Silvia Cruz Lapeña
El ciclo barcelonés, organizado por el Taller de Músics, cumple seis años conectando artistas de distintas generaciones, países y géneros.
“Connexions”, el ciclo de diálogos musicales de Barcelona arranca hoy con un concierto de Maika Makovski, una voz imposible de comparar y una artista siempre alejada de lo evidente. Viene a presentar, “CarMenKa”, extensión de la indagación que hizo en su último disco, Chinook wind, en el que exploró sus raíces macedonias. Ahora le pone otra pata, esta vez andaluza, pues si en aquel trabajo se adentraba en la historia de su familia paterna, en este también entra su abuela Carmen, del pueblo sevillano de Herrera. Para darle ese color, dos promesas del cante flamenco que se escucha en Cataluña: Paula Domínguez y Jordi Fornells.
Este es el tipo de espectáculos que puede verse en el “Connexions”, ciclo que entre el 5 y el 31 de octubre ofrece 18 conciertos. “Se trata de unir músicos de distintos lenguajes que se unen para presentar un proyecto”, resume Lluís Cabrera, presidente del Taller de Músics, entidad impulsora de un ciclo en el que el flamenco siempre tiene su sito.
Las actuaciones tendrán lugar en el Taller de Músics 24, local de los organizadores en el barrio del Raval, y en la Sala Apolo. A esta última llegará la cantaora Rocío Márquez con Fahmi Alqhai para presentar “Diálogos de nuevos y viejos sones”, propuesta que estrenaron en la pasada Bienal de Sevilla. “Este tipo de proyecto me lleva directa a la esencia, pues al usar códigos tan diferentes se pone de relieve lo fundamental”, explica sobre la importancia que tiene para ella conectar con otras músicas. “Son proyectos que me enganchan porque ambas partes tienen que trascender su género y hacer que la mochila de uno y del otro encuentren la conexión”, dice la onubense a Deflamenco.
Viajes culturales
Este festival también pretende darle un sitio a la cantera. “Esto empezó hace cinco años, con Diego Ruiz, tras observar que había grupos de la escena indie vinculados al sello Bankrobber que habían estudiado en el Taller de Músics o que mantenían la relación. Fuimos a hablar con Marçal Lladó, de Bankrobber, y le propusimos la idea de hacer un festival conjunto”, cuenta Cabrera. Así nació la idea que pone a dialogar no sólo géneros, también países y generaciones. Un ejemplo se podrá ver en el concierto de Javier Ruibal, a quien se acaba de otorgar el Premio Nacional de Músicas Actuales y que trae a Barcelona “Mi sur, mi paisaje”. En él, se pone a las órdenes del maestro Javier López de Guereña con el que recorrerá su particular universo sonoro a través de una propuesta hecha para este festival y para el que le acompañará el quinteto de cuerdas del Taller de Músics.
En el “Connexions” también hay lugar para estrenos de largo recorrido, por ejemplo, el de Raúl Rodríguez, que trae a la Sala Apolo el directo de su último disco: “La raíz eléctrica”. Con él, presenta también un nuevo instrumento musical, el tres eléctrico, una mezcla del tres cubano y guitarra eléctrica. Rodríguez no es nuevo en el Connexions, pues ya vino en 2015 con su primer trabajo en solitario, Razón de son. Esta vez la apuesta es otra de sus aleaciones entre música y antropología, pues en La raíz eléctrica combina afro-beat, flamenco, psicodelia, son cubano, o rock andaluz con el transita un viaje intercultural.
Memoria del porvenir
«Si se mezcla el flamenco con tradiciones con las que históricamente ya tuvo contacto, se gana la memoria del porvenir”, explica Rodríguez sobre lo rico que es adentrarse en otras músicas. “El flamenco ya es un producto cultural mestizo y lo más bonito sucede cuando nos atrevemos a retroceder hacia el futuro», cuenta a Deflamenco. Con ese planteamiento, Rodríguez redunda en una idea que también comparte Márquez: “Cuando empecé este tipo de proyectos, me di cuenta de que no debía, ni podía, separarme de las peñas. Si lo hago, pierdo el sentido y es la manera de mantener un pie en la tierra y en lo tradicional”, dice dejando claro que probar otras músicas no la aleja de su origen, al contrario, la mantiene pegada a él.
El Connexions no es un festival donde los géneros se diluyen, solo se contaminan, y es una oportunidad para acercar a unos músicos a otros y convertir Barcelona en un semillero del que salgan proyectos inesperados. El de Márquez y Alqhai es seguramente el que parte de puntos más dispares, pero ya ha demostrado que funciona. El músico e intérprete de viola da gamba, que ya estuvo en el Connexions 2016 con Arcángel y su Accademia del Piaccere, reconoce que tocar una seguiriya con su instrumento es complicado, pero no hay nada que no se consiga con muchas horas de trabajo. “Ha habido búsqueda y mucho tiempo. Esa es la diferencia entre un corta y pega y un encuentro”, dice Márquez que está encantada del resultado en el que colaboran también Rahmi Alqhai y el percusionista Agustín Diassera.
Pero no solo hay flamenco en el Connexions 2017. Quienes se acerquen a alguno de los 18 conciertos que componen el ciclo podrán disfrutar de jazz, música clásica, rock, pop, soul y quien sabe si también de algún subgénero aún por bautizar.