La artista madrileña presenta su nuevo espectáculo el 25 de abril, un solo protagonizado por ella, con la producción musical del versátil contrabajista Pablo Martín Caminero
Dos años después de la presentación de La finitud en el festival Suma Flamenca, la bailaora Sara Calero estrena El renacer el 25 de abril en Teatros del Canal. La nueva obra de la artista madrileña evoca texturas, ambientes y luces de aquella otra creación, “Como si hubiera un narrador diferente que continúa la historia, un narrador que ha elegido otros desenlaces”, según explica Calero, una de las principales referencias actuales en la renovación de la danza española y el baile flamenco.
Planteada como un solo, con la propia Sara Calero en escena, la bailaora ha contado con la producción musical del contrabajista Pablo Martín Caminero, versátil músico que ha colaborado con artistas flamencos, de jazz y de música clásica españoles. El joven guitarrista extremeño Javier Conde y el bajista Juanfe Pérez acompañan el cante de Sergio “El Colorao” y José Guerrero “El Tremendo”.
“Tras la finitud, el renacer”, piensa Sara Calero, que invoca al filósofo Heráclito y su idea de que “nada permanece” para enmarcar un espectáculo que le da posibilidad de “soñar con una transformación” que le lleve a “otra vida”. Propone “una metamorfosis cíclica, que me haga recorrer un mismo camino varias veces pero con diferentes estados de conciencia, llegando así a destinos inesperados inagotables”.
Premiada en el Certamen Coreográfico de Madrid y en el Festival de Jerez, Sara Calero (Madrid, 1983) parte de una sólida formación clásica y de su experiencia en compañías tan significativas como el Ballet Nacional de España, la Compañía Andaluza de Danza, la Compañía de Antonio Márquez o Compañía Ibérica de Danza, y su talento ha brillado junto a primeras figuras del cante flamenco como Carmen Linares o Esperanza Fernández.
La bailaora se tituló con matrícula de honor en el Conservatorio de Madrid en 2002. Con 17 años debutó como solista de la mano del maestro José Granero en el Festival de Jerez, con la pieza La noche, dentro del espectáculo A mi manera, junto artistas de la talla de Lola Greco, Maribel Gallardo, María Pagés y Beatriz Martín. Ese mismo año fue coreógrafa de la producción Zarzuelas en blanco y negro para el Teatro Romea de Murcia y, un año más tarde, entró a formar parte del Taller de la Compañía Andaluza de Danza.
En 2006 ingresó en el Ballet Nacional de España, bajo la dirección de José Antonio e interpretó papeles de primera bailarina en coreografías como Seis sonatas para la Reina de España, de Ángel Pericet; Eritaña y bolero de Puerta de Tierra, de Antonio; El bailarín o Danza y tronío, de Mariemma.
En 2010 dejó su trabajo en el Ballet Nacional de España para embarcarse en un proyecto personal llamado Zona cero, que se estrenó con gran éxito de público y crítica. En marzo de 2013, estrena su segundo espectáculo, El mirar de la maja, en el Teatro Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial y un año después presenta en la XVIII Bienal de Flamenco de Sevilla su primer espectáculo de calle, La gota.
En 2015, estrena en el Festival del 2 de Mayo de la Comunidad de Madrid su espectáculo de mayor formato hasta el momento, Cosmogonía, coproducido por ella y la cantaora Gema Caballero y en 2017, Petisa loca. Un año después compagina su gira nacional e internacional con diversos proyectos de coreografía e interpretación, estrenando Fandango street en el Festival Clásicos en Alcalá. En 2020 estrena Fandango avenue, en Teatros del Canal, donde presentó en 2021 La finitud. El pasado año coreografió e interpretó junto a Joaquín de Luz A tu vera para la Compañía Nacional de Danza.