Peña flamenca Pepe Montaraz, Lebrija (Sevilla), domingo, 27 de abril, 2003. 14.00h
Como broche de oro a la XIV Semana Cultural Flamenca de la Peña Flamenca Pepe Montaraz de Lebrija, el día 27 de abril, 2003 el cantaor José Menese Scott de La Puebla de Cazalla fue galardonado con la Giraldilla Flamenca. La semana incluía las actuaciones de Juana la del Revuelo, Plácido González, la Peña Femenina de Huelva y diversos artistas locales, además de actividades culturales paralelas.
«El gran consuelo de los que amamos
el buen cante»
En esta peña lebrijana en plena campiña andaluza en la
espina dorsal del llamando 'triángulo del cante', el escritor y
periodista Manuel Bohórquez fue el encargado de presentar el acto.
Después de un breve recorrido biográfico en torno al cantaor,
comentó: «su voz sigue siendo el gran consuelo de los que
amamos el buen cante». Jose Menese es un cantaor que se ha mantenido
firme a sus principios sin ceder un ápice a la revolución
camaronera que caracterizó su generación. Aceptó
el galardón y recordó el ya legendario viaje en moto, hace
cuarenta años, de La Puebla a Madrid con Chumy Chumez cuando el
cantaor sólo tenía 20 años. Fue el comienzo de un
largo camino que tuvo un inicio portentoso en el tablao madrileño
Zambra donde el joven compartió escenario con figuras como el Pericón
de Cádiz, Rafael Romero o Juan Varea. En Barcelona y Madrid la
comunidad intelectual lo acogió y lo convirtió en símbolo
para los jóvenes universitarios de la época. Su estrecha
vinculación con el pintor y poeta Francisco Moreno Galván
es un elemento inseparable de la personalidad y obra de Menese que popularizó
los versos originales y a menudo politizados de aquél.
No estaba previsto que Menese cantara hoy, pero puso su voz mairenera,
en espléndida forma, al servicio de la soleá con un admirable
surtido de estilos entre Cádiz, Jerez y Utrera acompañado
por el guitarrista Antonio Carrión. Después de un breve
descanso el cantaor Curro Malena, acompañado a la guitarra por
su hijo Antonio Malena, redondeó la tarde con un mini recital que
rezumaba el sabor de su tierra lebrijana con cantes del Pinini, del Juaniquí
y las originales bulerías de El Chozas y Antonia Pozo que siempre
ha incorporado en su repertorio con gran efecto.