Estela Zatania
Fallece la querida festera sevillana
Hoy el flamenco se tambalea y el compás está cojo. La del Revuelo se ha reunido con su Revuelo, y la fiesta se traslada al firmamento. Juana Silva Esteban, nuestra querida festera, estos intérpretes que son el oxígeno del flamenco…no el flamenco trágico visto por ojos lorquianos, sino el de la picardía y la gracia tan intrínsecamente andaluzas, la otra cara de la moneda sin la cual al arte jondo le faltaría una pieza clave de su identidad.
La imagen permanente conformada por un gran canasto, un delantal y unos pololos, racial por gitanomasia, una estampa que nos deleitaba siempre a todos. Aires trianeros por bulerías y tangos, pasados por el tamiz de las Tres Mil Viviendas donde el día a día flamenco se calaba profundamente en Juana.
La del Revuelo perfeccionó su arte en tablaos, peñas y festivales, siempre acompañada de su marido Martín Revuelo y su hijo, el subestimado guitarrista Martin chico. Recuerdo una actuación especialmente genial en la humilde terraza de un bar delante de la Catedral del Cante en La Unión, y no vayamos a olvidar su destacada presencia en la obra filmada «Bodas de Gloria» (1996).
Acerca de su actuación en la Bienal de Sevilla del 2002, escribí que «Juana la del Revuelo ofreció una de las actuaciones menos pretenciosas y más entretenidas de toda la Bienal». Ahí queda eso como testimonio y valoración definitiva de una artista creativa y espontanea, flamenca a mas no poder, que el martes, 7 de junio, 2016, nos ha dejado definitivamente con solo 64 años de edad.