La bailaora tarraconense Belén López (1986) dibuja en su nuevo espectáculo, Latidos, el tránsito del miedo a la luz, que estrena en la Sala Roja de Teatros del Canal el 6 de abril al frente de su compañía de danza.
Acompañada de los bailaores Rapico, Mónica Fernández y Pol Vaquero, la artista, que en 2016 logró el Premio Desplante del Festival de Flamenco de Las Minas, ha concebido Latidos como una lucha entre el miedo y la esperanza. “Cuando el miedo nos paraliza, todas nuestras armas, la fortaleza, la creatividad, la pasión, la esperanza, el entusiasmo y la alegría, están atrapadas en la oscuridad”, señala la sinopsis de la obra.
Durante el espectáculo, el espectador contemplará la progresión de sentimientos y emociones que conduce del miedo inicial a un punto “donde la luz aparece con toda su fuerza”. Dejándose inundar por la música, la obra muestra un recorrido por el baile más genuino de López, cargado de fuerza, de la mano de una técnica impecable, con maneras de bailar distintas que se funden para transmitir un mensaje de esperanza.
Bailaora esencial, la crítica ha apuntado a la “exquisita perfección técnica” de Belén López sobre los escenarios, a la “gran calidez que se desprende de su temperamento y una gracia innata que es capaz de pellizcar el corazón de los asistentes”, según publicaba el portal De Flamenco.
“Como la gloriosa Carmen Amaya, ofrece danza reducida a una prodigiosa esencia de sí misma, embriagadora, maravillosa”, escribió el Financial Times cuando la artista española bailó en un festival en Londres en 2013.
“Belén se basta y se sobra para aparcar a la niña prodigio que fue y hacer emerger esa mujer madura tan ágil como temperamental y tan delicada como feroz en el zapateado y en el remate”, destacó el Diario de Jerez.
De madre cordobesa y padre sevillano, Belén López nació en Tarragona, pero a los diez años, ya con el flamenco dentro de sí misma, sus padres tomaron la decisión de que López se trasladara a Madrid para cumplir su sueño de bailaora. Y desde 1999 vive en la capital de España. “Hoy, el flamenco es mi vida y Madrid mi escenario”, señaló en una entrevista.
A los 5 años se subió a un escenario y actuó delante de Antonio Ruiz y Pilar López en un homenaje a la bailaora Carmen Amaya en Barcelona. Estudió en el Conservatorio de Danza de Madrid, y tras terminar la carrera trabajó durante cuatro temporadas en la Arena de Verona como primera bailarina en los montajes de Carmen y El trovador dirigidos por Franco Zeffirelli.
A su regreso a España comenzó a actuar en el tablao madrileño El Corral de la Morería como primera figura. En 2004 ganó el Premio Nacional de Flamenco «Mario Maya» del Concurso Nacional de Córdoba y un año después el Premio Artista Revelación de El Corral de la Pacheca. En 2016 logró el Premio “Desplante” del Festival de flamenco de Las Minas.Su debut al frente de su propia compañía se produjo en 2005 con el espectáculo Atrapados por el arte, al que siguieron Cuando amanece y A mi manera. A lo largo de su carrera ha actuado junto a otros talentos del baile como Jesús Carmona, Antonio Canales, José Mercé, Miguel Poveda y Arcángel y en los principales escenarios y festivales dentro y fuera de España. A finales de 2022 produjo Tiempos, que inauguró el ciclo flamenco del Teatro Real de Madrid.