- Junto a la japonesa Anna Sato, construye un montaje basado en la música popular de la isla de Amami
- El cante volverá a la Bodega González Byass con José de la Tomasa y Perico Pañero en el ciclo ‘De la Raíz’
Eva Yerbabuena lleva el flamenco a las leyendas japonesas de la isla de Amami, lugar de procedencia de la artista japonesa Anna Sato, que colabora en ‘Cuentos de azúcar’, espectáculo que pondrá en escena mañana domingo día 24 de febrero en el Teatro Villamarta, dentro de la programación del XXIII Festival de Jerez. De otro lado, el cante volverá a la Bodega González Byass con José de la Tomasa y Perico Pañero, dentro del ciclo ‘De la Raíz’.
La nueva propuesta de la bailaora y coreógrafa granadina tiene su origen en el Festival de Jerez de 2016 y, tres años más tarde, vuelve a la muestra. En aquel año Eva Yerbabuena abría el certamen con ‘Apariencias’ y, tras la representación, Anna Sato le hizo entrega de un CD con su trabajo. Tras escucharlo quedó “enamorada” de su voz y se propuso establecer una vía de colaboración entre ambas. Se iniciaba así una “investigación maravillosa y enriquecedora”.
Yerbabuena sintió una fuerte conexión entre las historias de las canciones populares de Amami y los cuentos tradicionales que de niña escuchaba en Granada. El resultado de este espectáculo no es otro que un encuentro entre ambas culturas, basado en la intuición, pues Sato habla un dialecto japonés. “Muchas veces sobran las palabras. No poderte comunicar a través del idioma te lleva a otros sitios”, señaló la bailaora.
Para conocer más profundamente esta cultura japonesa, la compañía de Eva Yerbabuena hizo residencia en Amami, una isla al sur de Japón que fue mucho tiempo tierra de esclavos obligados a cultivar la caña de azúcar. Un elemento con el que la bailaora está familiarizado, ya que “veraneaba con mi familia en Salobreña en una fábrica de azúcar”.
Diálogo entre culturas
Así las cosas, Yerbabuena pudo conocer sus tradiciones, sus fiestas, sus bailes y su entorno natural. Todo ello ha dado como resultado un espectáculo donde se van entrelazando los cantos de Anna Sato con piezas flamencas como la taranta, la seguiriya o una nana. No se trata de una fusión de cultura, sino de un diálogo a modo de encuentro donde la esencia de cada uno permanece para establecer una conexión “casi espiritual”.
Un elemento imprescindible en la unión de ambos estilos ha sido el círculo, una figura muy presente en la isla de Amami y de la que Yerbabuena había huido siempre en sus coreografías. Sin embargo, en esta ocasión, toda su estancia sobre el escenario se produce dentro de un círculo de seis metros de diámetro construido con materiales que simbolizan el agua y la tierra.
En ‘Cuentos de azúcar’ el baile de Yerbabuena y el canto de Sato ponen sobre el escenario variadas leyendas y relatos ancestrales de la isla presente en las canciones tradicionales. Entre ellas, la historia de la bella esclava convertida en serpiente, el pájaro negro o los espíritus que habitan los árboles. “Relatos a los que estoy muy acostumbrada a escuchar aquí”, aclaró.
El guitarrista Paco Jarana afronta la dirección musical de este montaje. Contará con la presencia de Alfredo Tejada y Miguel Ortega, al cante; Antonio Coronel, a la batería; Rafael Heredia, a la percusión; y Fernando Jiménez, al baile. Todos ellos forman parte del elenco de una propuesta donde prima el encuentro. La coreógrafa granadina tuvo palabra de elogios para el vestuario diseñado por López de Santos, así para la escenografía de tonos negros.
A su juicio, ‘Cuentos de azúcar’ es un montaje “que hace honor a su título” y al que calificó de “mágico”. Mañana podrá verse en el Teatro Villamarta, en el lugar donde empezó todo hace ahora tres años cuando Anna Sato le entregó un CD que envolvía una “impresionante” forma de cantar.
De otro lado, el cante volverá a estar presente en la Bodega González Byass en las voces de José de la Tomasa y Perico Pañero, dentro del ciclo ‘De la Raíz’. Para José de la Tomasa, “ningún artista debe quedarse sin venir a Jerez” porque “esto es la cúspide”. En su actuación “intentaré sacar el tarro de mi sangre, de mi familia” y, en estos menesteres, estará acompañado por la guitarra de José Gálvez, a quien el cantaor dedicó palabras de elogio. Será la primera vez que ambos coincidan sobre las tablas. “Me iría con él al desierto”, fue la réplica del guitarrista hacia José de la Tomasa.
El cante de Perico Pañero tendrá el acompañamiento de Antonio Carrión a la guitarra. El de Algeciras se ha asomado al mundo profesional a una edad tardía, pero ha conseguido darle a su cante una singularidad de fuerte impronta personal.