La Embajada de España y los Centros del Instituto Cervantes en Marruecos organizan, del 9 al 27 de noviembre, un programa artístico bajo el título “Flamenco en línea para Marruecos”. Con Guadalupe Torres, Amós Lora, Marco Flores, Gema Caballero, Sara Calero y Raúl Cantizano.
Este evento cultural consta de un total de 18 vídeo-cápsulas de flamenco, grabadas especialmente para el público de Marruecos, que serán emitidas a las 21h en las redes sociales de la Embajada y de los Centros del Instituto, indica el instituto Cervantes en un comunicado.
En este contexto, seis artistas de flamenco han sido invitados a participar cada uno de ellos con tres vídeos de unos 3 minutos de duración, precisa el documento para agregar que se trata de la bailaora Guadalupe Torres, el guitarrista Amós Lora, el bailaor Marco Flores, la cantaora Gema Caballero, la bailaora Sara Calero y el guitarrista Raúl Cantizano.
La bailaora Guadalupe Torres es uno de los valores en alza del baile flamenco. Dirige su propia compañía con la que ha creado cuatro espectáculos que ha presentado en los festivales de flamenco más importantes del mundo.
Por su parte, el guitarrista Amós Lora empezó a tocar la guitarra a los tres años y a los doce grabó su primer disco. Con tan sólo diecinueve años, este niño prodigio, acaba de presentar su tercer disco, grabado en solitario.
De su lado, el artista Marco Flores tiene una sólida carrera como bailaor. Con su compañía, que dirige desde hace diez años, ha creado diez espectáculos, y ha sido galardonado con importantes premios de danza.
La cantaora granadina Gema Caballero, una de las voces femeninas más singulares del flamenco, tiene, a su vez, dos discos publicados con los que ha conseguido grandes elogios por parte de la crítica más especializada.
La bailaora Sara Calero, que ya ha presentado cinco espectáculos con su propia compañía, creada en 2011, participa con su creatividad y su rigurosa formación en la renovación de la danza española y el baile flamenco.
Por su lado, el guitarrista sevillano Raúl Cantizano experimenta con todo tipo de músicas y de registros sonoros. De espíritu inquieto, su música es una herramienta para crear, para crecer y para cuestionar los códigos y clichés, concluye el instituto Cervantes.