Homenaje en Valladolid

El pasado 11 de febrero en la «flamenquisima» Sala Borja sé rindió un emotivo homenaje al maestro Pirminio Oliveros por los flamencos de Valladolid.

El
buen hacer del cantaor vallisoletano, Carlos Salgado “Castañeta”,
impulsor junto a Román Espeso conjuntamente con un grupo de aficionados
y aficionadas, de esta iniciativa, reunió a la colonia flamenca
vallisoletana para rendir “pleitesía”, a uno de los
aficionados más representativos de la Ciudad del Pisuerga, Pirminio
Oliveros, aficionado cabal, honesto, merecedor de todo tipo de elogios
por su calidad como aficionado y humana –como otros más-,
se les reconozca sus valores que han contribuido a engrandecer, respetar
y admirar el arte flamenco; su amor y respeto al flamenco, en algunos
casos, lo extendió más allá de nuestras fronteras,
cuando se tuvo que buscar las “habichuelas” como emigrante
en Alemania. Admirador de cantaores como, Mairena, Valderrama, Marchena,
Caracol, Chocolate. ¡ay nada!.

El homenaje que contó con la plana mayor de la “Peña
de la Siguiriya”, así como numerosísimos amigos, aficionados
y aficionadas, quisieron acompañarle en esta noche tan especial
para él, hasta llenar el aforo de la Sala Borja. Un numeroso cartel
de cantaores, tocaores de la localidad se sumaron al homenaje de forma
totalmente desinteresada, al que se sumo el cantaor madrileño Antonio
Izquierdo “Merenguito”,

Los ecos de la toná, martinetes, fandangos, la caña, quisieron
acompañarle al homenajeado y rendirle sus respetos.

Iniciativas como estas, vengan de quien vengan, son los que hacen soñar
que el flamenco, lo jondo está mas vivo que nunca, y sabe ser respetuoso
con lo que iniciaron una senda que, como “maletillas” les
llevaba de un lugar a otro a oír a Vallejo, Mairena, Valderrama,
etc. y revivir los duendes de las viejas tabernas de los barrios periféricos
de Valladolid donde el flamenco era un rito.

P.Sanz

 

 

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