Será el próximo 12 de septiembre y está dedicado al pintor malagueño, cuenta con la colaboración de Paco de Lucía, Tomatito, Raimundo Amador, Josemi Carmona y Jerry González.
Pintaba Picasso,
pintaba Picasso.
Los genios nunca mueren
y yo te estoy cantando.
Por tangos-tientos canta Diego El Cigala a Pablo Picasso en su nuevo
disco Picasso en mis ojos, un álbum dedicado al pintor malagueño
y que reúne a toda una galaxia de maestros. Picasso en mis ojos
es más que un disco; es un lujo musical en el que están
las guitarras de Paco de Lucía, Tomatito, Raimundo Amador, Josemi
Carmona, Diego Morao, Manuel Parrilla y Paquete; la trompeta de Jerry
González; las letras de Rafael Alberti, Javier Ruibal, Javier Krahe,
Carlos Chaouen y Juan Antonio Salazar; las músicas de Paquete,
Diego el Cigala… Sin olvidar a otros grandes que aparecen por el álbum
como Ramón El Portugués, Yumitus, Porrina, Bandolero, Juañares,
Piraña… Lo dicho, un lujo.
Diego El Cigala no traiciona el espíritu picassiano. Desde que
el álbum se abre con Chanelando, unos tangos con las guitarras
de Diego Morao y Manuel Parrilla, huele flamenco. La guitarra de Paco
de Lucía se encuentra a solas con la voz de Diego en Por los ríos,
bulerías de Juan Antonio Salazar uno de los compositores de Camarón;
Malagueño mezcla alegrías y mirabrás con letra de
Javier Ruibal; Luna de plata retoma la bulería con Tomatito a la
guitarra y el ex Ketama Josemi Carmona lo releva en La paloma, donde la
célebre letra de Rafael Alberti se viste de fandango.
Y continúa Guernika por tangos; Amparo, también con letra
de Alberti, por bulerías; Apenao por rumba latina con la guitarra
de Raimundo Amador y la trompeta de Jerry González como regalos;
Javier Krahe pone letra a Romance
y el gaditano Carlos Chaouen a Acuarela, la preciosa soleá que
cierra el álbum. Picasso en mis ojos es un disco de flamenco donde
se encuentran el cantaor y el pintor. Picasso está en las letras
del disco, de un álbum sencillo que se enriquece con la aparición
de tantos músicos y autores importantes que rodean la terrenal
voz que siempre ha sostenido a Diego El Cigala. Desde que cantaba por
las calles cuando sólo era un niño.
Diego Ramón Jiménez Salazar nació en Madrid en diciembre
de 1968. Sobrino de Rafael Farina, cantaba por los bares del Rastro cuando
a los 12 años ganó un concurso de televisión y el
primer premio del certamen Flamenco Joven de Getafe. Dice la leyenda que
fue en 1988 cuando Camarón le bautizó artísticamente
con el nombre de Dieguito y fue quizá esa relación la que
hizo escuchar al aficionado un cierto parecido en el metal de sus voces,
en su eco y en la gitanería de su cante.
En 1991 se le escucha en la Misa flamenca de Paco Peña y en 1998
publica Undebel, su primer álbum en solitario con David Amaya,
Tomatito y Paquete entre los guitarristas. En el 2000, aparece en escena
Javier Limón para producir Entre vareta y canasta, un disco que
se publicó arropado por Gran Wyoming, Santiago Segura, Pablo Carbonell
y Javier Krahe, entre otros, y con las guitarras de Niño Josele
y Vicente Amigo. El videoclip del álbum estaba realizado por Fernando
Trueba. Un año más tarde aparece Corren tiempos de alegría,
de nuevo con Javier Limón y Niño Josele a su lado, con Bebo
Valdés y Jerry González como artistas invitados. El álbum
fue candidato al Mejor Disco de Flamenco en los Grammy Latinos.
Su cuarto disco se graba durante un concierto en directo en el Teatro
Real, de Madrid, con el único acompañamiento de la guitarra
de Niño Josele y también producido por Javier Limón.
Corría el año 2002 y estaba a punto de producirse uno de
los fenómenos más sorprendentes de la música española
en las últimas décadas. Con Fernando Trueba como inspirador
de la idea y productor, Bebo Valdés y Diego El Cigala comienzan
a ensayar juntos. 50 años de diferencia de edad entre el pianista
cubano y el cantaor español. Se estaba pariendo Lágrimas
negras. Nacía Bebo & Cigala.
En la primavera de 2003 se publicó el álbum Lágrimas
negras y pronto se convirtió en un fenómeno mayúsculo
en la música internacional. En 2004 consiguió un Premio
Grammy, tres Premios de la Música, un Premio Ondas, cinco Premios
Amigo, tres Discos de Platino en España y uno en Argentina, México
y Venezuela. El periódico The New York Times consideró Lágrimas
negras como “Mejor disco del año” y Bebo & Cigala
llenaron los mejores teatros: París, Nueva York, Londres, La Habana,
Buenos Aires, Tokio, México DF, Madrid, Barcelona… Al final de
2004, Lágrimas negras había vendido más de 700.000
ejemplares en todo el mundo. Pocas veces ha habido tal coincidencia sobre
la enorme calidad y originalidad de un disco, sobre la maestría
de un piano y la fuerza enraizada de una voz.
Tras el gran éxito mundial de Lágrimas negras, Diego El
Cigala retoma su carrera con Picasso en mis ojos. De nuevo a solas con
su voz, con el apoyo de enormes artistas, uniendo pintura y cante y vistiendo
a Picasso de flamenco: “Y tú me estás enamorando y
chanelando, con esa manera de pintar por tangos”. Puro Cigala.