XXX Festival Flamenco de Cáceres. Sábado, 20 de noviembre, 2004. 2000h. Gran Teatro de Cáceres.
La
edad del joven guitarrista Javier Conde es la mitad de los años
que lleva celebrándose el Festival Flamenco de Cáceres,
y casi medio siglo le separa del maestro Victor Monge ‘Serranito’
con quien compartió un recital de guitarra en la tarde de sábado,
20 de noviembre dentro de la programación del trigésimo
Festival Flamenco de Cáceres que también incluía
numerosas exposiciones de fotografía y pintura y otras actividades
paralelas.
Es difícil no hablar de cifras cuando se trata de Javier Conde (Cáceres,
1988), que empezó a tocar la guitarra con 4 años y lleva ganando premios
importantes desde los 10, incluyendo más recientemente el prestigioso
Bordón Minero del Festival de Cante de las Minas de La Unión. Es lo que
se llama un niño prodigio, pero sería injusto con esa etiqueta quitarle
méritos a este joven músico que nos brindó su repertorio clásico de piezas
de Paco de Lucía, Sabicas, Esteban de Sanlúcar, Niño Miguel, Andrés Batista
y el mismo Serranito con el aplomo y seriedad de los grandes maestros
que tanto admira. «Esta noche marca un antes y después en la historia
del flamenco de Extremadura» afirmó el representante de la organización,
y no fue para menos dado el relevo generacional que fue imposible pasar
por alto.
El joven con su repertorio rigurosamente clásico
y el veterano con sus aires contemporáneos
Javier ofreció un programa bien variado de once composiciones,
desde las alegrías de Paco de Lucía «Barrio de Viña»
con las que abrió – Ricardo a través de Paco filtrado
por Javier – hasta los clásicos panaderos de Esteban de Sanlúcar,
la danza mora de Batista o granaínas, zapateado en re y garrotín
de Sabicas, con el Sitio de Zaragoza de éste para «refinalizar»
como dijo el joven antes de tocar el bis que exigía el público.
Exhibió un puro sabor a lo auténtico, un ataque seguro y
dinámico, sonidos redondos y limpios y la sensibilidad artística
de una persona mayor. Algunos temas fueron acompañados por timbales,
bajo y la discreta segunda guitarra del padre de Javier, José Antonio
Condé, que acaba de publicar su grabación «Retazos
de mi vida flamenca».
Dieciocho
grabaciones ha realizado a lo largo de su carrera el veterano guitarrista
Victor Monge Serranito (Madrid, 1942) que fue presentado como «uno
de los tres guitarristas que ha marcado el siglo veinte», los otros
dos siendo Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar. Con dos guitarras
de apoyo además de percusión, y descansando el pie derecho
en el soporte que normalmente emplean los guitarristas de clásico,
lució un sonido actualizado para un surtido de sus propias composiciones,
entre taranta, granaínas, soleá, una fantasía que
tituló «Los cuatro elementos», y otra dedicada a Federico
García Lorca con la que trató de «expresar con mi
música el momento fatídico de su paseo mortal»
La grata imagen de Serranito y Javier tocando a dúo puso la guinda
a una noche cargada de simbolismo: el joven con su repertorio rigurosamente
clásico y el veterano con sus aires contemporáneos, y entre
ambos, una noche redonda de buena guitarra y grandes expectaciones para
el flamenco extremeño.
