Internacional de las Minas de La Unión, ha experimentado una importante evolución artística destacando por su carisma y su facilidad para transmitir emociones. Asimismo, se ha posicionado como una de las bailaoras más sólidas gracias a espectáculos como Ser. Ni conmigo ni sin mí, con el que obtuvo una gran acogida de crítica y público en el 24 Festival de Jerez y la pasada Bienal de Sevilla.
Además, como artista versátil e inquieta, Mercedes de Córdoba lleva años desarrollando su creatividad como directora de espectáculos como Cámara abierta, de Paula Comitre, que dirige junto a David Coria y que se hizo con el Premio al Mejor Espectáculo en el pasado Festival de Jerez o Conmigo, que presentó en la misma cita jonda Fernando Jiménez, Premio Desplante en el Festival de La Unión. O la colaboración con Eva la Yerbabuena, con la que ha trabajado en una pieza de su última obra estrenada en el Festival de Jerez, siendo la primera vez que la granadina se pone en manos de una coreógrafa; en este caso, además, de su alumna.
Pero, más allá de a su crecimiento artístico y personal, este nuevo proyecto nace ligado a un contexto concreto, el de la pandemia, que ha obligado a los artistas a una parálisis física, profesional y emocional. Es decir, la difícil situación que atraviesa el sector cultural y, en concreto, el escénico, es lo que lleva a Mercedes de Córdoba a replantear su proceso creativo, por pura supervivencia, desprendiéndose de las inercias y tomando conciencia de la importancia de disfrutar de cada paso. En este sentido, el espectáculo, el escenario y el público es la culminación necesaria de una idea, pero no la única meta.
Como expresa ella misma, “la creación es inevitable para el artista”. Por eso, al contrario de lo que se pueda esperar, la bailaora asume la adversidad como un estímulo y una oportunidad para “construir y desarrollar ese arte desde la reflexión”. Expresando de esta forma su concepto del baile como símbolo de resistencia.
De ahí que este ‘Sí, quiero’ se inicie no como la “ejecución de una propuesta escénica” sino como un proyecto 360º en el que Mercedes de Córdoba toma el espectáculo como un tronco desde el que anclar las raíces a la tierra (respondiéndose a preguntas como por qué y para qué) y expandir ramificaciones que le permitan alimentarse y crecer.
Mercedes de Córdoba
Con una larga y consolidada trayectoria en compañías como la Compañía Andaluza de Danza y las de grandes maestros como Javier Latorre, Javier Barón, Eva la Yerbabuena o Joaquín Grilo, esta bailaora precoz que siendo una niña recorría ya los principales escenarios de todo el mundo, es hoy uno de los nombres imprescindibles del flamenco actual.
Así, ha colaborado como artista invitada para cantaores de la talla de Manuel Moreno Maya ‘El Pele’ o Arcángel; ha formado parte de destacados espectáculos como De Andalucía a Mont de Marsan (pasado, presente y futuro), donde clausura el festival junto a Juana Amaya, Rafael de Carmen y José de la Tomasa; y ha participado como solista en festivales internacionales, como los de Mont de Marsan, Monterrey o Luxemburgo, y las principales citas jondas, como los Jueves Flamencos de Cajasol, el Festival de la Guitarra y La Noche Blanca del Flamenco de Córdoba, el Festival de Cante Grande o el Festival de Jerez, así como actuaciones organizadas por el Instituto Cervantes en distintos países.
Igualmente, entre otros espectáculos en los que Mercedes de Córdoba ha participado junto a otras bailaoras se encuentran 6 Zapatos –junto a Soraya Clavijo y Lucía Álvarez ‘La Piñona’- y Bailaoras, el nuevo tiempo junto a Rosario Toledo, María Moreno y Carmen la Talegona y Lucía Álvarez ‘La Piñona’.
Además, Mercedes de Córdoba, Premio Nacional de Córdoba y Segundo Premio de baile en el Festival Internacional de Las Minas de La Unión, protagoniza una prometedora carrera en solitario con su compañía con espectáculos propios como Sin Más, con el que recorrió numerosas ciudades europeas o su reciente Ser. Ni conmigo ni sin mí, con el que ha logrado un gran éxito de crítica y de público en la pasada edición del Festival de Jerez y de la XXI Bienal de Flamenco de Sevilla.
Por otro lado, como prueba de la artista inquieta y creativa que es, la cordobesa destaca también en su faceta como directora artística participando este 2020 en Cámara abierta de Paula Comitre, que dirige junto a David Coria y que se hizo con el Premio al Mejor Espectáculo en el pasado Festival de Jerez y en Conmigo, que presentó en la misma cita Fernando Jiménez, Premio Desplante en el Festival de La Unión. Así como la colaboración con Eva la Yerbabuena, con la que ha trabajado en una pieza de su última obra estrenada en el Festival de Jerez, siendo la primera vez que la granadina se pone en manos de una coreógrafa; en este caso, además, de su alumna.