La II Bienal de Flamenco Cádiz, Jerez y Los Puertos pasa el ecuador y llega a la tercera Gala Flamenca en su sede de Sanlúcar de Barrameda. Una Gala que prometía mucho, que empezó con unos minutos de retraso pero que no ha defraudado a nadie. Tras casi dos horas de concierto la artista sanluqueña María Mezcle dejó encantado al público con los matices de su voz, con su exquisita elegancia y los toques de sus acompañantes.
Vestida con una capa diseñada con un impresionante atardecer, Mezcle presentó los temas de su disco “MAGENTA Y CIAN” relatando antes del inicio de cada pieza los motivos que le llevaron a componerlo, arrancando en “El Palmar” y cerrando con “Canción para Mateo”. Acompañada de la guitarra del madrileño Joni Jiménez, las palmas de Antonio y Manuel Montes Saavedra más conocidos como “Los Mellis de Huelva”, del teclado y bajo de Melchor Borja y la percusión del sanluqueño Paquito González.
La sevillanas titulada “MAESTROS” fue otro momento que causó furor, dicho por la artista, “surge de una noche escuchando a Camarón y está dedicada a los maestros Paco de Lucía, Camarón, Farruco y La Niña de los Peines”. El tema, que ha sido producido por Juan Manuel Montoya “Farruquito”, cuenta con las colaboraciones de artistas muy consolidados en el ámbito musical como “ la guitarra de El Farru y los pies de El Carpeta”.
Otra de las grandes colaboraciones es del también sanluqueño Diego Villegas “que dejó un pedacito de su arte y su corazón en el disco”, quien subió al escenario para interpretar con su armónica la bulería que dicho por Mezcle, “surge en plena pandemia, en un momento de dolor profundo, es una llamamiento a la paz, es un no a la guerra, un no a la violencia, un sí al amor, que es la única arma que nos puede unir a todos”. Un instante lleno de magia que cautivó a los presentes y que puso en pie a un público cada vez más exigente.
Pero sin duda el momento más íntimo y emocionante para la artista llegó con la última pieza, con las lágrimas cayéndole al recordar que “ el tema surgió fruto del amor más grande que había sentido hasta entonces”, una nana dedicada a su primogénito y que lleva el nombre de éste, “Canción para Mateo”.
Como cierre a una noche que se hizo corta con sevillanas, fandangos, bulerías, nanas y sobre todo con tanta energía positiva, una emocionada Mezcle, tras agradecer a sus compañeros toda la confianza y el apoyo prestado desde el primer momento, presentarlos otra vez uno a uno y agradecer a la organización y a los presentes tantas muestras de cariño, se despidió en medio de una gran ovación.
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