- El artista gaditano relaciona el flamenco con otras disciplinas de danza, plásticas y visuales
- Vanesa Aibar estrena ‘Sierpe’ en Sala Compañía y la cantaora Felipa del Moreno lleva su ‘Jerezaneando’ a Bodegas González Byass
El baile de Eduardo Guerrero busca integrarse en otras disciplinas artísticas en ‘Sombra efímera’, un espectáculo donde relaciona el flamenco con otras danzas contemporáneas, así como con las nuevas tendencias plásticas y visuales. El artista gaditano realizará “otras lecturas del espacio convencional” mañana miércoles día 27 de febrero en el Teatro Villamarta, escenario principal del XXIII Festival de Jerez.
En otros espacios escénicos de la muestra, la bailaora Vanesa Aibar estrena ‘Sierpe’ en Sala Compañía, dentro del ciclo ‘Sin Frontera’, y la cantaora Felipa del Moreno llevará su ‘Jerezaneando’ a Bodegas González Byass, dentro del ciclo ‘De la Raíz’.
Esa ‘integración’ de diferentes disciplinas artísticas y el flamenco conforma “un paisaje simbólico que se nutre de un potencial onírico”, según Eduardo Guerrero. Y en ese horizonte cargado de simbología están representados los cuerpos, los sonidos y sus posibles proyecciones espaciales. De este modo, ‘Sombra efímera’ se convierte en “una suerte de exploración” sobre la que ya indagó el bailaor gaditano en su estreno en la pasada Bienal de Flamenco de Sevilla.
En aquella ocasión, relacionaba la portada de la Universidad de Sevilla con la burbuja planteada por Marco Canevacci a través del flamenco como forma de expresión artística. Ahora, sobre el escenario del Teatro Villamarta, “se abordan otras posibles relaciones” al margen de la arquitectura en la adaptación al espacio teatral de ‘Sombra efímera’. En cualquier caso, se trata de “un espectáculo vivo, en continua construcción. Nunca va a acabar porque siempre aparecen ideas nuevas”
Eduardo Guerrero se deja guiar “de la mano” de Mateo Feijoó como director artístico y responsable escénico. Esta colaboración también se extiende a las coreografías. En su opinión, trabajar junto a Feijoó “es lo mejor que me podía pasar. El me da la solución perfecta”. Y una de las claves está, al parecer, en crear “a partir de tus pensamientos, no pensar siempre en el público”, sino centrar la mirada “en ti mismo, en cómo quieres contar una idea”.
La autoría de la música corresponde a Javier Ibáñez. El guitarrista forma parte del elenco artístico junto al cante de Samara Montañés y Manuel Soto. A ellos los conduce Guerrero a “algo más de lo que somos”, pues en esta ‘Sombra efímera’ “no se trata sólo de cantar, bailar y tocar”, sino que “hay algo más”.
Esa interrelación entre el flamenco y otras disciplinas artísticas conlleva, además, el compromiso ético de transmitir un mensaje cargado de interrogantes. La primera pregunta comienza con el pregón, pieza con la que arranca el montaje. Y uno de los “momentos claves” de esta singular propuesta está en la utilización de ropa usada como telón para desviar la mirada hacia lo que acontece a otros seres, más allá de nosotros mismos. Tras el pregón, ‘Sombra efímera’ continuará por tangos, zapateao y romance. El punto final llegará de la mano de palos como toná y seguiriya.
La serpiente y la bailaora
De otro lado, Vanesa Aibar establece una curiosa conexión entre el mito de la serpiente y la construcción de una bailaora en ‘Sierpe’, espectáculo que estrena en Sala Compañía, dentro del ciclo ‘Sin Frontera’. Una bailaora que nace del Romanticismo y, desde este amplio imaginario, se convierte en una mujer “poderosa, carnal; animal cimbreante, fuego interior e incendio exterior”, en palabras de la artista. El resultado es “una obra angulosa e hipnótica” a la hora de su interpretación.
En Sala Compañía Vanesa Aibar estará acompañada por la guitarra de José Torres Vicente y el cante de Rocío Guzmán y Tremendo Hijo.
Finalmente, el cante de Felipa del Moreno pondrá fin a la jornada de mañana en el Festival de Jerez. Será a medianoche en la Bodega González Byass, dentro del ciclo ‘De la Raíz’. Un recorrido por los palos flamencos más señeros de Jerez es el propósito de ‘Jerezaneando’. Para ello, contará con la guitarra de Manuel Valencia, el piano de La Reina Gitana, la percusión de Luis de Perikín, el baile de Andrés Peña y las palmas de Juan Diego Valencia y Manuel Cantarote. “Todo tendrá el sabor de Jerez: las letras, los cantes y la música”, apuntó Perikín.