El cantaor jerezano Fernando de la Morena estará este próximo sábado 7 de octubre en la Sala García Lorca de Madrid, dentro del ciclo del cante Sagas del Cante. Como cantaor invitado estará Juan de la Morena.
Ambos estarán acompañados a la guitarra flamenca de Domingo Rubichi y al compás Miguel Téllez y Noé Barroso.
Como siempre, en la Sala García Lorca el cante al natural, sin micrófonos, ni megafonía con un aforo limitado a 90 personas.
FERNANDO de la MORENA
Nacido en la calle Cantarería, en el barrio de Santiago, Fernando de la Morena (1945) sobresale entre las figuras más representativas de la emblemática escuela cantaora de Jerez de la Frontera.
Dotado de un soniquete muy personal, resulta incomparable por bulerías. El dominio del compás y su particular humanidad, su arte, le han acreditado entre las mejores referencias por este estilo flamenco. La gracia y el compás de Jerez están templados por una seriedad latente, un sentido de lo trágico, siempre presente a la vez que oculto. En estas tierras de vino fino y de caballos, y en Fernando Carrasco Vargas, 'Fernando de la Morena' el cante flamenco ha encontrado el hogar perfecto para este singular estado mental.
Fernando, de apariencia distinguida, habla con la elegancia y resonancia de un profesor de literatura, y con una cultura intuitiva a pesar, o más bien a causa de los años que prestaba servicio como taxista cuando llevaba a cantaores grandes y no grandes a fiestas y actuaciones, y las casi tres décadas de repartidor de pan de ese de sándwich. Recuerdos de la gañanía, la desaparición prematura de su hermano menor Curro, y una gran humanidad…son las referencias que configuran el cante sincero y sentido de este hombre que canta con los ojos abiertos para el desconcierto de muchos espectadores. Luce cierto eco caracolero, a la vez que es uno de los cantaores de más personalidad propia hoy en día. Admira al venerable Antonio Núñez 'Chocolate', y la admiración es recíproca según confiesa éste.
Aunque no se profesionalizó como cantaor hasta hace apenas veinte años, destaca entre los cantaores más solicitados en recitales y festivales. En su arte coinciden el sentido de la escena y la fuerza de su dilatada experiencia artística, formada desde la infancia junto a grandes figuras históricas del flamenco en Jerez, como Tio Borrico o Tía Anica la Piriñaca.
El cineasta Carlos Saura le requirió para enriquecer, con su cante, el cuadro por bulerías que abre la película “Flamenco”.