El Ballet Nacional de España rinde homenaje a Mario Maya, el creador que hizo evolucionar el flamenco

Ballet Nacional de España - Invocación

Ballet Nacional de España - Invocación

“El arte es evolución; porque de lo contrario no es arte. Pero para evolucionar, como en todas las artes, hay que tener un importante bagaje de tradición”. El bailarín, coreógrafo y director Mario Maya fue hasta su fallecimiento en 2008 el hilo conductor del flamenco tradicional hacia el contemporáneo. Su creatividad y forma de trabajar inspiró a una generación de flamencos que están hoy en lo más alto de este arte y sigue estando presente en los espectáculos que hoy se representan en los escenarios.

Como homenaje al artista que cambió la estética y el concepto del flamenco, uno de los pioneros en contar historias y retratar al pueblo andaluz a través del movimiento, el Ballet Nacional de España incluye en el programa Invocación el espectáculo De lo flamenco, estrenado por la Compañía Andaluza de Danza (actual Ballet Flamenco de Andalucía) en 1994.

Invocación, programa que clausuró el Festival de Jerez el 7 de abril de 2020, podrá verse del 10 al 22 de diciembre en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, con la actuación en directo de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, dirigida por Manuel Busto.

“Creo que Mario Maya estaría muy satisfecho de ver su obra dentro del Ballet Nacional de España, compañía que él soñaba con dirigir”, explica Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España. “Su repertorio encaja muy bien con el BNE porque coreografiaba para un gran número de bailarines.

Elegí la suite De lo flamenco para este homenaje porque creo que es uno de los ballets más frescos que creó Mario Maya. Presenta un abanico muy amplio de los registros del flamenco, desde el clasicismo hasta el barroquismo y la vanguardia, y refleja el saber, la originalidad de sus coreografías y su gran sentido musical”, añade.

Nacido en Córdoba en 1937 y criado en el barrio granadino del Sacromonte, Mario Maya, Premio Nacional de Danza en 1992, debutó a los 13 años con Manolo Caracol y se formó artísticamente en el Ballet de Pilar López. Tras su viaje a Nueva York en los años 60, donde bebió de las nuevas tendencias y el teatro contemporáneo, se centró en buscar nuevas formas de expresión en el flamenco partiendo de la tradición.

Además de uno de los artistas flamencos más importantes, fue un hombre muy culto, preocupado por los problemas sociales de su tiempo y del pueblo gitano. El sentido puro y el talento eran tan importantes para él como el estudio, y buscaba que los bailaores no solo zapatearan, sino que contaran con una preparación cultural que los convirtiera en artistas. Buscaba engrandecer la coreografía a través de la dramaturgia, la música y el vestuario, sin perder de vista el sentimiento.

Rubén Olmo ha querido presentar con el Ballet Nacional de España un montaje de De lo flamenco lo más parecido al original estrenado por Mario Maya cuando dirigía la Compañía Andaluza de Danza. Para ello, ha contado con el apoyo de Mariana Ovalle, viuda del artista y presidenta de la Fundación Mario Maya, y la colaboración del músico que compuso la partitura original, Diego Carrasco; el coreógrafo Manolo Marín, que creó una de las piezas de la suite, Los cinco toreros; Manuel Betanzos, repetidor de la compañía de Mario Maya; y el pintor y estudioso de la obra de Maya Patricio Hidalgo. La reproducción del original se ha cuidado hasta el detalle de pintar también a mano el vestuario que Mario Maya diseñó para De lo flamenco, que ha realizado Juan Andrés Amaya.

El montaje que presenta ahora el Ballet Nacional de España difiere del original en dos coreografías, encargadas a las también colaboradoras de Mario Maya Isabel Bayón y Rafaela Carrasco. La primera, que fue primera bailarina de la compañía de Mario Maya, ha creado especialmente para la bailarina principal Esther Jurado la coreografía Taranto. Manuela Carrasco, por su parte, firma Romance del emplazado, sobre los versos de García Lorca.

El montaje de De lo flamenco que el Ballet Nacional de España representa añade al original de Mario Maya, Milagros Menjíbar y A. Rueda ‘Toná’ tres piezas: la coreografía Los cinco toreros de Manolo Marín y dos obras nuevas creadas por dos colaboradoras habituales de Mario Maya, Romance del emplazado, de Rafaela Carrasco; y Taranto, de Isabel Bayón. Inspirada por la soleá del mismo título que Mario Maya coreografió especialmente para Israel Galván, ha intentado no perder la esencia y las maneras del maestro,
rescatando los pasos pero dotando a la pieza de un halo más actual.

El cuadro flamenco del Ballet Nacional de España, acompañado por tres cantaores invitados, interpretará en directo la música compuesta por Diego Carrasco, Jesús Torres, Moraíto Chico y Los del Río.

Visión global de los estilos de la danza española

De lo flamenco. Homenaje a Mario Maya ocupa la segunda parte completa del espectáculo Invocación, que comienza con una de las escasas coreografías recientes de escuela bolera, Invocación bolera, de Rubén Olmo. “Me parecía importante que el Ballet Nacional de España tuviera una coreografía de escuela bolera de conjunto, porque en el repertorio solo existe una, Danza y tronío, de Mariemma, ya que el resto son coreografías para uno o dos bailarines. Para crear Invocación bolera me basé en los maestros de la escuela bolera y en lo que me enseñaron mis maestros, pero el resultado es una coreografía de escuela bolera muy personal, con un estilo contemporáneo”, asegura el coreógrafo.

La música de Invocación bolera es una composición contemporánea original encargada por el Ballet Nacional de España al joven compositor y director de orquesta sevillano Manuel Busto. El vestuario fue diseñado por Pedro Moreno para la obra Fandango del Padre Soler, estrenada por el Ballet Nacional de España en 1988, y ha sido adaptado por el propio diseñador para esta obra.

Manuel Busto es el responsable también de la composición de Jauleña, un solo de transición creado por Rubén Olmo que explora hasta dónde puede llegar la fusión de la danza contemporánea, la danza estilizada y el flamenco.

Musicalmente, el flamenco es el germen de una pieza que se puede dividir en dos partes: una granaína, en la que el cello es solista, y un zapateado, donde las guitarras flamencas y la percusión forman parte de la orquesta.

Completa el programa Eterna Iberia, de Antonio Najarro, uno de los ballets más puros de estilización de la danza española que este coreógrafo coreografió para el Ballet Nacional de España en 2019. La capa y el sombrero cordobés, ensalzados por el vestuario diseñado por Yaiza Pinillos, cobran protagonismo en un ballet que recupera la partitura musical compuesta por Manuel Moreno-Buendía para Eterna Castilla, de Antonio Ruiz Soler, y editada posteriormente en forma de suite con el título Celtiberia.

“Invocación un programa muy completo en el que se puede disfrutar de un flamenco lleno de vida y de fuerza en el escenario, un ballet de la más pura danza estilizada y una de las escasas coreografías recientes de escuela bolera”, asegura Rubén Olmo.

Invocación

Ballet Nacional de España

Programa:

Invocación bolera, de Rubén Olmo
Jauleña, de Rubén Olmo
Eterna Iberia, de Antonio Najarro
De lo flamenco. Homenaje a Mario Maya, de Mario Maya, Milagros Menjíbar, A.
Rueda ‘Toná’, Manolo Marín, Isabel Bayón y Rafaela Carrasco.

Teatro de la Zarzuela, Madrid
10-22 diciembre, 20 h. (excepto domingos, 18 h.)
Lunes no hay función.

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