La coreógrafa y bailaora Eva Yerbabuena y el coreógrafo y bailarín Juan Kruz entrecruzan sus distintos orígenes y formaciones en Refracción (desde mis ojos), un espectáculo en el que la artista andaluza muestra sus paisajes emocionales y personales más profundos. El espectáculo, estrenado en la pasada Bienal de Sevilla de Flamenco, se estrena hoy en la Comunidad de Madrid, en la Sala Roja de los Teatros del Canal, y estará hasta el domingo 29 de enero.
Si Eva Yerbabuena procede del flamenco, Kruz proviene de la música clásica y la danza contemporánea. La coreógrafa granadina había conocido la creación del artista vasco durante una de las bienales sevillanas y sintió la necesidad de trabajar con él, pero solo el pasado año pudieron coincidir en una obra como esta. En ellas ambos se descubrieron en un momento vital similar: abiertos a preguntas personales e íntimas, que atañían a su esencia, desde las que mirar hacia delante y en la que vierten cuestiones relacionadas con la identidad (la propia, la proyectada, la adjudicada), la confianza y el abuso, la temporalidad, de los deseos, y la necesidad de ruptura y regeneración.
Utilizando un dispositivo escénico reducido, los músicos se ponen al servicio del baile focalizando el discurso artístico en ella. De forma simultánea, Juan Kruz y el artista de vídeo Greg Blakey proyectan un vídeo cuyas imágenes son un montaje de escenas grabadas previamente que pertenecen al pasado de Eva y de imágenes tomadas en vivo por Juan Kruz, que manipula la cámara.
Trayectorias
Nacida en Frankfurt y criada en la localidad granadina de Ogíjares, Eva Yerbabuena comienza a bailar porque su tía Encarnita observa que “esta niña tiene arte” ella, con un esfuerzo familiar inmenso, comienza a dar clases de flamenco. Su trabajo de bebe de las enseñanzas de maestros como Enrique “El Canastero”, Angustillas “La Mona”, Mariquilla, Mario Maya y Juan García, que le enseñó coreografía y movimiento en Cuba. En 2001 fue invitada por Pina Bausch a bailar en Wuppertal (Alemania) junto a Mikhail Baryshnikov, Marie-Claude Pietragalla y Ana Laguna. Desde entonces, Eva actuó anualmente en Wuppertal hasta el fallecimiento de la coreógrafa alemana.
Con tan sólo 28 años, en 1998 forma su propia compañía. Desde entonces ha coreografiado una docena espectáculos y recibido el reconocimiento del público a nivel nacional e internacional, así como galardones de toda índole.
Debe estar conectado para enviar un comentario.