El Güito y Manolo Sanlúcar unen talento y genialidad para poner el broche de oro a la duodécima edición del certamen.
Eduardo Serrano El Güito y Manolo Sanlúcar pondrán mañana sábado día 8 de marzo el broche de oro al XII Festival de Jerez con un mano a mano en el Teatro Villamarta en el que, por separado, ofrecerán un recital de baile y otro de toque, respectivamente. Como es tradicional, el certamen se despide con una gala de clausura que reúne a dos grandes maestros del arte flamenco. Pero, además, la última jornada de la muestra también contará con el espectáculo ‘Bocabajo’ de la bailarina Mayte Bajo, que tendrá lugar en la sala Compañía.
El Güito, que vuelve al festival dos años después, estará acompañado por la bailaora Angela Españadero, el cante de José Jiménez y Roberto Llorente y las guitarras de Pepe Maya, Juan Serrano y Basilio García. En el programa figuran palos como el taranto, farrucas, bulerías y, cómo no, la famosa soleá con la que El Güito ha creado escuela y ha pasado a la historia del baile por derecho propio ‘Dos generaciones’ es el título de la propuesta que el bailaor madrileño traerá al Teatro Villamarta, su último montaje estrenado en el Festival Suma Flamenca, certamen en el que se le rindió homenaje. Eduardo Serrano Iglesias, El Güito (Madrid, 1942), es la gran figura que la capital ha dado al baile flamenco. A los dieciséis años, cuando le otorgaron en París el Premio Sarah Bernhardt del Teatro de las Naciones, había pasado como alumno por las academias de la Quica y de Antonio Marín y llevaba ya años trabajando como profesional. Es otro de los grandes bailaores que salieron del magisterio de Pilar López, quien lo calificaba en entrevista con Herrera Rodas: “¡Es como la tierra misma! Una fuerza, una raíz tan fuerte que ya sube hasta el cielo”. El baile del Güito es la soleá. Ha hecho del género una joya y ha creado escuela en él. Paradigma del ideal del baile flamenco: sobriedad, ascetismo, economía de medios expresivos. Miembro del Trío Madrid junto a Mario Maya y Carmen Mora, cabecera de compañías de baile en diversos momentos de su carrera, en 1996 recibió el Galardón Calle de Alcalá, otorgado por el Festival de Madrid. ‘Puro jondo’, ‘A puerta abierta’ y ‘Mis recuerdos’ son algunos de sus últimos espectáculos. ‘Maestros’ El concierto de Manolo Sanlúcar abrirá la segunda parte de un programa que lleva como título genérico ‘Maestros’ y pretende reconocer la aportación de las grandes figuras a este arte singular. No obstante, el guitarrista sanluqueño presenta ‘El alma compartida’, un recorrido por lo más granado de su vasta trayectoria creativa. El título de su propuesta se hace coincidir con la autobiografía que ha publicado en la editorial Almuzara, libro cuyos entresijos el propio autor ha expuesto dentro de las actividades complementarias de esta edición del Festival de Jerez. En el escenario del Teatro Villamarta estará acompañado por la guitarra de David Carmona, el cante de Carmen Grilo y la percusión de Rafael Hermoso ‘Poti’. ‘El alma compartida’ hace referencia a las similitudes que el célebre guitarrista encuentra entre él y su padre. Este parecido se acentúa “en el amor al arte en general”, expresó Manolo Sanlúcar ante los medios de comunicación. Esa pasión se ha plasmado en su dominio de la guitarra, de modo que, desde que la tomara por primera vez en sus brazos, se ha adentrado en este mundo con “una entrega absoluta”. “Soy uno de los pocos creadores que trabaja y lucha por establecer la vanguardia de la guitarra flamenca”, añadió. En ese deambular dijo caminar de la mano de Paco de Lucia hasta llegar a un trecho “que va más allá de lo que nos dejaron”. No obstante, Manolo Sanlúcar hizo una defensa de la evolución “sin perder de vista los referentes históricos que se depositan en nuestras entrañas”. Así las cosas, el guitarrista se ve dividido en dos mitades: la del pasado y la de la vanguardia. Y esos dos mundos imprescindibles e intercomunicados quedarán reflejados en el concierto que cerrará el XII Festival de Jerez. Manolo Sanlúcar (Sanlúcar de Barrameda, 1943) tuvo como primer maestro a su padre, Isidro Sanlúcar, panadero y guitarrista al viejo estilo, quien aparecía con relativa frecuencia por la propia casa con amigos del cante y el toque; él desde niño demostró hallarse excepcionalmente dotado para seguir sus pasos. Pero quienes más influyeron en sus principios, según declaración propia, fueron Niño Ricardo y Diego del Gastor. El primero por su sensibilidad, su aportación fundamental a la guitarra flamenca, su toque tan impregnado de sentimiento; el segundo, por su aire de antiguo verdadero. A estas influencias se suman la de Javier Molina y los hermanos Morao, a quienes atribuye “un especial sentido del ritmo”. No había cumplido los veinte años y ya se le consideraba en plenitud artística, a raíz de la publicación en 1972 de su antología discográfica ‘Mundo y formas de la guitarra flamenca’. Pronto comenzó a investigar, consciente de que la guitarra tenía infinitas posibilidades que apenas habían sido exploradas. La más ambiciosa de sus aportaciones a este arte es su permanente búsqueda para integrar el flamenco en la música sinfónica. Varias obras de enorme interés, que han situado su nombre entre los grandes compositores de nuestro tiempo, jalonan esta inquietud del creador: ‘Fantasía para guitarra y orquesta’, ‘Trebujena’, ‘Medea’ y ‘Soleá’, ‘Tauromagia’ o ‘Aljibe’. También compuso Manolo Sanlúcar, sobre idea de Lebrijano, una especie de ópera flamenca destinada a representarse en los escenarios, aunque hasta ahora no se ha estrenado: ‘Ven y sígueme’. Otros ciclos La otra de las propuestas del XII Festival de Jerez en la jornada de mañana será el espectáculo ‘Bocabajo’, que la bailarina Mayte Bajo llevará hasta la sala Compañía dentro del ciclo ‘Con nombre propio’. En ‘Bocabajo’, la coreógrafa vallisoletana propone un espectáculo de danza española y flamenco, lleno de sensaciones interesantes y emotivas, matices genuinos bañados con voces melodiosas que recrean la danza. Con música de José Luis Montón y Daniel Jurado, ‘Bocabajo’ es como “vaciar una caja llena de experiencias vividas, un repaso a los éxitos, a los sin sabores, al aprendizaje, y demás momentos vividos” en las más de dos décadas dedicadas a la danza de Mayte Bajo. La sensibilidad y la elegancia son dos cualidades que predominan en el baile de Mayte Bajo, que ha formado parte de compañías de la talla del Ballet Nacional de España. De esta formación procede, precisamente, Francisco Velasco, bailarín que la acompañará en escena como artista invitado. “Busco elementos que se mueven dentro de mis coordenadas estéticas”, afirmó ante los medios de comunicación. De ahí que no precise de una cantaora, sino de una cantante como María Berasarte. En su opinión, ‘Bocabajo’ es el resultado de una angustia vital que acaba en una conclusión irrefutable: “decidí que bailar es maravilloso, independientemente del estilo, y debo mantenerme en esa línea”, indicó. Especial XII Festival de Jerez 2008. Seguimiento diario, reseñas, noticias, fotos… |