«LA VERDADERA HISTORIA DEL MITO CONTADA POR SU VIUDA»
Madrid, 26 de noviembre de 2008.- La figura de José Monge Cruz no tenía nada que ver con el genio, con el mito que todos conocimos. “La chispa de Camarón. La verdadera historia del mito contada por su viuda” es la única biografía oficial que ofrece, por primera vez, ese lado íntimo del artista, ese lado oculto al público que nos muestra el Camarón hijo, hermano, amigo, marido, compañero. Su viuda, Dolores Montoya “La Chispa” narra con la ayuda del periodista Alfonso Rodríguez y con los recuerdos de sus amigos más allegados y de los hermanos del genio, una historia ilustrada con el, hasta hoy, polvoriento e inédito álbum de fotos de la familia. La Chispa nos guiará por la excitante vida del cantaor de la Isla de San Fernando, desde sus abuelos hasta sus hijos, un recorrido fiel en el que glosará algunos de los episodios más importantes de la vida de su marido. Asimismo, Raimundo Amador, Kiko Veneno, Lolita, Niña Pastori o Blanca del Rey desgranan a través de sus testimonios la auténtica personalidad del artista y cuentan los momentos que compartieron con él. La obra “La chispa de Camarón” se acompaña, también, de una reproducción de un concierto inédito de Camarón, un documento sonoro donde se han respetado los murmullos, los comentarios del público, el ambiente que se vivió en aquel concierto de verano de 1988, noche que ha quedado en la memoria de los partidarios y paisanos de Camarón de la Isla. Con esta grabación no se pretende añadir un disco más a la lista de vinilos y compactos que hay en el mercado perfectamente remasterizados de José Monge Cruz. La idea es trasladar al lector a las noches flamencas de la Isla de Camarón donde José le cantaba a su público, a la gente de su barrio marinero que veintiséis años antes le aplaudían por retarse en el mismo sitio con el Príncipe Gitano. Rubio y menudo… como un camarón Este libro nos acerca a la infancia de José y a su primera gran pasión: ser torero. Afición a la que sólo le pudo hacer sombra la música, y el arte que aprendió de aquellos que le rodeaban: los cantes de su padre en la herrería o las ocasiones en las que su madre, Juana Cruz, reunía en su casa a los grandes del flamenco de la época como Caracol, Pepe Pinto o Lola Flores deseosos de escuchar “la música que tenía en la garganta”. José todavía era muy joven cuando su tío Joseico le dijo un día “José, eres rubio y menuo… como un camarón”. Hasta ese momento se le conocía como Pijote Chico, porque se parecía mucho a su hermano Jesús a quien denominaban así, pero Camarón fue el nombre que le marcó toda su vida y más allá de su muerte. La primera actuación en público de Camarón fue en 1962, en el colegio de La Salle, en San Fernando. Poco después la Venta de Vargas, mítico restaurante de la Isla, fue uno de los lugares donde creció como artista. Fueron los años en los que Picasso, Antonio Ordóñez, Curro Romero y un largo etcétera tuvieron el privilegio de ver cómo se forjaba el cantaor más grande que ha dado la historia. Con 16 años Camarón se presentó al Festival de Cante Jondo Antonio de Mairena, en Mairena de Alcor, el concurso flamenco más importante de España y, como no podía ser de otra forma, lo ganó. Madrid tuvo que esperar dos años más para ver sus actuaciones con Dolores Vargas “La Terremoto” y en el tablao Torres Bermejas, trampolín en el que el artista consolidó su fama. Pronto llegaron los primeros discos y también su unión con Paco de Lucía, al que consideraba como su hermano. Cuando deciden iniciar su carrera profesional por separado, Camarón colabora con otros grandes como Tomatito, Raimundo Amador o Kiko Veneno, con quien grabó “La leyenda del tiempo”, un disco que revolucionó el concepto del flamenco y levantó muchas ampollas en aquella época entre las corrientes más puristas. La chispa de Camarón Camarón ya era una artista consagrado cuando conoce a Dolores Montoya, “La Chispa”. Se casan siendo ella muy joven, con apenas 16 años. José era un amante de lo niños, y deseaba tener una familia numerosa, como en la que él había crecido. Fruto de esta relación nacieron Luis, Gema, Rocío y José. La Chispa recuerda la importancia que para él tenía la familia: “A él sólo le apetecía estar con su familia. No quería saber nada de prensa, ni de recepciones, ni de fama, ni de prestigio”. “La chispa de Camarón” recoge, por primera vez declaraciones de Marcelo Camus, el psiquiatra que trató a José. Habla de un hombre marcado por el clasismo social, una persona introvertida, recluida e insegura. “Le daba mucho miedo el fracaso en todos los ámbitos de la vida: por esto huía de la gente, porque no quería ser juzgado”. Camus también desmitifica el Camarón drogadicto, y asegura que “la auténtica adicción de Camarón se llamaba nicotina”. Cuando Camarón estaba grabando “Potro de rabia y miel” le diagnosticaron un cáncer de pulmón. “El 2 de julio de 1992, a las siete menos cuarto de la mañana, José moría en el hospital Germans y Trías”. Moría la persona, pero en ese momento comenzaba la leyenda del mito. |