Bonita experiencia la vivida anoche en la Sala Caracol de Madrid, muy conocida años atrás por la programación de músicas africanas, étnicas y por supuesto flamenco, se celebró una primera semifinal de un concurso de jóvenes flamencos, todos ellos madrileños, de la calle, del rastro de Madrid, de Lavapiés, Tirso de Molina… tuvieron la oportunidad de salir por primera vez a un escenario a demostrar el arte que llevan consigo con la necesidad de compartirlo.