Estela Zatania
Fotos: Archivo particular Curro de Utrera
Se ha ido la dulzura del cante de Utrera… se ha ido Curro…
Hace unos años, invitada por Curro de Utrera, realicé el complicado viaje a su casa en La Guijarrosa, Córdoba. Pasamos una tarde entrañable entre anécdotas, fotos y recuerdos, mientras su amable señora nos servía copitas y tapas. Poco me imaginaba que aquella experiencia serviría para escribir este pequeño texto en honor al cantaor.
Francisco Díaz García, «Curro de Utrera», fue el cantaor más veterano todavía en activo hasta su desaparición esta mañana a los 88 años. El pasado otoño cantó con gran éxito en la última Bienal de Flamenco de Sevilla junto a Rancapino, Romerito y Cañeta de Málaga, con la voz clara y limpia como la de un joven, porque el decir de Curro nunca fue agresivo, sino meloso y noble. Un mes después de la Bienal, en noviembre del 2014, realizó su última actuación en el Festival del Mostachón de Utrera.
Con la perfecta integración que siempre ha caracterizado el pueblo de Utrera, no debe de sorprendernos que el cantaor tuviera una estrecha amistad con el venerable Perrate de Utrera, con el que pasó mil y una aventuras. En sus propias palabras: “El Perrate fue compare mío, buscamos la vía juntos en Utrera cantando por las ventas, por la feria… Era mayor que yo, me juntaba con él pa’ cantar y me he criao junto a él. Yo iba todas las tardes a buscarlo…‘venga, vamos a la taberna a cantar a los señoritos’…tomamos alguna copa, y a cantar».
Curro aprendió su oficio al lado de los grandes de la época. Me contó que fue el padre de Fernanda y Bernarda que le dio explicaciones del cante de la Serneta, «Y todos los sábados, Juaniquí de Lebrija venía a Utrera, que había una bodega con reñíos de gallos, y la fiesta estaba garantizada. Me acuerdo un día que estábamos el hermano de Manuel Torre, Pepe Torre, Juaniquí, el Perrate y yo, no veas…cuando terminaron los gallos se quedaron los señoritos, cerraban la puerta del reñidero y allí escuchamos bien a esa gente tan grande».
Fue descubierto por Pepe Marchena con cuya compañía llegaría a trabajar siendo todavía muy joven, ocasionalmente robándole aplausos y protagonismo al gran maestro de maestros.
Después de establecerse en Córdoba donde pasaría el resto de su vida, adquirió grandes conocimientos de los cantes cordobeses. Su repertorio era largo e incluía entre otros cantes la caña, los fandangos de Lucena, rondeñas o serranas. Pero en particular, Curro dio un giro melódico muy personal a las alegrías de Córdoba, que llegaría a ser su mayor seña de identidad artística. Con 30 años, ganó 4 premios en el Concurso Nacional de Cante Jondo de Córdoba.
A lo largo de su carrera, compartió escenario con una larga ristra de figuras grandes, más notablemente Juanito Valderrama, Lola Flores, Manolo Caracol, La Niña de La Puebla, Concha Piquer, El Pinto, Fosforito o Paquera de Jerez entre muchos otros.
Curro nunca fue olvidado en Utrera. La Peña Cultural Flamenca Utrerana «Curro de Utrera» es la más veterana de su ciudad natal. El cantaor deja una extensa discografía, y es Hijo Predilecto de Utrera donde se han declarado dos días de luto oficial.
Curro de Utrera con El Cordobés
Curro de Utrera con Juanito Valderrama
Curro de Utrera con Camarón y Juan Habichuela